¿Cuál es el precio de ignorar el reflujo gástrico?

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El reflujo gástrico prolongado puede provocar complicaciones graves —esofagitis, esófago de Barrett e incluso cáncer— si no se diagnostica ni trata oportunamente.

Las molestias frecuentes —ardor, regurgitación, dificultad para tragar, alteración del sueño— afectan significativamente la calidad de vida y conducen a costos médicos crecientes.

Nuevas terapias como Tegoprazan ofrecen ventajas frente a los tratamientos convencionales, mejorando el control del ácido nocturno, rapidez de acción y flexibilidad en la administración.

En medio de una noche sin descanso, muchas personas ignoran el zumbido persistente que sube desde el estómago hacia la garganta: la acidez, la regurgitación, la sensación de quemazón.

No es simplemente una molestia pasajera, sino una advertencia temprana. Si se deja sin atención, ese reflujo gástrico recurrente puede convertirse, tras meses o años, en daño estructural al esófago o incluso desencadenar cáncer.

Según Mayo Clinic, especialistas en salud, cuando el ácido del estómago sube con frecuencia y lastima la garganta, no solo provoca ardor:

●      Con el tiempo puede dejar cicatrices en el esófago.

●      Conseguiría formar úlceras dolorosas.

●      Causaría sangrados que dificultan algo tan cotidiano como tragar un bocado de comida.

Y no termina ahí. Médicos advierten que ignorar el reflujo puede traer consecuencias más serias: desde dañar los dientes por la erosión del esmalte hasta afectar los pulmones, generando problemas respiratorios que deterioran la vida diaria.

Según el primer Consenso Latinoamericano de la Enfermedad por Reflujo Gastroesofágico (ERGE) de 2022, el 15% de los colombianos padece esta condición, que ocurre cuando los alimentos ingeridos regresan al esófago debido a un mal funcionamiento del esfínter esofágico inferior (EEI), provocando irritación en la mucosa y malestar persistente. 

En este escenario, el alivio no solo es deseable, sino urgente. Aquí es donde entra la innovación: Carnot Laboratorios, a través de su producto Tegoprazan (Ki-CAB®), ha introducido una alternativa que promete transformar el manejo del reflujo.

¿Cómo aliviar el reflujo gástrico?

Durante años, los médicos han recurrido a los conocidos Inhibidores de la Bomba de Protones (IBPs) para controlar el ácido y aliviar los síntomas del reflujo. Han sido el tratamiento estándar, casi una rutina en la prescripción.

Sin embargo, no siempre cumplen lo que prometen, y millones de pacientes lo saben bien: el alivio tarda en llegar y muchas veces no es suficiente. Consciente de este vacío, Carnot Laboratorios decidió apostar por una alternativa distinta, más rápida y efectiva.

Ese camino condujo a Tegoprazan, una molécula que ha cambiado la conversación en la gastroenterología. A diferencia de los tratamientos tradicionales, empieza a actuar en apenas 30 minutos y su efecto se extiende durante 24 horas, incluso en las largas madrugadas cuando el ácido suele interrumpir el descanso.

“Particularmente en pacientes con esofagitis grados C y D, Tegoprazan mostró un nivel de cicatrización muy superior”, explica el doctor Pablo David López, cirujano y gerente médico de Carnot para Latinoamérica, quien ha seguido de cerca su impacto clínico.

El contexto colombiano hace aún más evidente esta necesidad. Más del 80 % de la población pertenece al grupo de “metabolizadores rápidos”: sus organismos procesan tan velozmente los medicamentos que, en la práctica, estos dejan de funcionar antes de tiempo.

“Por eso muchos pacientes dicen: ‘me lo tomo, pero no me hace nada’”, señala López. Aquí es donde Tegoprazan marca la diferencia: no depende de la genética del paciente, por lo que su acción es constante, predecible y sostenida en todos los casos.

Qué puede hacer quien sufre reflujo

A pesar de su alta incidencia, solo el 40% de quienes padecen reflujo gastroesofágico acuden a consulta médica, dejando a un gran porcentaje de pacientes sin diagnóstico ni tratamiento adecuado. 

Para quienes viven con síntomas frecuentes de reflujo, la recomendación clave es no posponer la consulta médica, mantener una alimentación equilibrada, evitar comidas muy grasosas o picantes, reducir el consumo de alcohol y café, no fumar y procurar cenar al menos dos horas antes de dormir.

Cuando a pesar de estos cambios los síntomas persisten, contar con tratamientos modernos se convierte en un aliado clave: una terapia respaldada por la ciencia que controla el ácido favorece un descanso reparador y, sobre todo, previene que el reflujo avance hacia complicaciones graves.