Los expertos abundan en análisis sobre el futuro del trabajo híbrido en Latinoamérica. El 72 % de las empresas en América Latina ya implementa trabajo híbrido, pero aún con baja madurez estructural y legal. Solo 3 de cada 10 universidades han adaptado su formación al entorno digital que exige el mundo laboral actual.
Bogotá, Agosto de 2025 — El modelo híbrido no solo llegó para quedarse en América Latina, sino que está rediseñando por completo las reglas del juego laboral.
Según un estudio de JLL, el 72 % de las empresas en la región ya implementan esquemas híbridos o flexibles. Sin embargo, la transición está lejos de ser perfecta, existen brechas tecnológicas, rigidez normativa y culturas centradas en la presencialidad que aún limitan su consolidación.
“El trabajo híbrido ha dejado de ser una moda postpandemia para convertirse en el nuevo estándar. Pero su éxito depende de una reinvención cultural y educativa urgente”, afirma el Elio R. Acosta, experto en educación superior y negocios digitales de BIU University Miami (Broward International University)
Menos escritorios llenos, más flexibilidad laboral
El trabajo totalmente presencial cayó del 66 % antes de la pandemia a solo un 19 % en 2025. En contraste, el modelo híbrido se consolida, países como Brasil muestran una adopción del 86 %, mientras que Colombia y Chile avanzan de forma sostenida. México aún reporta un 31 % de presencialidad total.
Sin embargo, el modelo híbrido no es una solución automática. La implementación ha sido desigual, marcada por brechas tecnológicas, resistencia cultural y falta de herramientas para medir resultados.
“No se trata solo de permitir trabajar desde casa. Es rediseñar procesos, liderazgos y expectativas para un entorno que ya es mayoritariamente digital”, explica Acosta.
Según WeWork Latinoamérica y Page Group (mayo de 2025), el 59 % de los trabajadores colombianos prefiere el formato híbrido, frente al 32 % que opta por el remoto y solo un 8 % por el presencial y entre el 72 % y 81 % de las empresas han adoptado esquemas híbridos, su madurez es baja frente a Europa o EE. UU. Las razones:
● Cultura empresarial que asocia productividad con presencia física.
● Desigual acceso a tecnología y conectividad en zonas rurales.
● Normativas laborales que no contemplan el trabajo remoto.
● Ausencia de políticas de bienestar para trabajadores digitales.
Además, más del 90 % de las empresas en la región son pymes, muchas sin recursos para transformar sus estructuras operativas. “El modelo híbrido no puede funcionar con mentalidades del siglo XX. Requiere una base legal, tecnológica y cultural que lo respalde”, puntualiza Acosta.
El nuevo dilema empresarial: adoptar lo híbrido, sin improvisar
Mientras solo el 24 % de las empresas argentinas han retornado al modelo 100 % presencial, países como Perú alcanzan cifras del 80 %. ¿Qué obstáculos persisten?
● Escasa asistencia voluntaria a oficinas.
● Falta de criterios claros para medir desempeño y compromiso.
● Uso desigual de herramientas digitales.
Según Ipsos, los empleados desean asistir a la oficina 2 días por semana, pero en promedio lo hacen entre 3 y 4 días. La brecha entre expectativas y realidad refleja que el modelo aún está en fase de ajuste.
¿Qué tipo de talento exige esta nueva realidad laboral?
Las habilidades más valoradas combinan competencias blandas y digitales. Según LinkedIn y Coursera 2024, destacan:
● Inteligencia emocional.
● Liderazgo adaptable.
● Colaboración intercultural.
● Gestión de proyectos digitales y ciberseguridad.
El 64 % de las empresas en la región ya invierte en formación en herramientas digitales, metodologías ágiles y habilidades sociales, según el BID y Microsoft “En el mundo híbrido, el talento debe ser autónomo, digital y emocionalmente inteligente”, señala Acosta.
Además el liderazgo en entornos distribuidos enfrenta nuevos retos como la visibilidad limitada del desempeño, que puede derivar en micromanagement y el uso inconsistente de la tecnología, generando pérdida de eficiencia. La solución, para estos desafíos son metas claras, seguimiento por indicadores (KPIs/OKRs) y una cultura basada en la confianza, no en el control.
Las Universidades ¿Están formando para el mundo laboral real?
Menos del 30 % de las universidades latinoamericanas han adaptado sus programas a las exigencias del trabajo híbrido, según el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Persisten los programas rígidos, centrados en clases teóricas presenciales y desconectados de la realidad digital.
“La desconexión entre academia y empresa es un obstáculo para la empleabilidad. Necesitamos formación que prepare para liderar desde lo remoto y colaborar desde cualquier lugar”, insiste Acosta.
Lo que viene: rediseñar el trabajo desde la raíz
Para que el modelo híbrido se consolide en América Latina, no basta con la intención empresarial. Es urgente avanzar en reformas laborales modernas, como la Ley de Trabajo Remoto en Colombia, así como en la formación de líderes con competencias digitales y habilidades empáticas.
También se requiere garantizar el acceso universal a tecnología y conectividad de calidad, especialmente en zonas rurales, y fortalecer las alianzas entre universidades y empresas para cerrar la brecha de habilidades. “La oficina ya no es un lugar, es un sistema. Pero para que funcione, debemos construirlo con nuevas reglas y visión compartida”, concluye Elio R. Acosta, experto de BIU.