Cada día más infartos: adultos jóvenes entre 40 y 49 años están en alto riesgo

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Las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en todo el mundo, cobrando aproximadamente 17 millones de vidas al año. En Colombia preocupa el aumento de enfermedades cardiovasculares en adultos menores de 50 años.

Bogotá, septiembre de 2025. Según el más reciente informe del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), las enfermedades cardiovasculares continúan siendo la principal causa de muerte en Colombia, representando el 27 por ciento de los fallecimientos. Esto equivale a 73.918 muertes en 2024, lo que significa que cada hora mueren 8 colombianos por estas patologías.

En el marco del Día Mundial del Corazón, que se conmemora cada 29 de septiembre, la Clínica del Occidente lanza un llamado urgente a la población colombiana: cuidar el corazón es una decisión de vida.

El doctor Miguel Ángel Zuleta, Cardiólogo Intervencionista-Hemodinamista y Coordinador del Servicio Cardiovascular de la Clínica del Occidente, señala que la cardiopatía isquémica, junto con enfermedades cerebrovasculares e hipertensivas, afectan cada vez más a adultos jóvenes. Entre 2021 y 2022, fallecieron 3.493 personas entre los 40 y 49 años, por enfermedad isquémica del corazón.

Asimismo el especialista advierte que el estilo de vida moderno – caracterizado por el sedentarismo, la mala alimentación, el consumo de alcohol y tabaco – está disparando la prevalencia de enfermedades cardiovasculares.

El 80 por ciento de las muertes prematuras por enfermedades del corazón se puede prevenir. Con solo 150 minutos semanales de actividad física, una dieta balanceada, evitar el cigarrillo y acudir a controles médicos periódicos, podemos reducir significativamente el riesgo”, afirma el doctor Miguel Ángel Zuleta, cardiólogo de la Clínica del Occidente.

Síntomas que no se deben ignorar

El doctor Zuleta también advierte que las enfermedades del corazón suelen ser silenciosas en sus etapas iniciales. “Los síntomas aparecen de forma abrupta durante un ataque cardíaco: dolor en el pecho, dificultad para respirar, náuseas y desmayos. Por eso es vital la prevención”, insiste.

Atención integral y tecnología de punta

El corazón no espera. En la Clínica del Occidente estamos preparados para atender desde la prevención hasta los casos más complejos con tecnología de punta y un equipo humano altamente capacitado”, concluye el doctor Zuleta.

Los medicamentos y los hábitos saludables: una dupla que puede salvar miles de corazones

Bogotá, septiembre de 2025. Cada 29 de septiembre, el Día Mundial del Corazón invita a reflexionar sobre cómo prevenir una de las principales causas de muerte en el mundo: las enfermedades cardiovasculares. Si bien los medicamentos son aliados fundamentales para tratar estas patologías, su eficacia depende en gran medida del compromiso de cada paciente con su estilo de vida.

“Los fármacos son piezas clave, pero no sustituyen el compromiso personal con la salud. Un medicamento sin hábitos saludables pierde gran parte de su impacto”, afirma la doctora Alexandra Vega, gerente Médica y de Farmacovigilancia de Genfar. “Mantener una dieta equilibrada, practicar actividad física con regularidad, evitar el tabaco y moderar el consumo de alcohol son acciones que potencian el efecto de los tratamientos”.

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Hoy existen múltiples tipos de medicamentos para cuidar el corazón: algunos controlan la presión arterial, otros regulan el colesterol y los triglicéridos, mientras que otros previenen la formación de coágulos o ayudan a que el corazón mantenga un funcionamiento adecuado. No obstante, los especialistas advierten que alrededor de estos tratamientos circulan varios mitos que pueden llevar a decisiones peligrosas:

  • “Si en mi familia nadie ha tenido problemas cardíacos, no necesito medicación”. Falso: cualquier persona puede desarrollar una enfermedad cardiovascular, sin importar sus antecedentes.
  • “Si me siento mejor, puedo suspender el tratamiento”. Error: los medicamentos cardiovasculares son de uso crónico y solo deben ajustarse o suspenderse bajo supervisión médica.
  • “Puedo mantener mis hábitos poco saludables porque ya tomo medicación”. Equivocado: ningún fármaco reemplaza el ejercicio, la buena alimentación y la reducción de factores de riesgo.
  • “Si voy a tomar licor, mejor no me tomo la pastilla”. Riesgoso: priorizar el alcohol sobre el medicamento pone en peligro la salud; nunca debe suspenderse el tratamiento.
  • “Los remedios caseros reemplazan la medicina”. Falso: infusiones o alimentos naturales no sustituyen los fármacos y pueden interferir con su acción.

