Por Natalia Jasin, Directora General y Fundadora de Bounty EdTech
Este año la ONU eligió el lema “Invertir en las mujeres: acelerar el progreso” para conmemorar el Día Internacional de la Mujer en todo el mundo. Según sus estimaciones hay un déficit anual de 360.000 millones de dólares en medidas de igualdad de género para 2030.
Pero no se trata sólo de invertir dinero; lograr la igualdad de género y el bienestar de la mujer en todos los ámbitos son objetivos a los que cada persona puede aportar algo valioso.
Los datos recopilados en el Índice Global de Brecha de Género 2024, en el que se analiza la situación de las mujeres en 146 países, afirma que el 68,5% de la brecha de género global está cerrada.
Dentro de este relevamiento, América Latina y el Caribe ocupa el tercer lugar en paridad de género con un puntaje del 74,2%, avanzando significativamente desde 2006, al lograr reducir su brecha general en 8,3 puntos porcentuales.
¿En qué aspectos se destaca la región? Este año alcanzó su mayor puntaje en paridad económica (65,7%), en el Logro Educativo y la Salud y Supervivencia se mantienen altos y estables en 99,5% y 97,6%, respectivamente; y con un 34%, la región tiene el segundo puntaje más alto en Empoderamiento Político, mejorando en más de 22,4 puntos porcentuales desde 2006.
Historias que dejan huella
En este escenario es importante entender que todos podemos hacer algo para que el cierre de las brechas se acelere. ¿Qué podemos hacer cada uno de nosotros para promover un mayor acceso de las mujeres a habilidades para adquirir un mejor empleo y a conseguir puestos de liderazgo en Áreas como la Minería, el Petróleo o el Gas, las Fintech o las Biotech?
Un estudio de la Northeastern University señaló que el 85% de las decisiones de contratación están influenciadas por las marcas personales de los candidatos. En tiempos de redes sociales, de identidades digitales, no podemos pensar la marca personal sólo como algo individual.
En uno de los webinars que promovemos en el marco del Programa 1000 Mujeres en Inteligencia Artificial, que impulsamos desde Bounty EdTech, la periodista Dani Dini nos compartía esta frase de Guillem Recolons: “En esta nueva era, desarrollar la marca personal no es una oportunidad, es una responsabilidad: la de brindar tu talento al mundo”.
Se trata entonces de construir nuestra marca personal a partir del talento que compartimos con el mundo, y ese talento está ligado a los valores que nos identifican. Aquí es donde podemos construir nuestra marca personal como un espacio colectivo de inspiración para que más mujeres sepan que no están solas y conozcan historias que las impulsen a seguir adelante.
Con este propósito, nos interesa destacar tres proyectos y también a quienes invierten su tiempo para potenciar y dar a conocer las historias de mujeres que han sobresalido y destacado en su tiempo y en sus campos:
- 100 mujeres: Cada año el equipo de la BBC nombra a 100 mujeres influyentes e inspiradoras de todo el mundo. En esta sección se crean documentales, reportajes y entrevistas sobre sus vidas, historias que ponen a las mujeres en el centro, y que son publicadas y transmitidas en todas las plataformas de la BBC.
- Matilda y las mujeres en ingeniería en América Latina: una serie de publicaciones elaborada por el CONFEDI con el objetivo de reconocer a mujeres que se han destacado en el ámbito de la ingeniería en la región.
- Mujeres Latinoamericanas: una colección de la revista Billiken que cuenta la historia de artistas, científicas, educadoras, pensadoras de la región. Sus historias se han publicado en un libro, pero también se publican en su portal online, algo que permite utilizarlas como material didáctico en escuelas.
- Serie “Mis pequeñas héroes”: un volumen dedicado a las mujeres más creativas de la historia (artistas, escritoras, científicas, etc)
Cada una de estas mujeres nos inspira desde sus valores, sus convicciones, pero también su entrega para cambiar las realidades de sus pares desafiando a la Sociedad y superando sus propios miedos. Cada una ha dejado huella, no sólo en su historia, sino también en la de todas. Su ejemplo nos invita a acompañar, desde el lugar que elegimos y construimos a diario, a otras mujeres para que los aprendizajes de cada una sirvan para todas. Eso significa romper con ciertas reglas o con imposiciones familiares o sociales para construir la propia, y muchas veces eso implica mucha angustia y soledad. Por eso insisto en la idea de la generosidad y empatía con otras personas para no quedarnos solas en el camino, sino generar vínculos de confianza e invertir en nuestra marca personal construyendo un mundo mejor y más justo, que nos permita cerrar las brechas y aportar al desarrollo sostenible.