Fortalecer los procesos de resocialización de las personas privadas de la libertad en los centros de rehabilitación distritales y afianzar sus capacidades productivas, impulsó la creación del proyecto ‘Manos Libres’, la estrategia que apoya los emprendimientos en los centros El Buen Pastor y El Bosque, y que ya está beneficiando a 150 internos.
Con líneas productivas, de acuerdo con el personal participante, ‘Manos Libres’ permite que los internos puedan comercializar de mejor forma los productos que elaboran, dando así una mayor oportunidad de que sean resocializados, con un incentivo monetario mensual destinado a sus emprendimientos.
Dentro del centro de rehabilitación femenino se trabajan cuatro líneas productivas: modistería, bisutería, marroquinería y peluquería. Por su parte, el centro de rehabilitación El Bosque cuenta con las unidades de panadería, bisutería, carpintería y ornamentación.
Durante el lanzamiento de la marca, el alcalde Jaime Pumarejo Heins manifestó que este programa demuestra “que los errores no nos definen, las personas con acompañamiento y una oportunidad pueden volver a soñar, por eso, esta iniciativa la hemos enmarcado dentro del programa ‘Manos Libres’, en donde su talento, su capacidad de crear, con el acompañamiento de otras marcas nacionales e internacionales, puedan exponer ese talento y puedan tener un futuro, un sueño, y es mejor que la realidad que los trajo hasta acá”, dijo.
Asimismo, el mandatario agregó que hoy se ven mujeres y hombres empoderados, lo que crea comunidad, entornos seguros y el crecimiento familiar. “Nos aseguramos de que las personas que se equivocan puedan rectificar el rumbo, que sepan que, como sociedad, no les vamos a recriminar el error y luego de que paguen su condena podrán ser miembros productivos de la comunidad”, afirmó Pumarejo.
Por su parte, la secretaria de Gobierno, Jeniffer Villareal, indicó que este proyecto tiene como meta que los integrantes puedan vender más, promoviendo que más internos se vinculen al programa para ayudar en su sustento, al tiempo que desarrollan y fortalecen un arte u oficio, que se convertirá en la segunda oportunidad para sus vidas, una vez cumplan el tiempo establecido en el lugar.
“Lo que buscamos es apoyar a los internos que se encuentran dentro de estos centros carcelarios con proyectos productivos, donde la primera fase consiste en la capacitación del personal, donde se identifican sus habilidades y se brinda una orientación para la tecnificación de los procesos de acuerdo con diferentes líneas productivas. Con esto, queremos dignificar la vida de las personas que se encuentran privadas de la libertad y ayudarlos en esa reincorporación que van a tener a la sociedad”, afirmó.
Alianzas estratégicas
A esta iniciativa se han sumado personas y empresas que han visto en este proyecto la posibilidad de contribuir a la sociedad a través del fortalecimiento de los procesos de rehabilitación, generando oportunidades de trabajo y crecimiento personal a través del trabajo y la productividad.
Tal es el caso de la Fundación Hilos de Fe, la cual se enfoca en el taller de bisutería, elaborando manillas, piezas religiosas, mochilas y artículos que dejan ver la creatividad, sincronía y disciplina de las mujeres que, con sus manos, realizan cada trabajo y que les ha permitido llegar y exhibir estos productos en escenarios como ferias nacionales e internacionales.
Recientemente se sumó también la reconocida diseñadora barranquillera Judy Jazbún, quien vinculó a las internas de las unidades de modistería y bisutería en su más reciente colección, Descendencia, con la elaboración de la ‘Camisa que habla’, un producto que hace referencia a la importancia del amor propio y el empoderamiento femenino.