La doctora Vega resalta que la disciplina en el consumo de los medicamentos, idealmente a la misma hora cada día, puede marcar la diferencia entre controlar la enfermedad o exponerse a complicaciones como infartos o accidentes cerebrovasculares, hoy existen herramientas como por ejemplo una alarma en su teléfono que le permita cumplir con los horarios.

Además, se debe tener en cuenta que las enfermedades del corazón no son exclusivas de los hombres, después de la menopausia, las mujeres pierden el efecto protector del estrógeno, lo que incrementa su riesgo cardiovascular. Por eso, ellas también deben incluir chequeos periódicos dentro de su cuidado de salud.

Finalmente, los especialistas insisten en algunas recomendaciones esenciales: mantener controles médicos regulares, no automedicarse ni cambiar las dosis sin autorización, seguir una dieta baja en sal y grasas, ejercitarse de acuerdo con las indicaciones médicas y procurar un peso saludable.

Más allá del colesterol: lo que no te han contado sobre el “bueno” y el “malo”

Las pruebas de laboratorio para medir colesterol y triglicéridos permiten detectar riesgos cardiovasculares antes de que aparezcan síntomas, facilitando acciones preventivas con respaldo clínico.

Durante décadas, el colesterol ha sido señalado como el gran villano de la salud cardiovascular. Sin embargo, no todo el colesterol es igual, ni todo el que circula por el cuerpo es perjudicial. En realidad, hay un equilibrio que determina si este lípido es aliado o enemigo del corazón.

El colesterol es una sustancia grasa que el cuerpo necesita para funciones esenciales como la producción de hormonas, la formación de membranas celulares y la síntesis de vitamina D. Pero cuando sus niveles se alteran —especialmente en lo que se conoce como perfil lipídico— puede convertirse en un factor de riesgo silencioso para el infarto, el accidente cerebrovascular o la aterosclerosis.

Según datos de la Organización Mundial de la Salud, aproximadamente el 39% de la población adulta mundial tiene niveles elevados de colesterol total, factor que contribuye a 2,6 millones de muertes anuales. La OMS también señala que hasta el 80% de las enfermedades cardiovasculares prematuras podrían prevenirse mediante diagnósticos oportunos y el manejo adecuado de factores de riesgo como el colesterol elevado.

Más allá del ‘bueno’ y el ‘malo’: entendiendo el equilibrio lipídico

El colesterol LDL, conocido como “colesterol malo”, tiende a acumularse en las paredes de las arterias, favoreciendo la obstrucción del flujo sanguíneo. Por otro lado, el colesterol HDL, o “colesterol bueno”, actúa como un sistema de limpieza: recoge el colesterol que sobra en la sangre y lo lleva al hígado para ser eliminado.

“El paradigma sobre el colesterol está cambiando radicalmente. Ya no hablamos simplemente de ‘bueno’ o ‘malo’, sino de un equilibrio complejo que define nuestro riesgo cardiovascular. Las tecnologías diagnósticas actuales nos permiten obtener informaciones mucho más precisa y personalizada de este equilibrio, posibilitando intervenciones preventivas basadas en evidencia antes de que aparezca cualquier síntoma”, explica Hélida Silva, Directora de Medical Affairs para América Latina de Siemens Healthineers.

Diagnóstico avanzado: la clave para la prevención efectiva

Este tipo de pruebas, llamadas perfiles lipídicos, permiten evaluar en conjunto no solo el colesterol total, sino también las concentraciones de HDL, LDL y triglicéridos, otro tipo de grasa en la sangre que también influye en el riesgo cardiovascular. Son especialmente útiles en personas con antecedentes familiares, hipertensión, diabetes o estilos de vida poco saludables.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), mantener el colesterol total por debajo de los 190 mg/dL es una de las medidas más efectivas para prevenir enfermedades cardíacas. La OMS también recomienda realizarse un perfil lipídico al menos una vez cada cinco años en adultos sanos, y con mayor frecuencia en personas con factores de riesgo.

“La revolución en el diagnóstico cardiovascular no solo está en la precisión de los resultados, sino en su accesibilidad y rapidez. Hoy podemos detectar desequilibrios lipídicos sutiles que hace una década pasaban desapercibidos, transformando completamente nuestra capacidad para prevenir infartos y accidentes cerebrovasculares. Estamos pasando de la medicina reactiva a la verdadera medicina preventiva personalizada”, agrega Hélida.

