Denuncian alarmante retraso de América Latina en sus compromisos climáticos

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Para evitar una catástrofe climática, el mundo debe reducir al menos un 43  % de sus emisiones al 2030 y 60 % al 2035; sólo Cuba, Brasil, Ecuador y Uruguay han presentado las actualizaciones de sus NDC pero con metas poco ambiciosas o fuera de lo requerido por el Acuerdo de París.

Como parte de la campaña Nuestro Desafío Común, The Climate Reality Project América Latina impulsa el monitoreo ciudadano de las NDC en la región, al evaluar aspectos clave como mitigación, adaptación y financiamiento, y genera evidencia que fortalece el diálogo público y la transparencia rumbo a la COP30.

Los Climate Cafés son espacios de diálogo comunitario que buscan traducir temas técnicos en lenguaje claro. Conectan desafíos locales con las políticas nacionales de acción climática (NDCs).

Estas conversaciones se inspiran en el Acuerdo de París, que busca limitar el aumento de la temperatura global por debajo de los 2 °C, con esfuerzos para llegar a 1.5 °C.

El mundo necesita reducir al menos un 43 % de sus emisiones globales para 2030 y un 60 % para 2035 si quiere evitar una catástrofe climática. 

A pesar de esta urgencia, sólo Cuba, Brasil, Ecuador y Uruguay han presentado las actualizaciones  de sus NDC pero los compromisos actuales son insuficientes.

Ante la urgencia de este escenario The Climate Reality Project América Latina continúa con la etapa 2 y 3 de su campaña ‘Nuestro Desafío Común’, que impulsa procesos de monitoreo y participación ciudadana.

El monitoreo recopiló datos sobre el estado actual de las NDC’s de varios países de la región, misma que fue recogida a través de la varias organizaciones ambientales que son parte de la red de Climate Action Network América Latina Canla.

A través de herramientas como scorecards y semáforos, se evalúan cinco aspectos clave de las nuevas NDCs en América Latina y el Caribe: Participación, Mitigación, Adaptación, Transición Justa y Financiamiento para identificar tanto fortalezas como áreas de mejora.

Este monitoreo contribuye a un diálogo informado sobre la ruta climática de cada país  evaluado y demuestra cómo los procesos participativos pueden fortalecer la ambición y la transparencia en la acción climática.

En el caso de  Ecuador, se observa que el país incluyó un proceso participativo en la elaboración de la actualización de su NDC, donde reconoció la participación de sectores públicos, académicos y sociedad civil, éste fue calificado como “aceptable”. 

En el país persisten debilidades clave, como la falta de mecanismos diferenciados para incluir a poblaciones vulnerables como pueblos indígenas, así como la ausencia de claridad sobre cómo se integraron las observaciones recibidas.

En los cinco atributos evaluados (apertura, acceso a la información, mecanismos de incidencia, devolución de resultados y tiempo adecuado), Ecuador sólo cumple parcialmente. Este caso muestra que, incluso cuando existe voluntad institucional, aún falta garantizar una participación sustantiva, representativa y justa para alcanzar las metas medioambientales.

La NDC 3.0 de Ecuador presenta serias debilidades en mitigación: carece de metas sectoriales robustas, no incluye una hoja de ruta hacia la carbono neutralidad al 2050 ni se alinea con los compromisos del Balance Mundial. Su baja ambición limita su aporte a la acción climática global y justifica una calificación insuficiente en este componente.

Para la etapa de participación, de la campaña Nuestro Desafío Común, los NDC Climate Cafés surgen ante la necesidad de crearespacios ciudadanos diseñados para encender la acción climática desde lo local y exigir mayor ambición en los compromisos ambientales.

Su objetivo es ofrecer un espacio seguro y reflexivo para conversar sobre el cambio climático, sin juicios ni presión para encontrar soluciones. A través de charlas casuales, se traduce lo técnico en lenguaje claro y se conectan temas referentes al cambio climático y su impacto en la vida de las personas. 

Los Climate Cafés ofrecen una metodología accesible, informal y poderosa para poner el tema sobre la mesa. Inspirados en los cafés comunitarios tradicionales, estos encuentros convocan a personas de todas las edades a hablar sobre el cambio climático desde sus realidades locales, en tanto se traduce la información técnica en acciones concretas a nivel local.

“El cambio climático afecta directamente a todo el mundo, pero también hay formas de actuar desde lo local”afirmó Itzel Morales Lagunes, directora de The Climate Reality Project Latinoamérica. 

“Los Climate Cafés sobre NDCs nos permiten hablar, proponer y exigir desde nuestras comunidades. Al entender lo que está en juego, sabremos qué pedir. Con unión haremos que nos escuchen”.

Durante su primera etapa en 2024, la campaña se centró en capacitar y sensibilizar a líderes climáticos y ciudadanos mediante un ciclo de webinarios junto a organizaciones aliadas.

En su segunda fase, el enfoque pasó al monitoreo de las NDCs para evaluar ambición, coherencia e inclusión. Este esfuerzo, impulsado por The Climate Reality Project América Latina y la red Canla, invita ahora a participar en Climate Cafés: espacios de diálogo territorial y participativo para conectar realidades locales con la política climática nacional.