El Gran Desafío

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“La Geografía nos hizo vecinos, la historia amigos, la economía socios y la necesidad aliados: Keneddy

Por Amylkar David Acosta Medina, Miembro de Número de la ACCE

Barranquilla, abril de 2025

DE LA GLOBALIZACIÓN FRAGMENTADA A LA FRAGMENTACIÓN DE LA GLOBALIZACIÓN

Paradójicamente el “Día de la liberación”, como fue como catalogó el Presidente Donald Trump, el 2 de abril fue la ocasión propicia para anunciar las más drásticas medidas de protección al mercado interno de los EEUU. Adujo que “ante la implacable guerra económica que enfrentamos, nuestro país ya no puede continuar con una política de rendición económica unilateral. En mi opinión este es uno de los días más importantes de la historia porque es nuestra declaración de independencia económica”. Más que una declaración de independencia en mi concepto, como lo veremos, es de aislamiento de la primera potencia económica del mundo.

A su juicio, dicha dinámica atentaba contra la estabilidad económica, el empleo y la seguridad nacional, razón que esgrimió para la declaratoria de la Emergencia Nacional y amparado en esta echó mano de la Ley de poderes económicos (Ieepa), que inviste al Presidente de las facultades para expedir ordenes ejecutivas tendientes a conjurar los daños que ello podría infligirle a la Nación. Con ello le hurtó el cuerpo al Congreso, al eximirlo de su trámite a través del mismo y por ende eludió el debate en torno a la conveniencia y oportunidad de estas medidas tan draconianas.

Esta política está inspirada en el movimiento nativista  MAGA (Make America Great Again), el cual surgió al calor de su campaña proselitista para llegar a la Casa blanca  por primera vez en 2016, que fue el principio del fin de la globalización como la conocíamos, pero que se vio truncado con la derrota de Trump en su intento de reelegirse y la llegada de Joe Biden a la Presidencia. Su eslogan de que “haremos que Estados Unidos vuelva a ser grande”[1] es su mantra y su promesa que “la edad de oro”[2] del país “comienza ahora”[3] Y ahora, con renovados bríos, al retomarla estamos pasando de una globalización fragmentada a la fragmentación de la globalización, caracterizada por el caos.

Procedió, entonces, el Presidente Trump a expedir la orden ejecutiva mediante la cual  procedió a gravar las importaciones a los EEUU con aranceles de un 10% como tarifa general y global, al tiempo que impuso otros denominados “recíprocos” o “equivalentes”, lo que en la práctica no es más que un arancel punitivo, aplicable a aquellos países con los que la balanza comercial es deficitaria o le han establecido barreras al acceso de sus exportaciones, destacándose entre ellos China y Vietnam, que han sido los países que han llevado la peor parte, con gravámenes del 54% y 46%, respectivamente. China y EEUU, particularmente están trenzados en un pulso que nadie sabe cómo va a terminar: China contratacó subiendo sus aranceles a las importaciones desde EEUU del 34% hasta el 84% y Trump le ripostó elevando los suyos hasta el 104%. Pese a que el pasado 7 de abril comentó “no estar considerando una pausa en la política arancelaria antes de entrar en vigencia”[4], sorprendió al mundo y de manera intempestiva resolvió anunciar una pausa de 90 días a los nuevos aranceles a 75 países que, como se dice coloquialmente, le pidieron cacao, haciendo gala de su estilo transaccionista, exceptuando explícitamente a China, a la que se los elevó hasta el 125%!

LA LEY DEL TALIÓN

Según Trump, se propone con estas medidas cerrar la brecha del desbalance comercial en contra de EEUU, la cual supera los US $1.3 billones, pasando por alto deliberadamente el enorme superávit en su balanza de servicios, que bordea los US $300.000 millones que, sumada a las remesa de las utilidades de sus gigantes tecnológicas esparcidas por todo el mundo, el saldo a su favor supera el billón de dólares.

Ha sido enfático el Presidente Trump al afirmar categóricamente que con esta ofensiva arancelaria, “empezamos a hacer a Estados Unidos rico de nuevo. Durante décadas nuestro país ha sido saqueado y violado. Hace 4 años no se oía hablar de nuestro país y sus contribuyentes han sido estafados durante más de 50 años, pero no va a suceder más”[5]. Desde luego, es claro que las barreras arancelarias impuestas son un arma de doble filo, ya que, como lo establece la tercera Ley de Newton, toda acción da lugar a una reacción igual y en sentido opuesto, de tal suerte que esta confrontación de los EEUU con sus socios comerciales puede conducir a lo que dijo Gandhi de la ley del talión: “ojo por ojo y el mundo acabará ciego”.