Caminar al menos 30 minutos al día: un hábito que fortalece el corazón y da calidad de vida

En un mundo acelerado, donde la mayoría de las personas pasan horas frente a pantallas o en medio del tráfico vehicular, caminar se convierte en una medicina sencilla y gratuita para el cuerpo y la mente. Lo que parece una actividad básica puede marcar una gran diferencia: caminar al menos 30 minutos al día mejora la circulación, fortalece el corazón y aporta múltiples beneficios para la salud integral.

¿Por qué caminar es tan bueno para el corazón?

La caminata activa de ritmo moderado estimula el sistema cardiovascular, osteomuscular y endocrinológico por lo que mejora la circulación al favorecer que la sangre fluya con mayor eficacia, fortalece el corazón disminuyendo el riesgo de hipertensión, infartos y accidentes cerebrovasculares, regula el colesterol y el azúcar en sangre, reduce el estrés y la ansiedad manteniendo la presión arterial estable.

Según la American Heart Association, caminar 150 minutos semanales —equivalente a 30 minutos diarios por cinco días— puede reducir hasta en un 30% el riesgo de enfermedad coronaria.

Beneficios más allá del corazón

Caminar no solo fortalece el sistema cardiovascular, también:

·        Contribuye a mantener un peso saludable (Más músculos y menos grasa)

·        Mejora la salud de huesos (Menos caídas y fracturas)

·        Favorece la digestión y el metabolismo. (Menos incidencia de cáncer Digestivo)

·        Estimula la producción de endorfinas, mejorando el estado de ánimo.

“Caminar es un acto de prevención”

El Dr. Héctor Parra, deportólogo de LaCardio, lo resume así:

“No siempre se necesitan entrenamientos exigentes para cuidar el corazón. Caminar es un acto de prevención: un hábito accesible, seguro y con beneficios comprobados. Invito a todos a regalarse media hora al día, porque ese tiempo puede significar años de vida saludable”.

Consejos para integrar la caminata en la rutina diaria

1.     Busca momentos naturales para caminar: ir al trabajo, al supermercado o subir escaleras.

2.     Camina en compañía: con familia, amigos o incluso una mascota, para hacerlo más motivante.

3.     Elige un ritmo moderado: aquel que te permita hablar, pero no cantar.

4.     Hazlo un hábito fijo: establece horarios, como después de almorzar o al final del día.

Caminar 30 minutos al día es mucho más que ejercicio, es una inversión sencilla y poderosa en tu corazón y en tu bienestar general. En LaCardio te recordamos que la mejor medicina con corazón también se construye paso a paso. Cada paso cuenta para tu vida y tu salud. Ponte metas personales y alcanzables que te motiven a moverte y ser más saludable.

Cuando la mente duele, el corazón también lo siente

En los últimos años, es común escuchar que el corazón y la mente están más conectados de lo que solemos imaginar, sin embargo, en la mayoría de los casos o situaciones desconocemos cómo se da esta relación. Diversos estudios han demostrado que la depresión, la ansiedad y el estrés crónico no solo afectan el bienestar emocional, sino que también tienen un impacto directo en la salud cardiovascular.

El impacto real en el corazón

Enfermedades como la hipertensión, el infarto agudo al miocardio o el espasmo coronario están muy relacionadas con los síntomas físicos de la ansiedad y la depresión. En el caso del estrés crónico, por ejemplo, se eleva la presión arterial y las hormonas del estrés como el cortisol y la adrenalina. La depresión, por el contrario, al desencadenar sedentarismo, consumo de alcohol y mala alimentación, además del impacto emocional del estrés o la tristeza persistentes, puede debilitar el corazón. 

De acuerdo con los investigadores de la Universidad de Emory, descubrieron cuánta es la probabilidad de sufrir alguna enfermedad cardíaca, según la condición de salud mental de cada paciente. Logrando demostrar que la depresión tiene un 72% de riesgo, el trastorno por estrés postraumático un 57%, el trastorno bipolar un 61%, el trastorno de pánico un 50%, la fobia un 70% y la esquizofrenia casi un 100% de posibilidades.

