El lunes se presentó en la cumbre de la ONU COP27 un plan liderado por el G7, denominado “Escudo Global”, para proporcionar financiación a los países que sufran catástrofes climáticas, aunque algunos cuestionaron la eficacia del plan previsto.
Coordinado por la presidencia del Grupo de los Siete —Alemania— y el grupo V20 de países vulnerables al clima, su objetivo es proporcionar rápidamente un seguro preestablecido y financiación para la protección contra catástrofes después de que se produzcan eventos como inundaciones, sequías y huracanes.
Con el apoyo de 170 millones de euros (175,17 millones de dólares) de Alemania y 40 millones de euros de otros donantes, como Dinamarca e Irlanda, el “Escudo Global” desarrollará en los próximos meses ayudas que se desplegarán en países como Pakistán, Ghana, Fiyi y Senegal cuando se produzcan los acontecimientos.
Sin embargo, algunos países y activistas se mostraron cautelosos, preocupados por el riesgo de perjudicar los esfuerzos para asegurar un acuerdo sustancial sobre la ayuda financiera para las llamadas “pérdidas y daños”, la jerga de la ONU para los daños irreparables causados por el calentamiento global.
La ministra alemana de Desarrollo, Svenja Schulze, dijo que el “Escudo Global” pretendía complementar, no sustituir, los avances en materia de pérdidas y daños.
“No es una especie de táctica para evitar la negociación formal sobre los acuerdos de financiación de pérdidas y daños aquí”, dijo Schulze. “El ‘Escudo Global’ no es la única solución para las pérdidas y los daños. Desde luego que no. Necesitamos una amplia gama de soluciones”.
Algunas investigaciones sugieren que, para 2030, los países vulnerables podrían enfrentarse a 580.000 millones de dólares al año en concepto de “pérdidas y daños” relacionados con el clima.
El ministro de finanzas de Ghana, Ken Ofori-Atta, que preside el grupo V20 de países vulnerables, calificó la creación del “Escudo Global” de “largamente esperada”.
Sin embargo, algunos países vulnerables cuestionaron el hecho de que el plan se centre en los seguros, ya que las primas de éstos añaden otro coste a los países con problemas de liquidez que tienen bajas emisiones de carbono y son los que menos han contribuido a las causas del cambio climático.
“Todavía no estamos convencidos, especialmente de los elementos del seguro”, dijo a Reuters Avinash Persaud, enviado especial para la financiación del clima de la primera ministra de Barbados, Mia Mottley.
“Utilizar el seguro es un método en el que la víctima paga, sólo que a plazos al principio”, dijo, y añadió que la financiación de pérdidas y daños debería basarse en subvenciones.
No estaba claro de inmediato qué parte de la financiación del “Escudo Global” anunciada hasta ahora era en forma de subvención.
Michai Robertson, negociador de la Alianza de Pequeños Estados Insulares —que defiende la creación de un nuevo fondo de la ONU para pérdidas y daños en las conversaciones de esta semana— dijo que incluso las primas de seguro subvencionadas podrían permitir a las compañías de seguros de los países ricos beneficiarse del sufrimiento de las naciones pobres y vulnerables.
“Hay una injusticia inherente en que se beneficien de nuestras pérdidas y daños”, dijo.
(1 dólar estadounidense = 0,9705 euros)
(Información adicional de Valerie Volcovici; editado en español por Benjamín Mejías Valencia)
Por Kate Abnett y Simon Jessop
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