Cambio climático, sequía y crimen: el cóctel que incendia a Suramérica

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Un bombero rocía agua para apagar un incendio forestal en la ciudad de Sao Carlos, estado de Sao Paulo, Brasil, el 11 de septiembre de 2024. Los incendios forestales han estado asolando Brasil durante varias semanas, particularmente en la selva amazónica en el norte, trayendo una densa capa de humo a muchas ciudades e incluso llegando a países vecinos. (Foto de LOURIVAL IZAQUE/STR/AFP vía Getty Images) (LOURIVAL IZAQUE via Getty Images)

Una ola desenfrenada de incendios forestales arde en Suramérica, donde los efectos del cambio climático, sequías históricas y malas prácticas en el campo atizan una crisis que ya deja muertos, ciudades cubiertas por humo y pérdidas millonarias.

Esta serie de fuegos es “completamente distinta” a la que asoló las selvas de Brasil, Perú y Bolivia en 2019, desatando indignación mundial, advierte la ecóloga brasileña Erika Berenguer, investigadora de las universidades de Oxford y Lancaster.

Entonces las lluvias ayudaron a contener fuegos iniciados especialmente por agricultores brasileños partidarios del expresidente ultraderechista Jair Bolsonaro.

Ahora, casi todo el continente “vive una sequía severa”, apunta a la AFP Berenguer. Incluso en la Amazonía “una de las regiones más húmedas del planeta (…) el paisaje se ha vuelto muy inflamable por el cambio climático”, alerta.

La mayor selva tropical del mundo vive los peores incendios en casi dos décadas, según el observatorio europeo Copernicus.

Los guardaparques limpian los caminos del Jardín Botánico, diseñado por el francés Georges Dubois en 1918, después de un incendio forestal en Viña del Mar, Chile, el 6 de febrero de 2024. (Foto de PABLO VERA/AFP vía Getty Images)
Los guardaparques limpian los caminos del Jardín Botánico, diseñado por el francés Georges Dubois en 1918, después de un incendio forestal en Viña del Mar, Chile, el 6 de febrero de 2024. (Foto de PABLO VERA/AFP vía Getty Images) (PABLO VERA via Getty Images)

¿Cuál es la dimensión de la crisis?

Entre el 1 de enero y el 26 de septiembre, se registraron más de 400.000 incendios en toda la región, según el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales de Brasil (INPE).

“En 9 meses ya hemos superado el numero de focos que se registraron en todo 2023”, anota la investigadora.

El país más afectado es Brasil: las llamas arrasaron 40,2 millones de hectáreas de vegetación en 2024, muy por encima de la media anual de la última década (31 millones), según Copernicus. Los medios registran la muerte de una decena de bomberos por los incendios.

Ecuador, que evacuó el miércoles a un centenar de familias amenazadas por el fuego en su capital, y Perú, con 21 fallecidos por las llamas y el humo, han declarado la “emergencia” en varias provincias.

Argentina tiene focos activos en la provincia de Córdoba (centro) y en Colombia las llamas alcanzaron principalmente el departamento de Huila (suroeste).

Vista aérea de una zona afectada por incendios forestales en la selva amazónica en la región Ucayali, Perú, el 17 de septiembre de 2024. La presidenta peruana Dina Boluarte decretó el 18 de septiembre el estado de emergencia en tres departamentos de la selva aún afectados por incendios forestales que han matado a 16 personas en lo que va del año. (Foto de Hugo LA ROSA / AFP) (Foto de HUGO LA ROSA/AFP vía Getty Images)
Vista aérea de una zona afectada por incendios forestales en la selva amazónica en la región Ucayali, Perú, el 17 de septiembre de 2024. La presidenta peruana Dina Boluarte decretó el 18 de septiembre el estado de emergencia en tres departamentos de la selva aún afectados por incendios forestales que han matado a 16 personas en lo que va del año. (Foto de HUGO LA ROSA/AFP vía Getty Images) (HUGO LA ROSA via Getty Images)Más

¿Qué causa los incendios?

