Cumpliendo retos: neveras retornables para salvar vidas

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Con la llegada de las vacunas contra el Covid 19 se hizo urgente hablar de la “cadena de frío” como requisito necesario para preservar y conservar las características físicas de los biológicos.

Sin embargo, hay una larga lista de medicamentos que obligatoriamente requieren un control y conservación de la temperatura, desde su salida origen hasta su uso final en pacientes.

¿Cómo se conserva la cadena de frío? Se debe contar con una empresa certificada y habilitada para que a través de pruebas en diferentes pisos térmicos se logre hacer una correcta configuración de frío.

Dentro de sus iniciativas de gestión ambiental El Grupo Amarey inició el cambio de neveras desechables a neveras retornables, para la entrega de medicamentos relacionados con la reproducción, los análisis clínicos, las inmunoglobulinas, los productos hemostáticos, surfactantes pulmonares y rescate de órganos.

Todos estos medicamentos requieren que se transportan y conservan, dentro de márgenes estrechos de temperatura.

Además de contribuir con la eficaz “cadena de frío”, el proyecto de las neveras retornables, disminuyen el uso del polipropileno expandido, conocido vulgarmente como icopor, uno de los materiales más contaminantes y menos reutilizables para realizar segundos usos, por su alto potencial de contaminación en las micropartículas de su materia prima.

Además, el uso de las neveras reutilizables y fabricadas especialmente para proteger los productos, se impacta de manera positiva migrando paso a paso a prácticas limpias en la cadena de abastecimiento –establecido por Green Supply Chain– y aportando a la conservación y sostenibilidad del medio ambiente.

En Colombia 13% del total de los desechos sólidos por año corresponde a los plásticos y sus derivados, entre los que está el llamado icopor.

Además, hay una reducción de costos en la cadena de suministros basados en la adquisición de materiales de embalajes no reutilizables, los cuales a su vez deben ser almacenados y transportados nacionalmente a otras ciudades lo que multiplica los desperdicios, teniendo varias fuentes de oportunidad.

El icopor es un material que es 0% biodegradable. Es decir, que nunca es descompuesto por el ambiente. Eso significa que cuando llega a los rellenos sanitarios, las calles, los mares o las reservas naturales, quedará allí para siempre.

De otra parte, hay una eficiencia operativa intrahospitalaria, ya que el proceso de entrega se hace de una manera más rápida, se disminuyen los espacios de almacenamiento de estos residuos y a su vez, reducirá el costo de la destrucción final de estos materiales.

Estas neveras retornables hacen parte de los embalajes secundarios de los productos que requieren un control de temperatura, es, por lo tanto, amigable con el medio ambiente al ser reutilizable hasta por 10 años. (GRS-Prensa).