Dormir bien, crecer mejor: la clave del sueño en el desarrollo infantil

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Dormir bien es esencial para la salud y el bienestar de todas las personas, pero en la infancia cobra una relevancia especial, ya que durante esta etapa el organismo atraviesa procesos fundamentales de desarrollo físico, cognitivo y emocional.

Un descanso adecuado ayuda a consolidar la memoria, fortalecer el sistema inmunológico y regular el estado de ánimo, lo que permite a los niños afrontar su día a día con mayor energía y concentración.

El sueño infantil influye en el crecimiento, el aprendizaje y el comportamiento.

“Los niños que no duermen bien pueden experimentar problemas de concentración, bajo rendimiento escolar e incluso alteraciones en su desarrollo, ya que durante el sueño se produce la hormona del crecimiento”, explica el Dr. Miguel Silva Soler, neurólogo del Hospital Infantil Universitario de San José y Máster en Sueño.

Si bien estos problemas afectan directamente a los niños, los trastornos del sueño son una problemática más amplia que impacta a la población en general.

En Colombia, el 27 % de las personas padece algún tipo de trastorno del sueño, según el estudio “ Relación de la calidad y la duración del sueño en población colombiana con hipertensión arterial” publicado en la Revista Biomédica del Instituto Nacional de Salud en 2024. Estas cifras resaltan la importancia de la detección temprana y la implementación de hábitos saludables desde la infancia.

¿Cuánto deben dormir los niños?

Las necesidades de sueño cambian según la edad. Un recién nacido requiere entre 18 y 20 horas de descanso al día, mientras que un niño de tres a cuatro años necesita 14 horas. En la adolescencia, lo recomendable es entre 8 y 10 horas, aunque muchos jóvenes no cumplen con este tiempo debido al uso excesivo de pantallas o malos hábitos de sueño.

Sin embargo, no solo la cantidad de horas es clave, sino también la calidad del descanso. Dormir de forma continua y sin interrupciones permite que el cerebro realice sus procesos de restauración, consolidación de la memoria y regulación de emociones.

Principales trastornos del sueño en la infancia

Los problemas de sueño en los niños pueden pasar desapercibidos o confundirse con falta de disciplina. Algunos de los trastornos más comunes incluyen:

  • Apnea del sueño, que provoca pausas en la respiración y afecta la oxigenación.
  • Insomnio infantil, asociado a dificultades para conciliar o mantener el sueño.
  • Sonambulismo y terrores nocturnos, que alteran el descanso y pueden generar ansiedad en los niños y sus familias.

Cuando el sueño no es reparador, pueden aparecer señales de alerta que indican la necesidad de una evaluación médica. Entre ellas, el Dr. Silva menciona la somnolencia excesiva durante el día, que puede afectar el desempeño académico y social del niño; ronquidos o pausas en la respiración al dormir, lo que puede ser signo de problemas respiratorios; dificultades en el crecimiento sin una causa aparente, ya que el sueño influye directamente en la liberación de hormonas esenciales, y despertares frecuentes o comportamientos inusuales durante la noche, como terrores nocturnos o sonambulismo, que alteran el bienestar general del menor.

Pequeños cambios en la rutina diaria pueden favorecer un descanso reparador y mejorar la salud en general. Es importante comprender que intentar recuperar el sueño perdido no es una solución efectiva a largo plazo. Mantener una rutina de sueño constante es clave para evitar la acumulación de fatiga y sus efectos negativos.

Sin embargo, las siestas pueden ser una estrategia útil, especialmente en niños, para mejorar el bienestar cuando han tenido una noche de descanso insuficiente. Para lograrlo, el especialista recomienda:

  • Establecer horarios regulares para acostarse y despertarse, incluso los fines de semana.
  • Evite el uso de pantallas al menos dos horas antes de dormir, ya que la luz azul altera la producción de melatonina, la hormona del sueño.
  • Reduzca el consumo de bebidas estimulantes y comidas pesadas en la noche, que pueden afectar la conciliación del sueño.
  • Fomentar una rutina relajante antes de acostarse, como leer un libro o tomar un baño tibio.
  • Cree un ambiente adecuado para el descanso, con poca luz, sin ruidos excesivos y una temperatura agradable.

Los problemas del sueño deben ser tratados por un especialista, por ello la importancia de una evaluación médica adecuada en casos de insomnio, apnea del sueño o trastornos nocturnos. Así como evitar la automedicación y acudir a un experto en sueño para encontrar soluciones personalizadas según cada caso.

El Hospital Infantil Universitario San José cuenta con un equipo de especialistas en salud del sueño que pueden orientar a las familias en el diagnóstico y tratamiento de estos trastornos. Acceder a una evaluación temprana y un tratamiento adecuado puede mejorar significativamente la calidad de vida de los niños y prevenir complicaciones futuras. Consultar a tiempo puede marcar la diferencia en su bienestar y desarrollo.