Colombia está en penúltimo lugar de países que atraen inversión al sector biofarmacéutico

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En comparación con el 2017, el país cayó 3 % en materia de ‘atractivo biofarmacéutico’ este año, mostrando resultados bajos en las categorías de protección de la propiedad intelectual y sistema regulatorio.

Robustecer las capacidades de las agencias regulatorias y promover la investigación y el desarrollo, son algunas de las recomendaciones para mejorar la competitividad biofarmacéutica y atraer inversión.

Bogotá, junio de 2025. En el marco del ‘Fifarma Annual Summit 2025’, se dieron a conocer los resultados de la Encuesta de Competitividad Farmacéutica e Inversión (BCI) 2025.

Se trata de un estudio realizado entre Fifarma y Pugatch Consilium que evalúa la competitividad de los países para atraer inversiones del sector biofarmacéutico e impulsar la innovación en salud.

En este, se evalúan cinco pilares:

capacidad científica y de investigación,

eficiencia regulatoria, entorno para la investigación clínica,

acceso al mercado y financiamiento, y

protección de la propiedad intelectual.

De esta forma, se destacan los desafíos persistentes que afectan la confianza de los inversionistas y limitan el crecimiento a largo plazo de los mercados.

En lo que respecta a Latinoamérica, el BCI reveló que existe un rezago significativo frente a economías como Singapur e Israel (75 – 85 %), considerando que el promedio regional se ubicó en 59 %.

Adicionalmente, evidenció una alta fragmentación y disparidad dentro de los mismos países latinoamericanos: mientras Costa Rica, Chile y México lideran el ranking con puntajes entre el 65 % y el 70 %, otros países como Ecuador y Colombia se ubican por debajo del 55 %.

Esta situación refleja un desarrollo desigual, que resulta especialmente alarmante, ya que la brecha entre los países más avanzados y los más rezagados se amplió entre 2017 y 2025.

De las categorías evaluadas, el informe evidencia brechas estructurales persistentes en acceso al mercado y protección de la propiedad intelectual. Pese a ciertos avances en temas como la infraestructura, el acceso a medicamentos innovadores sigue siendo limitado, lo cual se refleja en una disminución del -1,57 % en la categoría de acceso y financiamiento del BCI.

De hecho, un estudio adicional de Fifarma e IQVIA revela que, de más de 400 medicamentos aprobados mundialmente entre 2014 y 2024, solo el 44 % cuenta con autorización en algún país de América Latina, y apenas el 33 % está disponible en el sistema público de salud.

Al respecto, Yaneth Giha, directora ejecutiva de Fifarma, añadió que “En América Latina hemos avanzado en capacidades, pero necesitamos una transformación real en lo que respecta al financiamiento, el acceso y la protección de la innovación. Es preocupante que hoy los pacientes en la región deban esperan entre 5 a 6 años para acceder a un tratamiento innovador. Por ello, es importante subrayar la necesidad de superar barreras regulatorias, presupuestales y de coordinación institucional, así como de dinamizar los sistemas de acceso en la región, para que la innovación se traduzca en mejoras tangibles para nuestros sistemas de salud”.

¿Cómo está Colombia en competitividad biofarmacéutica?

El informe expuso un panorama desafiante para el país: registró una disminución del 3 % en su puntuación general respecto de 2017, pasando del 56 % al 53 % en 2025. Si bien ninguna categoría se destacó como una fortaleza para el mercado, el área con mejor desempeño fue investigación clínica (63 %), seguido de acceso al mercado y capacidades científicas (ambas con 54 %), el sistema regulatorio (50 %) y, finalmente, la protección de la propiedad intelectual (44 %).

Los expertos señalan que estos resultados obedecen, en gran parte, a deficiencias sistemáticas en la formulación de políticas públicas, que han contribuido al deterioro del ecosistema de la propiedad intelectual y a la creciente percepción de hostilidad hacia la innovación farmacéutica por parte de las autoridades regulatorias. Por ejemplo, la disposición de emitir licencias obligatorias debilita la efectividad de las patentes otorgadas a productos farmacéuticos y puede desincentivar la inversión en innovación biofarmacéutica.

En el caso de Colombia, su desempeño resulta llamativo ya que, a pesar de contar con un mercado farmacéutico que registró ventas por más de 4.900 millones de dólares en el 2021, y de haber sido un referente regional en la protección de los derechos de propiedad intelectual al ser el primer mercado en introducir la protección regulatoria de datos en el 2002, el país se ubica en el penúltimo lugar entre las economías evaluadas. Este contraste, evidencia una desconexión entre su potencial y su capacidad real de atraer inversión en el sector biofarmacéutico.

¿Qué estrategias se requieren para avanzar?

Para avanzar hacia un ecosistema biofarmacéutico más competitivo, los expertos recomiendan la implementación de reformas coordinadas y sostenidas que aborden de manera integral los cinco pilares de la competitividad del sector. Además, señalan la importancia de: fortalecer los mecanismos de acceso al mercado; mejorar la protección de la propiedad intelectual y alinearla con estándares internacionales; acelerar la modernización regulatoria para reducir los tiempos de aprobación; y reforzar la capacidad técnica de las agencias reguladoras. Asimismo, destacan la necesidad de promover la investigación y el desarrollo, incentivando la inversión en ciencia y tecnología, y fomentando alianzas público-privadas que impulsen la innovación en salud.

“Construir sistemas de salud equitativos y sostenibles exige de un entorno que incentive la inversión y la innovación biofarmacéutica. No obstante, los resultados de este estudio nos demuestran que tenemos aún un camino por construir y por trabajar, y solo lo lograremos en la medida en la que nos unamos todos los actores del sistema, para garantizar que la innovación llegue a los que más la necesitan y eso se traduzca en un bienestar real para todos los pacientes y usuarios”, concluyó Ignacio Gaitán, presidente ejecutivo de AFIDRO.