El proyecto silencioso que salva vidas estudiantiles

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Docentes de la Universidad del Magdalena se siguen ‘poniendo la camiseta’ por la salud mental de sus estudiantes y se han convertido en grandes influenciadores que silenciosamente han construido redes de apoyo para salvar vidas.

En 2023, a través del Programa de Atención Psicológica – PAP, la Alma Mater puso en marcha el proyecto ‘Tejedores de vida’, en el cual 22 profesores de todas las unidades académicas dedican tiempo en sus clases para fortalecer las emociones con actividades dinámicas y prácticas.

“Entendemos que los docentes pueden influir en la vida de los estudiantes. Desde el PAP les damos herramientas para que toquen corazones. La intención es promover la salud mental y prevenir crisis”, explicó Eliú Fajardo Castillo, coordinador del área educativa del Programa.

Salir de la rutina

Algunos docentes han acudido a su creatividad para romper la rutina de las clases y liberar el estrés, como María José Álvarez Correa, quien a través de la asignatura de Formación Humanística y Ciudadana emplea la estrategia ‘Mental Break’ o ‘descanso mental’.

Sus clases se han convertido en un espacio de soporte y proximidad, utilizando la música como instrumento para descansar durante un breve tiempo. Allí los estudiantes comparten una canción y expresan con confianza sus emociones.

“Se cree erradamente que hay muros entre docentes y estudiantes. Tenemos una labor de responsabilidad; pero además de formar profesionales, nos queremos acercar a esos jóvenes que son seres humanos y encontré en la música un aliado”, relató la profesora.

Fortalecer la comunicación

El propósito de ‘Tejedores de vida’ es que los estudiantes encuentren en Unimagdalena un factor protector donde no solo sean los docentes quienes brinden una red de apoyo, sino que entre compañeros también puedan encontrar una mano amiga.

En este sentido, la docente Jenifer Carvajal Lorduy, quien también pertenece al proyecto, propicia un espacio de reconocimiento entre estudiantes para mejorar la comunicación y facilitar el trabajo en equipo.

“Ellos han reconocido que lo que necesitan es una persona que los acompañe y les pregunten cómo están, para no sentirse solos. He intentado que comprendan el entorno de cada uno y que encuentren en la Universidad una red de apoyo”, afirmó la docente.

Una red necesaria

Para los estudiantes ha sido muy acertada la aplicación del proyecto en las aulas de clase, pues les ha permitido cuidar su salud mental y aprender a afrontar situaciones adversas para que se trayectoria académica y su vida personal sean positivas.

“Una de las cosas que hace desertar a un estudiante es la salud mental. Su estabilidad lo lleva a que sus estudios sean amenos y se sienta cómodo”, aseguró Merlys Rodríguez Pacheco, de sexto semestre del Programa de Licenciatura en Educación Campesina y Rural.

´Tejedores de vida’ de Unimagdalena espera consolidarse como la red de apoyo socioemocional más fuerte de la institución, convocando a docentes interesados en implementar estrategias en pro de la salud mental de sus estudiantes, a que acudan al Programa de Atención Psicológica para recibir asesoría.