“En LaCardio entendemos que cuidar la mente es también cuidar el corazón. Por eso resaltamos la importancia de hablar de salud mental, derribar los estigmas y buscar apoyo profesional a tiempo. Consultar no es un signo de debilidad, sino un paso de fortaleza hacia la vida”, compartió el Dr. Santiago Solano, psiquiatra de la Fundación Cardioinfantil – LaCardio.

Hablemos de los factores de riesgo

·        Alta exposición a situaciones de estrés

·        Aislamiento social y soledad

·        Experiencias estresantes en la niñez

·        Maltrato infantil y dificultades económicas

·        Enfermedades de base como diabetes o alteraciones de la tiroides.

Puntos clave

1.     Escuchar sin juzgar puede salvar una vida.

2.     Acompañar con empatía puede dar esperanza.

3.     Y cuidar nuestra salud mental, tanto como la física, es esencial para vivir plenamente.

Porque cada latido cuenta, y cada mente cuidada es también un corazón protegido. 

Consideraciones cardiosaludables a la hora de consumir carne de cerdo

Cada 29 de septiembre se conmemora el Día Mundial del Corazón, resaltando la importancia de una alimentación balanceada que incluye proteínas de calidad.

Entre ellas, la carne de cerdo, la cual aporta nutrientes esenciales como proteínas completas, vitaminas del complejo B (especialmente B12), hierro, hemo y zinc, todos fundamentales para el funcionamiento cardíaco y la oxigenación celular.

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Además, existe evidencia de que ciertas preparaciones bajas en grasa pueden formar parte de una dieta saludable para el corazón.

En Colombia, el consumo de cerdo ha registrado un incremento sostenido entre el 2023 y 2025. Según BBVA Research, el consumo per cápita crece, en promedio, un 8,5% anual, superando el ritmo global. Este aumento en consumo refleja una clara preferencia de los hogares colombianos por esta proteína, que representa actualmente el 19% del consumo total de proteínas animales.

Paralelamente, la producción nacional de carne de cerdo está en expansión, alcanzando récords. En 2024 se produjeron 608,752 toneladas, un aumento del 7,8% respecto a 2023. Para 2025, se proyecta un nuevo crecimiento cercano al 7% adicional, según estimaciones del USDA y Bancolombia. Además, entre 2021 y 2024, la tasa de crecimiento anual compuesta fue del 7,4%, lo que evidencia un sólido dinamismo del sector.

Gracias a las buenas prácticas y cumplimiento de las medidas de bioseguridad e inocuidad por parte de los productores porcícolas, la carne de cerdo es una proteína de alta calidad. Al igual que con otros alimentos, es importante procurar una excelente cocción de la carne. Considerando las necesidades cardiosaludables, MSD Salud Animal en Colombia, compañía dedicada a la investigación, desarrollo y comercialización de productos de alta calidad para la salud animal, hace unas recomendaciones a la hora de consumir carne de cerdo:

  • Escoger cortes magros como lomo, solomillo o pierna
  • Retirar la grasa visible antes de cocinar
  • Preferir métodos saludables de cocción: horneado, al vapor, hervido o parrilla
  • Consumir alimentos para la salud del corazón como las verduras, legumbres o cereales integrales
  • Controlar las porciones, manteniéndolas sin exceder 100–120 g por persona

Leonardo Belli, Director de la Unidad de Negocios de Avicultura y Porcicultura para MSD Salud Animal en Colombia, enfatiza que: “La inclusión consciente de carne de cerdo magra en una dieta rica en frutas, verduras, granos enteros y baja en sal, azúcares y grasas saturadas contribuye a reducir el riesgo cardiovascular. Las vitaminas B, el hierro y el zinc presentes en la carne porcina favorecen la contracción miocárdica y mantención de niveles óptimos de hemoglobina y defensa inmunitaria”.

El Día Mundial del Corazón constituye una ocasión oportuna para reflexionar sobre nuestros hábitos alimentarios. En Colombia, el fortalecimiento del consumo responsable de carne de cerdo se apoya en cifras de crecimiento sostenido, producción al alza, consumo en aumento, pero también en el compromiso por promover una preparación saludable y consolidar una cadena porcina que contribuya al bienestar cardiovascular de la población.

“La expansión del sector porcino colombiano con crecimiento proyectado en 2025, incremento en producción y consumo interno, demuestra su potencial estratégico tanto a nivel agroindustrial como nutricional. El reto ahora es equilibrar ese avance con prácticas saludables y sostenibles que beneficien la salud de cada colombiano”, comentó Leonardo Belli.