Con la seguridad hídrica en riesgo, es hora de que Colombia piense en ciudades inteligentes

323

Cada celda del sistema de recolección de Aquacell puede almacenar 288 litros de agua que se pueden utilizar en limpieza y riego de plantas.

En la localidad de Suba, en Bogotá, ya existe un caso de éxito en el Centro Comercial Parque la Colina

Bogotá junio de 2024.

En un contexto de creciente preocupación por la seguridad hídrica de Colombia, teniendo en cuenta los bajos niveles en los embalses del sistema nacional interconectado de energía, que se encuentran en 32%, la petición de las autoridades para la sociedad es el de implementar prácticas de ahorro con el fin de evitar una crisis en 2025.

De cara a la temporada del fenómeno de la Niña que está próxima a darse en Colombia, son varios los mecanismos que se pueden utilizar para almacenar agua de manera segura en el hogar. Pavco Wavin, especialista en soluciones para la industria de la construcción, explica, por ejemplo, que con el sistema modular de celdas Aquacell, se pueden construir tanques de almacenamiento hidráulico que permiten recolectar y aprovechar las aguas lluvia para usos como riego, lavado, procesos industriales o infiltrarla en el suelo para recargar los acuíferos.

Este sistema permite almacenar hasta 288 litros de agua por cada celda y puede ser una alternativa sostenible en el camino a lograr ciudades inteligentes. “En Pavco Wavin constantemente buscamos soluciones que impulsen el progreso sostenible de la industria. Por esto, creamos este sistema que almacena el agua en el área donde se precipita, luego esta es contenida en una estructura formada por celdas de polipropileno reciclado para posteriormente ser utilizada o infiltrada gradualmente”, explica Orlando Polo Castro, gerente de Servicio Técnico y de Producto de Pavco Wavin.

En ese sentido, y en línea con lo que expresó en su momento el alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, sobre pensar las ciudades de manera más inteligentes con sistemas de recolección de agua, alternativas como Aquacell pueden ser instaladas en parques, plazas, conjuntos residenciales, centros comerciales, edificios públicos, instituciones educativas y hospitales, entre otros.

Por otro lado, las celdas plásticas de este sistema pueden instalarse debajo de las vías o parqueaderos por lo que el agua que se precipite en las vías también puede recolectarse y prevenir también los encharcamientos.

Una de las ventajas de este tipo de sistemas de almacenamiento hidráulico es que ayudan a las edificaciones a reducir su dependencia de las redes de suministro público de agua. Esto se ve traducido en menores costos y menos presión sobre el uso del preciado líquido.

“Al utilizar este sistema, las ciudades, sus ciudadanos y empresas, contribuyen a la conservación del agua y a la promoción de prácticas sostenibles, creando un impacto positivo en el medio ambiente y en la calidad de vida de las comunidades”, reiteró Polo Castro, sumándose al llamado de encaminar esfuerzos hacia ciudades inteligentes y sostenibles.

Uno de los más claros ejemplos de cómo funciona este sistema se encuentra en la localidad de Suba en Bogotá. En este sector está instalado un tanque de 174 metros cúbicos que permite la amortiguación de caudales captados por el sistema de alcantarillado del barrio Cañiza y el agua es entregada de manera controlada al humedal Juan Amarillo.

Para evitar la contaminación del cuerpo de agua, este tanque cuenta con una estructura que retiene los sólidos, lo que permite que el preciado líquido llegue con mejor calidad al humedal. Ante un panorama de posible escasez como el que se plantea para 2025, esta alternativa ayuda a garantizar el acceso al agua.

Impacto empresarial

Las empresas pueden instalar tanques Aquacell en sus oficinas, fábricas, centros comerciales y establecimientos comerciales, para disminuir los costos de agua y mejorar su eficiencia operativa. Además, este sistema les ayudará a cumplir con las normas ambientales y reiterar su compromiso con la sostenibilidad

En el contexto actual, las soluciones sostenibles no dan espera. El llamado, además de incentivar prácticas de ahorro, es a pensar en ciudades inteligentes en las que existan sistemas que permitan una recolección eficiente de agua y ayuden a mitigar posibles crisis por escasez del preciado líquido.