El desarrollo visto desde un enfoque en derechos humanos

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Luis ha sido elegido para representar a su comunidad en las negociaciones con el gobierno y con una empresa extranjera que planea construir un gran proyecto energético en su terreno. Recientemente, cuando se encontraba de regreso a casa luego de una reunión, tuvo la sospecha de que lo estaban siguiendo y recibió mensajes por las redes sociales que lo amenazaban con hacerlo desaparecer si continuaba oponiéndose al proyecto.

Juanita trabaja todo el día cuidando de la casa y de los niños. Ha estado planeando ir de noche a hacerse un chequeo en el centro de salud local, pero el camino es oscuro y teme ser atacada. En el otro lado de la ciudad, un proyecto está financiando la electrificación del edificio administrativo local. Juanita le pide al alcalde que aproveche la oportunidad para instalar alumbrado público en la vía al centro de salud para que pueda acceder a sus servicios de manera segura.

Clara dejó su país de origen para buscar trabajo en un gran proyecto al otro lado de la frontera. Le prometieron que podría trabajar como empleada doméstica en un hotel donde alojan a los trabajadores y le dijeron que podía pagar el costo del viaje con su primer salario. En lugar de eso, acabó en un burdel aledaño, traficada para prostitución.

Mario es un agricultor indígena que trabaja el campo en las tierras de su comunidad utilizando técnicas tradicionales heredadas de sus antepasados. Hace unos días, llegó un empresario de la capital que dice ser dueño del título de propiedad de esas tierras y anunció que quiere venderlas a una empresa agroindustrial. Poco después, la policía y unos hombres armados desalojaron a Mario de su tierra, destruyeron sus cultivos y le prohibieron regresar.

¿Qué tienen en común Luis, Juanita, Clara y Mario? Sus derechos humanos han sido vulnerados.

Los derechos humanos son universales e inherentes a todos nosotros, independientemente de la nacionalidad, el sexo, el origen nacional o étnico, la raza, la religión, el idioma o cualquier otra característica. Estos van desde los más fundamentales, como el derecho a la vida, hasta los que hacen que la vida valga la pena, como el derecho a la alimentación, a la educación, al trabajo, a la salud y a la libertad.

Los gobiernos son los garantes de los derechos humanos. Deben respetar nuestros derechos y evitar poner límites al disfrute de nuestras libertades. También tienen la obligación de protegernos de aquellos que quieran abusar de nuestros derechos. Y tienen el deber de hacer cumplir los derechos humanos, proporcionando las condiciones básicas para que cualquier persona alcance su potencial y viva con dignidad.

Los derechos humanos y el BID

Los derechos humanos son intrínsecos a la misión del BID de mejorar vidas y llevar desarrollo sostenible a nuestra región. Si bien las historias que mencionamos en la introducción son hipotéticas, podrían reflejar fácilmente las realidades que podemos encontrar durante el diseño y la implementación de nuestros proyectos.

Teniendo esto en cuenta, el BID ha adoptado un nuevo Marco de Política Ambiental y Social (MPAS) que eleva el respeto por los derechos humanos al centro de la gestión de riesgos ambientales y sociales en los proyectos del BID. Los prestatarios del BID deben respetar los derechos humanos, evitar la violación de los derechos de otros y abordar los riesgos e impactos sobre los derechos humanos en los proyectos del BID.

Este compromiso se ve reflejado en las normas de desempeño ambiental y social (NDAS) del MPAS, ya que todas están relacionadas directa o indirectamente con la protección de los derechos humanos. Las normas están estrechamente alineadas con el derecho internacional humanitario y reconocen y se basan en derechos existentes, como los derechos de los pueblos indígenas y los derechos de los trabajadores.

A través de este marco de políticas innovador, ahora podemos evaluar los riesgos relacionados a los derechos humanos en el contexto de todos los proyectos del BID. En caso de identificar algún riesgo, apoyamos a nuestros prestatarios a llevar a cabo la debida diligencia para identificar formas de evitar vulnerar los derechos humanos de los beneficiarios de nuestros proyectos, de los grupos de interés y de los trabajadores. El BID está comprometido con ayudar a los prestatarios a proteger a las personas del abuso, permitir el cumplimiento de sus derechos y reparar el daño causado.

Respetar, proteger y cumplir los derechos humanos

Demos un vistazo nuevamente a las historias hipotéticas de Luis, Juanita, Clara y Mario y cómo se deben abordar sus situaciones.

El BID tiene una política de tolerancia cero hacia las represalias y toma en serio cualquier alegación creíble. Luis debe sentirse seguro y cómodo hablando por su comunidad como lo garantiza su libertad de expresión. El prestatario podría cambiar la ubicación de las consultas públicas o brindar acceso a plataformas alternativas que protejan la identidad de los participantes. Los datos de Luis deben mantenerse confidenciales y, si está de acuerdo, las amenazas a su vida podrían ser investigadas por las autoridades locales.

Cuando Juanita expresa su sugerencia durante las consultas públicas para la electrificación del edificio administrativo, el BID podría apoyar al prestatario en incorporarla al diseño del proyecto, ampliando las líneas de distribución y el alumbrado público hasta el centro de salud, garantizando así que las mujeres puedan acceder a sus servicios de forma segura, disfrutando de su derecho a la salud.

La trata de personas es una grave violación de muchos derechos, como el derecho a la vida, la libertad y la seguridad; el derecho a la libertad de movimiento; y el derecho a no ser sometido a torturas o tratos crueles, inhumanos o degradantes. Debemos sacar de inmediato a Clara de esta situación abusiva y trabajar con ella, las autoridades locales, las organizaciones de la sociedad civil y otras partes interesadas para remediar su caso.

Mario ha sido desalojado por la fuerza, violando, entre otros, sus derechos a una vivienda adecuada, a la alimentación, el agua y la cultura. El BID respeta los derechos territoriales de los pueblos indígenas, incluso cuando no están formalizados. Los proyectos que puedan afectar a los pueblos indígenas y sus tierras de forma negativa deben obtener su consentimiento libre, previo e informado. Por lo tanto, se debe permitir que Mario regrese a su tierra y debe ser compensado por cualquier daño causado.

El nuevo MPAS del BID proporciona una gama de herramientas flexibles para ayudar a los prestatarios a navegar por los riesgos e impactos de sus operaciones. Esta semana celebramos el Día de los Derechos Humanos promoviendo el respeto, la protección y el cumplimiento de los derechos humanos, que son elementos fundamentales de nuestra misión de mejorar vidas en América Latina y el Caribe.

Por  Ute Reisinger

Ute Reisinger es una especialista social sénior en la Unidad de Soluciones Sociales y Ambientales que se enfoca en derechos laborales y humanos. Es responsable de apoyar a los clientes del BID en la implementación del nuevo Marco de Política Ambiental y Social del Banco y su Estándar de Desempeño Ambiental y Social 2 sobre Trabajo y Condiciones de Trabajo.