El 20% de las ventas online en Colombia nace en redes

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Con el auge del social commerce, los bancos colombianos se preparan para asumir un nuevo rol: convertirse en espacios seguros para cerrar ventas nacidas en redes sociales.

Más allá de la seguridad, los bancos están explorando cómo ofrecer financiación embebida desde sus apps para transformar un simple “me gusta” en una venta real y con respaldo inmediato.

Bogotá, julio de 2025. Los bancos tienen todas las herramientas para liderar el social commerce. No porque vayan a crear una red social, sino porque están convirtiendo sus aplicaciones en verdaderos marketplaces que permiten cerrar las ventas iniciadas en redes sociales. ¿Cómo? Con tecnología de punta como la que ofrece Aper, líder en soluciones de e-commerce para el sector financiero.

En Colombia, donde el 93%[1] de los usuarios de internet navega a diario por redes sociales y dedica más de 3 horas y 25 minutos diarios a estas plataformas, el social commerce no es una moda: es una mina de oro. De hecho, más del 20% de las compras online en el país ya se originan en plataformas sociales, según Tiendanube.

“Hoy las redes sociales funcionan como verdaderos motores de búsqueda. Esto reconfigura cómo descubrimos marcas, productos y servicios —y también cómo compramos. Y allí se abre una ventana de oportunidad para los marketplaces financieros: generar discoverability y liderar en ventas. Todavía existe un espacio vacante en la categoría para quienes estén dispuestos a liderar en comercio social”, sostiene Natalia Suniga, doctora en Sociología, ex TikTok, speaker y thinking partner especializada en estrategia de marcas y marketing digital.

Y el fenómeno no se detiene ahí: se estima que el mercado colombiano de social commerce alcanzará 1.220 millones de dólares en 2025, con un crecimiento proyectado del 12,3%, de acuerdo con datos de Research and Markets.

Pero este auge viene acompañado de un reto que preocupa a emprendedores, compradores y bancos: el fraude. Aquí es donde entra en juego Aper, que permite a las entidades financieras cerrar esa brecha entre la emoción social y la seguridad financiera.

“Hoy el boca a boca es digital. Las personas confían en las recomendaciones de sus pares online, pero cuando hablamos de dinero, buscamos el respaldo de una institución. Por eso, los bancos están en posición ideal para unir ambas legitimidades y liderar el futuro del social commerce”, suma Natalia Suniga.

La propuesta de esta empresa es tan simple como poderosa: convertir las apps bancarias en un puente seguro entre las redes y la venta final. Por ejemplo, un producto que ves en Instagram puede llevarte a un marketplace dentro de la app de tu banco, donde la compra se concreta con autenticación segura, trazabilidad y, si lo deseas, financiación embebida.

“La banca tiene una oportunidad histórica de convertirse en el espacio donde el social commerce se vuelve confiable. No solo por seguridad, sino porque puede ofrecer ventajas como financiación, soporte post venta y beneficios exclusivos”, comenta Florencia Trotta, directora de Comunicaciones de Aper.

Esto es lo que Aper hace posible:

  • Marketplaces white-label integrados al entorno bancario.
  • Programas de lealtad con cashback o puntos.
  • Validación de identidad y soluciones antifraude.

Así, los bancos no compiten con las redes sociales, sino que las complementan. Las redes inspiran, pero la transacción segura ocurre donde hay respaldo y control.

Según Aper, una de las tendencias que más potencial tiene para transformar el comercio en redes sociales es la financiación embebida, una herramienta que permite ofrecer alternativas de pago flexibles justo en el momento de la compra. Esta solución facilita una experiencia de compra inmediata, integrada y segura dentro del entorno financiero. En contextos donde la decisión de compra se toma en segundos, contar con acceso a crédito al instante puede ser determinante para cerrar la venta.

“La financiación embebida es la posibilidad de ofrecer crédito directamente en el momento y lugar de la compra, sin fricciones. En el contexto del social commerce, esto permite que un usuario pase del interés al cierre de venta sin abandonar el entorno del banco, accediendo a pagos en cuotas, promociones o beneficios en tiempo real. Es una herramienta poderosa para aumentar la conversión y democratizar el acceso al consumo digital”, complementa Florencia Trotta.

Esta nueva forma de comprar y vender, donde lo social y lo financiero se cruzan, plantea una transformación profunda en la manera como entendemos el comercio digital. No se trata solo de tecnología, sino de confianza, accesibilidad y nuevas reglas de juego. En un país donde las redes sociales ya son vitrinas cotidianas, encontrar espacios seguros para concretar esas compras podría marcar la diferencia entre una oportunidad aprovechada, o una estafa más.


[1] https://www.marketwatch.com/press-release/colombia-social-commerce-intelligence-report-2025-market-to-grow-by-12-3-to-reach-1-22-billion-this-year-future-growth-dynamics-to-2030-researchandmarkets-com-d7577fe7