Es claro que con este paso que ha dado el Presidente Trump este pateó el tablero y de contera está transgrediendo y violando los TLC suscritos, entre ellos el que firmó con Colombia, lo que le valdrá, muy seguramente  denuncias ante una Organización Mundial de Libre Comercio (OMC), totalmente inoperante, por parte de los países afectados. Según Gabriel Ibarra, socio de la firma Ibarra  Rimón, las demandas por violación a los tratados internacionales de comercio y la controversia que ello puede suscitar difícilmente prosperarán, dado que “el órgano de apelaciones (Ciadi) quedó bloqueado porque Estados Unidos ha impedido el nombramiento y reemplazo de los miembros del órgano en la medida en que se han ido venciendo los períodos”[6]. De manera que esta vía está bloqueada.

Pero, ello no es óbice para que China y la Unión Europea, especialmente contemplen medidas retaliatorias en respuesta a la ofensiva proteccionista del Presidente Trump. China, además de establecer un arancel a las importaciones provenientes de los EEUU del 34% ha ordenado restringir sus exportaciones de minerales raros y críticos, como también sobre cinco metales críticos, como lo son el tungsteno, el telurio, bismuto, indio y molibdeno, esenciales para la y asumió además el control de las tierras raras, poniendo en aprietos a la industria tecnológica.

Por su parte Úrsula von der Leyen, Presidenta de la Comisión Europea, dejó en claro que “los aranceles universales anunciados por el Presidente Trump son un duro golpe a la economía mundial. Lamento profundamente esta opción”[7], el bloque de los europeos está “preparado para responder…Nos estamos preparando para más contramedidas, para proteger nuestros intereses y nuestros negocios si las negociaciones fracasan”[8]. La tensión en sus relaciones con EEUU viene escalando y ahora con más veras y su esperada respuesta la exacerbará aún más. En su agresiva política comercial, al mejor estilo de la Política hegemónica del Gran garrote Theodore Roosevelt, el Presidente Trump no ha tenido ninguna consideración paran con sus antiguos aliados, particularmente con aquellos países que integran la Unión Europea. Sus lideres y mandatarios deben están recordando la frase que acuñó el sexto Presidente de los EEUU John Quincy Adams: “EEUU no tiene amistades permanentes sino intereses permanentes”.

LOS DAÑOS COLATERALES

Las consecuencias para EEUU y para el mundo no se han hecho esperar. Así se solace el Presidente Trump alardeando, como si estuviera jugando sólo en la cancha por él escogida, de que “el arancel es la palabra más hermosa del diccionario”[9], que “los mercados tendrán un boom, el país tendrá un boom, los mercados van a despuntar, las bolsas van a despuntar y el país va a despuntar”[10], empezando por la caída sincronizada de las bolsas indican todo lo contrario. Y como si fuera un boomerang, además de resentir la actividad económica en su propio territorio, se está disparando la inflación nuevamente, la misma que alcanzó su pico del 9% en 2023 y que le sirvió de caballito de batalla para derrotar a Biden, ha venido afectándose  el tiro. Por ello, no es de extrañar que la confianza del consumidor también se ha resentido y viene a la baja, desde el 64.7% en febrero a 57.9% en marzo. El tiro le salió por la culata.

Estas medidas coinciden con una coyuntura en la que todos los precios de los commodities han estado a la baja y ahora sus precios se están viendo  impactados por la imposición de los “aranceles cruzados”. Este aspecto es muy relevante para Colombia, cuyo primer renglón de exportación es el petróleo. No obstante, a pesar de que el petróleo, el gas y los refinados quedaron exentos de estos gravámenes arancelarios, su precio ha caído 7%, situándose en los US $69.92. En ello han influido especialmente dos factores: el primero de ellos es que estas medidas draconianas y hostiles tomadas por el Presidente Trump ha despertado muchos temores de una ralentizacion del crecimiento de la economía global y de un brote inflacionario, que podría derivar en una estanflación y de contera una baja del consumo y la demanda por crudo.

En segundo lugar, la OPEP+ sorprendió al mundo con su decisión de precipitar el bombeo de una mayor oferta de crudo de la esperada. Abrió el grifo para revertir sus recortes anteriores en una proporción del 300% que se tenía previsto y ello a partir del mes entrante. En un comunicado del cartel de la ÓPEP+ se dice que “en vista de que los fundamentos del mercado siguen siendo saludables y de las perspectivas positivas (…), los ocho países participantes aplicarán un ajuste de producción de 411.000 barriles diarios, equivalente a tres incrementos mensuales, en mayo de 2025[11], indica la nota. En contraste con lo que ocurre con el petróleo, en cambio el precio del oro está disparado, superando la barrera de los US $3.000 la onza de oro troy.

La baja inusitada de los precios del crudo, siendo su primer renglón de exportación, obviamente impactará a la economía colombiana, dado que, según cálculos de la Asociación colombiana de ingenieros de petróleo (ACIPET), por cada dólar que baja la cotización del crudo se impactan el valor de las exportaciones y la entrada de divisas en una cuantía de US $16 millones. Ello afectará también el crecimiento de la economía, pues se estima que por cada US $10 que cae el precio cae el crecimiento del PIB 0.4 puntos porcentuales. Este es un gran desafío para Colombia, el cual deberá encarar con serenidad y prudencia!

