El pasado 3 de julio celebramos el día clásico del Economista, en honor del natalicio del primer colombiano que se dejó cautivar de esta disciplina, quien se ilustró e ilustró a sus contemporáneos en la segunda mitad del siglo XVIII y en los albores del siglo XIX sobre los intríngulis de la que a la postre devendría en profesión liberal, una de las derivaciones de las ciencias sociales.
Se trata de Pedro Fermín de Vargas y Sarmiento (1762 – 1810), oriundo de San Gil (Santander), intelectual destacado y precursor en el análisis de la economía colonial, fue un adelantado de su época, a él se debe el Balance de la economía neogranadina. Egresado de la Universidad del Rosario, cuyo edificio en donde funciona la Facultad de Economía lleva su nombre.
Como nos lo recuerda el reputado historiador Jorge Orlando Melo, Pedro Fermín de Vargas analizó la agricultura, las minas y el comercio, concluyendo que este último era el factor estratégico para impulsar a aquellas, por ello, mejorar los caminos era una condición sine qua non en la generación de riqueza.
En estas discusiones sobre el comercio se avizoraban cuestiones que serían cruciales en décadas posteriores, como las relacionadas con el comercio libre y los impuestos, especialmente relevantes a mediados del Siglo XIX, cuando Florentino González, secretario de hacienda de Tómas Cipriano de Mosquera, promovió reformas para eliminar trabas al comercio.
Es de recordar que la profesión de economía en Colombia se rige por la Ley 41 de 1969, la cual fue modificada mediante la Ley 37 de 1990, que creó el Consejo Nacional Profesional de Economía (CNPE), entidad rectora de la misma.
En dos frases, de dos ilustres economistas se puede resumir muy bien cuál es la misión que tenemos los economistas en nuestras sociedades:
“El valor social de la critica consiste en prevenir los errores y no en predecir desastres”
John Maynar Keynes
“Nuestra labor como economistas no es decir lo que debe hacerse, pero sí advertir cuando lo que se hace no está de acuerdo con los buenos principios”
Joan Violet Robinson.
Y eso es lo que hacemos a diario los economistas a través del ejercicio de la cátedra, en desarrollo de nuestras investigaciones y publicaciones, así como en nuestras acostumbradas columnas de prensa.
Por Amylkar D. Acosta M[1]
Cota, julio 3 de 2021
[1] Miembro de Número de la ACCE
Foto tomada de la revista Credencial