El papa Francisco, de 86 años visitará Mongolia del 31 de agosto al 4 de septiembre, anunció este sábado el Vaticano en un comunicado, sin aportar más detalles sobre el programa del viaje.
Se trata de la primera visita de un papa a este país de Asia de mayoría budista y que cuenta con una de las comunidades católicas más pequeñas del mundo, de apenas unas 1.500 personas sobre un total de tres millones de habitantes, según el Vaticano.
Francisco, que prefiere las “periferias” a los bastiones católicos occidentales, anunció en febrero que preveía viajar a ese país, con el que la Santa Sede estableció relaciones diplomáticas en 1992.
Situado entre Rusia -de la que era un satélite en la época soviética- y China -que absorbe el 86% de sus exportaciones-, Mongolia es una nación rica en recursos mineros. Más de un tercio de sus habitantes son ganaderos nómadas.
Desde el desmantelamiento de la Unión Soviética y la instauración del régimen democrático en 1990, el país es presa de la inestabilidad política y se ha visto afectado por varios escándalos de corrupción.
En agosto de 2022, el papa nombró cardenal al misionario italiano Giorgio Marengo, prefecto apostólico de la capital mongola, Ulán Bator. A sus 48 años, se convirtió en el cardenal más joven del mundo.
La visita “se corresponde con la ambición de Mongolia de estar presente como un actor internacional que sea tenido en cuenta. Cualquier visita oficial es bienvenida, sobre todo porque ayuda a legitimar su posición y a diversificar sus relaciones exteriores”, explicó a la AFP Antoine Maire, investigador asociado de la Fundación para la Investigación Estratégica y especializado en Mongolia.
– Salir del aislamiento –
Mongolia, al depender “de las exportaciones a China y de las importaciones de petróleo refinado de Rusia […], intenta salir de ese aislamiento tratando de preservar una neutralidad y desarrollando relaciones privilegiadas con otros socios”, agregó.
El viaje podría verse empañado por la sombra de China, con la que la Santa Sede renovó en 2022 un acuerdo histórico firmado en 2018 sobre la espinosa cuestión del nombramiento de los obispos.
El texto despertó críticas dentro de la Iglesia, pues hay quien ve en él una intromisión por parte de Pekín en la vida de los cerca de 10 millones de católicos que viven en China, donde se destruyeron iglesias y se cerraron guarderías religiosas, en medio de una fuerte restricción de la libertad religiosa.
Sin embargo, según Antoine Maire, Mongolia no parece estar en condiciones de jugar un papel de intermediario en la relación entre ambos Estados.
Desde su elección, en 2013, el jefe de la Iglesia católica ha efectuado 41 viajes al extranjero y visitado unos sesenta países.
Pese a que cada vez está más delicado de salud (fue hospitalizado a finales de marzo por una neumonía y tiene que moverse en silla de ruedas o con bastón por un dolor en la rodilla), Jorge Bergoglio continúa viajando.
Tras sus visitas a la República Democrática del Congo, a Sudán del Sur y a Hungría este año, del 2 al 6 de agosto tiene previsto desplazarse a Portugal con motivo de las Jornadas Mundiales de la Juventud (JMJ) y a Marsella (sur de Francia) el 23 de septiembre. También mencionó planes de viajar a Argentina e India en 2024.
Clément MELKI
Yahoo Noticias Agencia AFP Foto internet AFP