Expertos y autoridades apuntan a una combinación entre sequías agravadas por el cambio climático y acciones humanas como responsables de los fuegos.

“Es un claro ejemplo del cambio climático. Si alguien pensaba que no existía, pues miren, aquí está”, lanzó la ministra ecuatoriana de Ambiente, Inés Manzano.

En Perú y Bolivia los incendios coinciden con la temporada anual de quema de tierras para la siembra, una práctica ancestral de los campesinos que no está penalizada.

En medio de la peor sequía en la historia reciente de Brasil, muchas quemas se han salido de control en la Amazonía, donde el fuego es una “herramienta” que usan pequeños y grandes propietarios del agronegocio para convertir la selva en pastizales o cultivos.

El presidente Luiz Inácio Lula da Silva considera que muchos de estos fuegos son de origen “criminal”.

También hay indicios de piromanía.

Un joven de 19 años fue detenido como sospechoso de haber ocasionado un incendio con combustible en Quito, donde ardieron una treintena de incendios forestales.

Argentina y Brasil también han detenido decenas de sospechosos de iniciar conflagraciones.

Bomberos llegan para extinguir el fuego durante un incendio forestal en Concepción, departamento de Santa Cruz, Bolivia, el 24 de septiembre de 2024. Bolivia registra en lo que va del año un total de 3.872.498 hectáreas de bosques y pastizales destruidos por incendios, más que en todo 2023, informó el ministro de Medio Ambiente y Agua, Alan Lisperguer, el 9 de septiembre. (Foto de RODRIGO URZAGASTI/AFP vía Getty Images)
Bomberos llegan para extinguir el fuego durante un incendio forestal en Concepción, departamento de Santa Cruz, Bolivia, el 24 de septiembre de 2024. Bolivia registra en lo que va del año un total de 3.872.498 hectáreas de bosques y pastizales destruidos por incendios, más que en todo 2023, informó el ministro de Medio Ambiente y Agua, Alan Lisperguer, el 9 de septiembre. (Foto de RODRIGO URZAGASTI/AFP vía Getty Images) (RODRIGO URZAGASTI via Getty Images)Más

¿Cómo afectan a la población?

Sao Paulo, la mayor ciudad de América Latina, figuró a comienzos de septiembre a la cabeza de la clasificación de las urbes más contaminadas del mundo, según la empresa suiza IQAir, debido a la humareda procedente de los incendios.

Buena parte de Brasil sigue envuelta en esta nube de humo tóxica, que se extendió por los países vecinos y llegó a Montevideo y Buenos Aires, donde provocó un fenómeno conocido como “lluvia negra”.

Con índices de calidad del aire que superan los niveles recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), muchos habitantes de urbes brasileñas acusan afecciones respiratorias y síntomas como ardor de ojos.

El aire en la ciudad boliviana de Santa Cruz figura en condición de “extremadamente malo” y las autoridades sanitarias han recomendado el uso de tapabocas.

Los impactos también son económicos: las pérdidas en el sector agropecuario brasileño ascendieron a 14.700 millones de reales (USD 2.700 millones) entre junio y agosto, en su mayoría en cultivos de caña alcanzados por la llamas, según el gremio.

En Ecuador, más de dos meses sin lluvias tienen al país en “déficit hidráulico” y bajo un racionamiento energético. Casi 45.000 animales de granja murieron.

¿Qué hacen los gobiernos?

Miles de bomberos y militares fueron movilizados. España y Venezuela, uno de los pocos países de la región a salvo de las llamas, enviaron expertos a Bolivia.

“Todos quieren contratar miles de brigadistas, comprar aviones, etcétera. Está bien, pero es muy poco y llega muy tarde”, critica Berenguer.

“Necesitamos prevenir los incendios, porque una vez que toman fuerza son muy difíciles de combatir”, agrega esta experta, al abogar por contener la deforestación y reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.

“La mayoría de modelos climáticos muestran que estos eventos van a ser cada vez más intensos y frecuentes”, concluye.

Juan Sebastian SERRANO con las oficinas de AFP en Suramérica

Yahoo Noticias Agencia AFP