El exalcalde izquierdista de Bogotá Gustavo Petro, el político de derecha Federico Gutiérrez y el matemático de centro Sergio Fajardo ganaron el domingo sus boletos a las elecciones presidenciales de Colombia, en unos comicios en los que se renovó el Congreso y 16 víctimas fueron elegidas legisladores.
Las tres consultas para definir a igual número de candidatos para los comicios presidenciales de mayo se realizaron paralelamente a las elecciones legislativas.
Petro, quien fue militante de la desmovilizada guerrilla del M-19 y hasta ahora lidera todas las encuestas para la primera vuelta, alcanzó más de un 80% de los votos de la coalición izquierdista Pacto Histórico, equivalente a 4,05 millones de sufragios, con un 90% de las mesas de votación escrutadas, superando ampliamente a los líderes de las otras consultas.
Gutiérrez, un carismático exalcalde de Medellín, ganó la consulta de la coalición derechista Equipo por Colombia con un 54,3% de los votos, más de 1,9 millones de sufragios.
Fajardo, exgobernador del departamento de Antioquia y exalcalde de la ciudad de Medellín, logró un 33% de los votos, más de 659.000 sufragios, en la Coalición de Centro Esperanza.
El actual partido de Gobierno al que pertenece el presidente derechista Iván Duque y que dirige el expresidente Álvaro Uribe, el Centro Democrático, eligió previamente a Óscar Iván Zuluaga como su candidato presidencial para la primera vuelta de mayo.
La votación también definió los partidos que tendrán el eventual control de un desprestigiado Congreso de 108 senadores y 187 representantes a la cámara que, aunque ha sido salpicado por escándalos de corrupción, deberá tramitar claves reformas sociales y económicas.
El nuevo Congreso, para un periodo de cuatro años, tendrá la facultad de hacer control político al Gobierno de quien gane la próxima elección presidencial y reemplace a Duque, que entrega el poder en agosto.
UN CONGRESO DIVIDIDO
Los primeros escrutinios mostraban que ningún partido obtuvo la mayoría en las elecciones legislativas, lo que obligará al presidente que sea elegido a construir coaliciones para conseguir la aprobación de leyes decisivas para sus planes de gobierno, como sucedió en los últimos años.
Los resultados de las votaciones se convirtieron en un termómetro para la primera vuelta de las presidenciales de mayo, debido a que reflejaron la convocatoria que lograron las consultas de la derecha, la izquierda y el centro, que eran opcionales para los electores.
Con casi un 90% del conteo, la izquierda obtenía más de 5 millones de votos, la derecha superaba los 3,5 millones de sufragios, mientras que el centro lograba 1,9 millones de acuerdo con los datos entregados por la Registraduría Nacional.
Unos 38,8 millones de electores estaban habilitados para sufragar en el país de 50 millones de habitantes que, aunque tiene una de las democracias más antiguas de América Latina, registra históricamente una elevada abstención porque el voto no es obligatorio.
Los habitantes de 167 municipios de apartadas zonas montañosas y selváticas golpeadas por la violencia del conflicto armado de casi seis décadas, que ha dejado 260.000 muertos y millones de desplazados, eligieron a 16 víctimas como legisladores.
Las denominadas curules de paz es un punto del acuerdo del 2016 que permitió la desmovilización de la antigua guerrilla de las FARC para darles participación política a las personas más afectadas por el conflicto e históricamente marginadas.
Las víctimas tendrán representación en el Congreso por dos periodos legislativos.
Unos 240.000 efectivos de la Policía Nacional y de las Fuerzas Militares fueron desplegados en todo el país para garantizar la seguridad en más de 12.500 puestos de votación y el normal desarrollo del proceso electoral para el que se inscribieron 24.000 candidatos.
(Reporte de Luis Jaime Acosta, Oliver Griffin y Carlos Vargas)
Por Luis Jaime Acosta y Oliver Griffin
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