El transporte marítimo de mercancías en embarcaciones propulsadas por el viento, algo antaño común por los océanos de mundo, puede convertirse en una nueva realidad para luchar contra el cambio climático.
Así lo espera al menos, una empresa francesa, propietaria del “Anemos”, el mayor carguero a vela del mundo, que este martes completó su travesía transatlántica inaugural de 18 días entre el puerto galo de Le Havre y Newark, en Nueva Jersey, con 1.000 toneladas de carga a bordo.
Guillaume Le Grand, director ejecutivo del operador TOWT, propietario del velero mercante, de 81 metros de eslora, espera que sea la primera de muchas.
“Son los veleros más grandes que existen y estamos empezando a dejar huella”, afirmó sobre el buque y su gemelo, el Artemis, cuya botadura está prevista para el miércoles en Vietnam.
“En esta travesía estábamos llenos y hay una fuerte demanda. Ya se han encargado seis (buques) más”, añadió Le Grand, para luego explicar que los clientes están más preocupados por la huella de carbono que deja su transporte marítimo.
A medida que aumentan los costes de los combustibles y la preocupación por el medio ambiente, en los últimos años subió el interés por el uso de la tecnología de navegación a vela para el transporte de mercancías, tanto a nivel de las navieras como para los clientes.
La travesía inaugural del “Anemos” no estuvo exenta de dificultades, ya que se utilizó un motor de reserva y hubo que hacer retoques en la configuración del barco y sus gigantescas velas dobles.
“Ha sido un pequeño reto, hemos tenido que gestionar las rutas. Estamos mejorando la puesta a punto de las velas”, declaró a la AFP Hadrien Busson, capitán de la tripulación de nueve personas.
El buque utiliza un sistema de aparejo robotizado e informatizado para ajustar las enormes velas que le dan una altura final de unos 68 metros.
Con la difusión de unas 1.000 millones de toneladas de dióxido de carbono cada año, el transporte marítimo es responsable de casi el 3% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero, según la Organización Marítima Internacional (OMI), que aspira a lograr la eliminación del carbono en el sector para 2050.
El viento ya se utiliza en unos cuarenta grandes cargueros de todo el mundo, según la International Windship Association.
Esto es apenas una gota en el océano si se compara con los 105.000 buques de más de 100 toneladas que surcan las aguas del planeta.
Otras navieras utilizan buques que aprovechan la energía eólica, como Zephyr & Boree, Windcoop y Neoline.
Yahoo Noticias Agencia AFP