
Estados Unidos y China han acordado en principio un marco para llevar a cabo el acuerdo que alcanzaron el mes pasado para resolver sus disputas comerciales, según medios estatales chinos.
El anuncio se produjo el martes luego de dos días de conversaciones en Londres.
El acuerdo anterior se había visto sacudido por una serie de disputas en las semanas siguientes, por lo que el presidente Donald Trump y su homólogo chino Xi Jinping sostuvieron una llamada telefónica la semana pasada para intentar calmar las aguas.
Li Chenggang, viceministro de comercio y representante de comercio internacional de China, dijo que ambas partes habían acordado en principio un marco para implementar el consenso alcanzado entre los dos mandatarios y durante las conversaciones celebradas en Ginebra el mes pasado, informó la agencia oficial de noticias Xinhua.
De momento no había más detalles disponibles, incluidos los planes para una posible próxima ronda de conversaciones.
Li y Wang Wentao, ministro de Comercio de China, formaron parte de la delegación que encabezó el viceprimer ministro He Lifeng. Se reunieron con el secretario de Comercio de Estados Unidos, Howard Lutnick, el secretario del Tesoro, Scott Bessent, y el representante comercial, Jamieson Greer, en Lancaster House, una mansión de 200 años de antigüedad cerca del Palacio de Buckingham.
A su llegada, Lutnick dijo el martes que las conversaciones “iban bien” y anticipaba que se extendieran durante toda la jornada.
Cuando se le preguntó el lunes por la noche cómo iban las negociaciones, Trump dijo a los periodistas que “lo estamos haciendo bien con China. China no es fácil”.
Ambas partes intentan avanzar sobre las negociaciones de Ginebra, donde se acordó una suspensión de 90 días a la mayoría de los aranceles del 100% o más que se habían impuesto mutuamente en una creciente guerra comercial que había desatado temores de recesión.
Desde las conversaciones en Ginebra, Estados Unidos y China han intercambiado palabras airadas sobre semiconductores avanzados que impulsan la inteligencia artificial, visas para estudiantes chinos en universidades estadounidenses y minerales de tierras raras que son vitales para los fabricantes de automóviles y otras industrias.
Trump habló con Xi la semana pasada en un intento por reconducir las relaciones bilaterales, posteriormente anunció que las conversaciones comerciales se reanudarían en Londres.
China, el mayor productor mundial de tierras raras, ha señalado que podría aliviar las restricciones de exportación que impuso a los elementos en abril, alarmando a los fabricantes de automóviles de todo el mundo que dependen de ellos. Beijing, a su vez, quiere que Estados Unidos levante las restricciones al acceso chino a la tecnología utilizada para fabricar semiconductores avanzados.
Trump dijo que quiere “abrir China”, el fabricante dominante del mundo, a los productos estadounidenses.
“Si no abrimos China, tal vez no hagamos nada”, dijo Trump en la Casa Blanca. “Pero queremos abrir China”.
JILL LAWLESS
Yahoo Noticias Agencia AP
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Los periodistas de Associated Press Josh Boak en Washington y Ken Moritsugu en Beijing contribuyeron a este despacho.