El mismo Botox que se usa en procedimientos estéticos ahora se aplica con un nuevo propósito: mejorar la función sexual masculina. Boston Medical, anunció la incorporación de la toxina botulínica (Botox) como complemento terapéutico en el tratamiento de la disfunción eréctil. Por ahora, el servicio está disponible exclusivamente en sus clínicas de Bogotá y Ciudad de México.
Una aplicación médica, no estética
A diferencia de su uso cosmético, esta aplicación de toxina botulínica tiene un fin médico y terapéutico. Se utiliza para potenciar la respuesta del tratamiento que el paciente ya esté recibiendo, permitiendo que los resultados se mantengan por más tiempo y evitando recurrir antes de tiempo a opciones más invasivas.
“El objetivo es lograr una respuesta más prolongada y eficaz. Muchos pacientes podrán mantener una vida sexual activa sin necesidad de tratamientos más complejos o quirúrgicos”, explica el Dr. Héctor Corredor, urólogo y Director Médico Corporativo de Boston Medical.
Cómo funciona
El procedimiento consiste en una sola aplicación intracavernosa, realizada de manera ambulatoria, bajo anestesia local y en aproximadamente 30 minutos. No altera el aspecto del pene, no genera incapacidad y, según estudios clínicos, sus efectos pueden prolongarse hasta ocho meses.
La toxina botulínica actúa directamente sobre la función vascular del pene, ayudando a mejorar la circulación sanguínea y la respuesta a los tratamientos farmacológicos o inyectables. Esto resulta especialmente relevante, ya que la mayoría de los casos de disfunción eréctil son de origen orgánico —asociados a condiciones como diabetes o hipertensión— y tienden a ser crónicos y progresivos.
Una nueva opción para miles de hombres
Con esta innovación, Boston Medical refuerza su liderazgo en la investigación y aplicación de terapias avanzadas para la disfunción eréctil. El tratamiento ya cuenta con evidencia internacional y estudios que respaldan su seguridad y eficacia en pacientes con disfunción eréctil vascular.
Actualmente, la valoración médica previa es obligatoria para determinar si el paciente es candidato a la aplicación. El procedimiento se realiza en consultorio y el paciente puede retomar sus actividades el mismo día.
“Más allá de la tecnología, el propósito es mejorar la calidad de vida y la confianza de los hombres”, señala el Dr. Corredor. “Cuando tratamos la disfunción eréctil, no solo estamos abordando un síntoma físico, sino también su impacto emocional y en la relación de pareja”.
Con esta apuesta, Bogotá se convierte en la primera ciudad del país en ofrecer este tratamiento, marcando un nuevo paso en la innovación médica aplicada a la salud sexual masculina.