COMO CORCHO EN REMOLINO

A Colombia, no obstante que sólo la cobija la tarifa general de un arancel del 10%, según estudio de Corficolombiana sobre su impacto, en el Índice de vulnerabilidad comercial frente a EEUU, se ubica en el segundo lugar (54.5) después de México (66.7). Y no es para menos, ya que el 33.7% de sus exportaciones, especialmente petróleo, café, flores y frutas, tienen a los EEUU como destino y el 26.8% de las importaciones provienen de la declinante potencia del Norte. El impacto no es mayor en el caso de Colombia porque, como afirma la Presidenta de la Cámara de Comercio Colombo Americana María Claudia Lacouture, “al tratarse de una medida universal, todos los países proveedores enfrentan el mismo aumento, por lo que los productos colombianos siguen siendo competitivos en el mercado de Estados Unidos”[12]. Dicho de otra manera, coloquialmente, lo que es igual para todos no es ventaja para nadie.

No se puede perder de vista tampoco que el 27% de los insumos del aparato productivo de Colombia viene de los EEUU y ellos, muy seguramente se encarecerán tanto por cuenta de la devaluación del peso con respecto al dólar que se ve venir a consecuencias de la guerra arancelaria, sino porque los aranceles aplicados a las importaciones estadounidenses, además de desacelerar el crecimiento de su economía disparará de nuevo la inflación, con un alto riesgo que ello derive en una estanflación generalizada, afectando de paso la demanda por los productos exportados desde Colombia.

De hecho, según el Banco J P Morgan Chase, la posibilidad del advenimiento de una recesión global pasó del 40% al 60% a consecuencia de los desvaríos de la agresiva política comercial de la administración Trump. Por su parte la Universidad Yale conceptúa, a partir de un estudio bien documentado, que se espera un aumento de por lo menos 5 puntos porcentuales de la inflación, la cual se traducirá para cada ciudadano estadounidense un mayor gasto entre los US $5.000 y los US $10.000. Este es un gran desafío para Colombia!

Por ello, preocupa sobremanera que en medio de semejante turbulencia por la que le toca atravesar la economía colombiana, la cuarta de Latinoamérica, después de las de Brasil, México y Argentina, como si fuera un corcho en remolino, con muy poco margen de maniobra, el Ministerio de Comercio, industria y turismo sigue acéfalo, sin titular, después del retiro de Luis Carlos Reyes. A raíz del rifi rafe entre el Presidente Trump y el Presidente Petro y el conato de enfrentamiento entre los dos en la madrugada del 26 de enero, a raíz de su desencuentro que tensionó las relaciones diplomáticas entre los dos países por el trato dado a los colombianos deportados desde los EEUU, en respuesta a la amenaza de imponerle un arancel del 25% a las importaciones desde Colombia el Presidente Petro manifestó que él le respondería con la misma moneda y que su represalia no se haría esperar. Y fue más lejos al afirmar que “si a Trump se le ocurre acabar el TLC, yo lo aplaudo”[13].

Resta saber si, ante los hechos cumplidos, el Presidente Petro estará pensando lo mismo. Por lo pronto, al reaccionar frente a la andanada de esta ofensiva arancelaria por parte del Presidente Trump, sólo atinó a decir, en tono menor, que “Estados Unidos cree ahora que subiendo aranceles a sus importaciones en general, pueda aumentar su propia producción, riqueza y empleo, en mi opinión puede ser un gran error…entonces debería bajar drásticamente la tasa de interés en dólares”[14]. Advirtió, además, que “si la tasa de interés es alta, no habría inversión productiva en el mundo ni en EEUU, y se abriría una ola recesiva. El socialismo a la China al parecer ganaba en la libre competencia, y por tanto el capitalismo en EEUU ahora busca es una especie de monopolización nacional del comercio[15]. Y remató diciendo que, en esta coyuntura en la que EEUU toma distancia de sus socios y amigos, “América Latina ve nuevas oportunidades: integrarse entre sí y con México y de verdad, abrirse integrada al mundo, y ganar mercados norteamericanos de bajo valor agregado”[16].


[1] Discurso de posesión el 20 de enero de 2025

[2] Ídem

[3] Ídem

[4] Líbero. Abril, 7 de 2025

[5] Semana. Abril, 3 de 2025

[6] Asuntos legales. Julio, 17 de 2023

[7] BBC News. Abril, 3 de 2025

[8] Ídem

[9] Portafolio. Enero, 28 de 2025

[10] El Nuevo siglo. Abril, 4 de 2025

[11] SWI.Swissinfo.ch. Abril, 3 de 2025

[12] La República. Abril, 3 de 2025

[13] El Colombiano. Febrero, 21 de 2025

[14] El Tiempo. Abril, 4 de 2025

[15] Ídem

[16] Ídem