Colocando una simbólica placa en su lugar, investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) declararon este jueves extinto el glaciar Ayoloco, uno de los cuerpos de hielo permanente del país el cual estaba ubicado en la cumbre del volcán Iztaccíhuatl, colocando una simbólica plaza en su lugar.
Hugo Delgado Granados, investigador del Instituto de Geofísica (IGf) y Anel Pérez Martínez, director de Literatura y Fomento a la Lectura de la Coordinación de Difusión Cultural, acompañado por vulcanólogos y montañistas de la UNAM, escalaron el coloso para instalar a 4.626 metros sobre el nivel del mar una placa firmada por la institución, según recoge un boletín.
En dicha placa, los investigadores dejaron un mensaje a las “generaciones futuras” en el que explican que hasta 2018 existió el glaciar Ayoloco y advierten que “irremediablemente” los glaciares mexicanos desaparecerán en las próximas décadas.
“Esta placa es para dejar constancia de que sabíamos lo que estaba sucediendo y lo que era necesario hacer. Solo ustedes sabrán si lo hicimos”, culmina el mensaje difundido en un comunicado.
En el Día de la Tierra, que se conmemora este 22 de abril, Delgado Granados advirtió que el principal efecto de la extinción de este glaciar es la disminución de la cantidad de agua a la que las personas tendrán acceso.
Además, puntualizó, sin las masas grandes de hielo de la parte alta de las montañas, la temperatura se incrementa, de manera adicional, a escala global e inhibe las precipitaciones.
Anel Pérez Martínez afirmó que “ésta no es una placa de honor, es una placa del deshonre, de la vergüenza que nos da, no el cambio climático, sino la emergencia climática”.
Los especialistas explicaron que los glaciares son masas de hielo que permanecen en las cumbres de las montañas durante por lo menos un año. Su importancia ecológica radica en la generación de agua dulce en la Tierra.
En el caso de México disminuyeron durante el siglo XX y sus afectaciones se han acelerado en las últimas dos décadas.
Debido al cambio climático y la influencia de la actividad humana, las temperaturas que normalmente conservaban estos cuerpos de hielo han cedido ocasionando su desaparición, como fue el caso del Ayoloco.
Además de su importancia ecológica y ambiental, este glaciar ha sido protagónico en las artes visuales, fotografía, filmografía y, en particular, en la literatura mexicana.
“Esta pérdida impactará de manera definitiva en el curso del agua, la flora y la fauna al ser en estas cumbres donde se origina el líquido”, lamentó Delgado Granados.
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