Por Christian Knudsen Daccach, CEO de Littio Colombia
Sin duda alguna, los recientes acontecimientos y principalmente las elecciones en EE.UU. estremecieron los mercados y, en especial, la cotización del dólar se fortaleció y siguió una tendencia al alza que no para tras la elección de Donald Trump como nuevo presidente. Sin embargo, los hechos recientes, más allá de marcar una fuerte caída para el peso colombiano, dejan claro que las economías emergentes están expuestas a una alta volatilidad de sus divisas locales.
Pero allí no se detiene todo, desde una perspectiva macroeconómica, varios factores podrían incrementar la volatilidad de la tasa de cambio de estas monedas y del mismo dólar en el corto plazo. En primer lugar, la política monetaria de la Reserva Federal de Estados Unidos continúa siendo un factor crucial. Si la FED decide ajustar las tasas de interés en respuesta a datos económicos o inflacionarios, esto podría fortalecer o debilitar el dólar frente a monedas emergentes. Además, la elección de Donald Trump genera inicialmente incertidumbre, lo cual puede afectar la estabilidad de los mercados cambiarios, especialmente si hay cambios significativos en políticas económicas.
A nivel local, la percepción de riesgo país y la estabilidad fiscal de Colombia también influyen en la volatilidad del peso frente al dólar. La posibilidad de una rebaja en la calificación soberana de Colombia, sumada a la salida de capitales de bonos colombianos, podría aumentar la presión sobre el peso. Por ello, es importante que inversionistas, ahorradores en dólares o en moneda local y usuarios de servicios financieros estén atentos a estos factores para gestionar sus recursos de manera estable frente a esta volatilidad, optimizar el manejo de los mismos, mantener la estabilidad monetaria e incluso sacar réditos de esta coyuntura.
Para este momento, surgen una serie de posibilidades que, de forma eficaz, pueden mitigar los efectos de la volatilidad en economías emergentes, como la colombiana. Mantener parte del capital en monedas fuertes, como el dólar o el euro; hoy en día existen plataformas como Littio permiten a los usuarios acceder a cuentas en dólares de forma rápida y económica, protegiendo así su patrimonio de las fluctuaciones de monedas locales como el peso. Además, se puede optar por diversificar en múltiples monedas y activos financieros, lo cual distribuye el riesgo y reduce la exposición a la volatilidad de una sola divisa. En el contexto de cambios impredecibles, estos instrumentos ofrecen una solución práctica para estabilizar el valor de los ahorros, algo que cada vez más personas en economías emergentes están considerando.
Así mismo, las opciones de ahorro y gestión de recursos que pueden ir más allá de la banca tradicional ofrecen a los usuarios flexibilidad, accesibilidad y costos más competitivos. Por ejemplo, el acceso gratuito a cuentas en EE.UU., les permite a los usuarios recibir y gestionar dólares de manera directa, sin los costos y barreras que suelen encontrarse en bancos tradicionales. Una cuenta en EE.UU. facilita la recepción de pagos internacionales, incluidas transferencias ACH y US Wires, y permite a los usuarios guardar sus recursos en dólares, protegiendo su capital frente a la devaluación del peso colombiano.
Además, el uso de tarjetas internacionales, sin cuota de manejo, es cada vez más habitual pues esto permite realizar compras en diferentes monedas sin cargos adicionales ni conversiones desfavorables, brindando así una experiencia de pago verdaderamente global. Inversionistas y usuarios también pueden transferir fondos de manera instantánea y gratuita entre otros usuarios en América Latina, lo cual resulta en una alternativa económica y eficiente para enviar y recibir dinero, especialmente en un entorno donde el acceso a servicios financieros globales suele estar limitado o encarecido por comisiones.
Este tipo de soluciones financieras no solo mejoran la accesibilidad y control sobre el dinero, sino que también proporcionan a los usuarios la tranquilidad de tener su capital en una moneda fuerte y respaldada, como el dólar, ayudándolos a gestionar mejor sus recursos en un contexto de alta volatilidad cambiaria.