La moda sin género de Antonio Marcial y el patronaje virtuoso de Álvaro Calafat han abierto el baile de debutantes de la pasarela 080 en una primera jornada en la que también han mostrado sus últimas propuestas firmas veteranas como Avellaneda, Eñaut, The Label Edition o Menchén Tomàs.
Marcial y Calafat, como Paola Molet o Paloma Wool, que presentarán más adelante sus colecciones, forman parte del grupo de diseñadores milenial y de la generación Z a los que les ha tocado estrenarse en el mundo de la moda sin el calor del público por culpa de las restricciones de una pandemia que en la mayoría de los casos ha condicionado irremediablemente sus colecciones.
“Fresh and Bloody”, la introducción en la 080 de Antonio Marcial, rememora en los patrones el estilo de los noventa, aunque profundizando en la moda sin género, la moda “gender less”.
Antonio Viéitez (Talavera de la Reina, 1993), director creativo de la firma, ha explicado a Efe que hace moda sin género porque se ha dado cuenta “de que ahí fuera existen muchas realidades” de gente que “no se siente cómoda” con lo normativo a la hora de vestir.
“Yo mismo me exploro un poco a través de lo que voy haciendo para ver cómo me siento. Es ir evolucionando y descubriendo los límites y códigos que definen el género en la moda. Pienso que poco a poco la sociedad evoluciona hacia esa deconstrucción de género”, ha añadido.
Álvaro Calafat, por su parte, cuenta otra historia muy propia de la pospandemia, la de la salud mental.
Inspirado por un conflicto personal que le llevó a “pasarlo muy mal” y tras una adolescencia de “mal estudiante”, el joven toledano ha encontrado en la moda su “equilibrio” personal y profesional.
“La moda es todo lo que odio, pero también todo lo que adoro”, ha dicho entre bambalinas a Efe antes de presentar su colección “Capítulo 1: desequilibrio”, una propuesta de trabajado patronaje, de líneas tanto cuadradas y rectas como curvas, redondas y elípticas, inspirado en los pecados que Dante describía en su “Divina Comedia”.
Antes de los jóvenes debutantes, la veterana firma Avellaneda ha sido la encargada de inaugurar la edición de la pasarela de moda con la colección “La nuit éclairée”, basada en el smoking para hombre y mujer y los estampados inspirados en la porcelana china.
La última colección del barcelonés Juan Avellaneda se ha mostrado clara en sus intenciones: “rodearnos con belleza, alegría, diversión y escapismo”.
Por su parte, Menchén Tomás ha presentado “Duende”, una colección que juega con volúmenes volátiles de faldas y vestidos largos donde el corte y estampados del tejido crean diferentes narrativas.
La diseñadora también ha jugado a sacar tejidos de contexto creando combinaciones poco habituales, como el uso de la felpa para la confección de una americana o una camisa de tafetán con volúmenes que desafían la gravedad.
Acostumbradas al digital, su medio desde que nació la firma del dúo de diseñadoras nórdico-catalanas, están The Label Edition, que tras aumentar su factura durante el confinamiento se decidieron a llevar su moda a la 080.
Su propuesta, que pretende dejar a un lado la negatividad, pasa por piezas como los “baggy pants” de colores vivos y detalles de la casa como los volantes que exaltan la exuberancia o botones de diferentes tamaños que conviven en un mismo puño.
Otro joven, aunque algo más veterano en presentar su colección (esta será su cuarta presencia en la 080) en el día de arranque de desfiles es Eñaut, el diseñador vasco y exmeritorio de Josep Abril que llegó por primera vez a la pasarela emblemática catalana en 2019.
La propuesta “Logging 4%” se enfoca en la deforestación y la explotación forestal y lo hace a través de camisas oversize, sudaderas, monos, abrigos y prendas de sastrería en tonalidades neutras que evocan los colores de la tierra con verdes, ocres y negros y el uso del bicolor en algunas piezas.
Como ya pasó en la edición pasada, los desfiles, en formato de “fashion films”, se dan a conocer en directo al público a través de la página web de la 080, pero se grabaron hace unos días por la restricciones de la COVID-19.
Los diseñadores de esta 080 se enfrentan a un conflicto de protagonismo con el propio espacio, y es que en esta edición, y aprovechando la ausencia masiva de turismo en Barcelona, se ha cambiado el tradicional entorno del recinto modernista de Sant Pau por la Casa Milà-La Pedrera, de Gaudí.
Por Lara Malvesí
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