El teletrabajo se renueva: un año tras la pandemia

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Las dinámicas laborales en el año más reciente han dado un vuelco total. Pasamos de una tendencia en la que todos los colaboradores asistían de forma presencial y las empresas más ‘actualizadas’ funcionaban con algunos días de teletrabajo.

En menos de 15 días, las organizaciones tuvieron que apostarle al teletrabajo. Inicialmente, se pensó que sería un tiempo corto, pero este se ha extendido mucho más de los pensado.

Esta forma de trabajo debe analizarse desde la perspectiva de las personas y de las empresas. Aspectos importantes a tener en cuenta para los próximos meses.

El impacto de esta implementación obligatoria de trabajo en casa debido a la pandemia reveló que “el trabajo flexible llegó para quedarse” y que los empleadores que quieran retener a los empleados talentosos deberían aceptar la idea del trabajo híbrido incluso después de la actual crisis de salud. Por lo tanto, las organizaciones como las personas se deben plantear nuevos retos para seguir bajo esta nueva modalidad laboral.

Comencemos entonces por las organizaciones, que sin duda cada día se renuevan para generar cercanía con el talento humano. Estas son las claves para seguir avanzando con este formato laboral: lo primero, es seguir entregando todos los implementos de trabajo, ya que es una forma de contribuir a la gestión y velar por el bienestar de la gente; como complemento, motivar las pausas activas que favorecen el movimiento corporal.

Sin duda, los espacios de entretenimiento, socialización y de diversión son esenciales para fortalecer el trabajo en equipo y colaborativo, debido a que generan cercanía y reavivan las amistades. Aunque estas actividades no se desarrollan presencialmente, debemos sacar el máximo provecho de las mismas.

Ahora bien, una tendencia que se avecina y que se está realizando de manera progresiva y paulatina es el estilo híbrido de trabajo, que incluye una combinación de métodos de trabajo remotos y en la oficina. El regreso de los colaboradores a las oficinas, no será obligatorio, pero sí, se debe brindar a los empleados una mayor flexibilidad, que les permita a las personas trabajar donde se sientan más cómodas y productivas. Adicionalmente, las relaciones e interacciones en persona son muy importantes para generar el sentido de comunidad, mejorar la comunicación, resolver problemas difíciles, desarrollar nuevas ideas y proyectos, así que por más que hemos logrado adaptarnos a la virtualidad, la interacción en persona no es algo que vaya a cambiar, pero si se debe dar más flexibilidad y crear modelos más híbridos.

Mientras nos mantenemos en la virtualidad, es esencial motivar a activar la cámara en las reuniones, es necesario poner un rostro a la persona con quien se habla, generar interacción, reacciones y lenguaje no verbal. Es tiempo de personalizar y humanizar el trabajo. Si hay temas delicados que requieren mayor atención, sin duda una llamada rápida será más efectiva para resolverlos.

El talento

Irrefutablemente, el 2020 estuvo marcado por la adaptación al cambio, la mayoría de la gente dio lo mejor de sí para conservar sus posiciones, se extendieron las jornadas laborales, se incrementó la carga laboral y en resumen, todos nos vimos obligados a adaptarnos.

Ahora bien, no todo fue malo, el panorama fue alentador para muchas personas porque se redujo el tiempo de traslados y, la comida fresca en casa y la comodidad del hogar se posicionaron como verdaderos beneficios.

Dentro de los retos que deben plantearse los colaboradores para los próximos meses están:

  1. Establecer una rutina de trabajo: a veces será difícil por el número de solicitudes y de exigencia; pero esta es la nueva realidad y se deben generar nuevos procesos y formas distintas para hacer las cosas. Las personas deben cumplir con su horario laboral, pero al tiempo, tomar el espacio para almorzar en familia, ejercitarse, leer un libro y/o hacer esas otras actividades que generan interés.
  2. 2. Motivar los nuevos horarios laborales: hay quienes por su logística personal, deben esforzarse el doble para cumplir con sus compromisos personales y laborales, tal caso, el de los padres de familia. A muchas organizaciones también les vendría bien adaptarse a las necesidades de sus trabajadores. Es tiempo de escuchar a sus colaboradores.
  3. Respetar los espacios: es fácil llamar en hora de almuerzo o en jornada extra laboral a solicitar cosas que tal vez, pueden esperar. No hagamos a los demás lo que no queremos que nos hagan a nosotros mismos. Debemos respetar el tiempo libre, es también salario emocional.
  4. 4. Innovar en la rutina: Si bien es cierto que en este momento lo mejor es evitar lugares concurridos, es clave despejar la mente acudiendo a parques, restaurantes, gimnasios y/o dar la vuelta a la manzana, siempre manteniendo las medidas de bioseguridad y el distanciamiento social. Lo anterior, es considerado como un recurso para mejorar la productividad.
  5. Mantener horarios saludables de exposición a las pantallas: una vez finalice su jornada laboral, lo más recomendable es evitar exponer los ojos a tablets, celulares u otro tipo de aparatos electrónicos. Es necesario favorecer la salud visual. Tenga presente que el exceso de exposición podría desencadenar fatiga y dolores de cabeza como explican algunos especialistas en el tema.
  6. Hacer “pequeños cambios sin alterar la rutina”: reubicar el escritorio en casa o proponer una nueva programación de reuniones de seguimiento le permitirá sentir que no está atrapado en una burbuja que no le ofrece ningun cambio ni innovación.
  7. Implementar nuevas metodologías de colaboración: si en su organización el equipo de trabajo trabaja completamente en modo virtual, ¿por qué no dar el siguiente paso: automatizar la gestión de proyectos a través de un sistema propio o un software especializado? Este tipo de innovación es un proceso de aprendizaje que podría renovar esta etapa de trabajo en ambientes híbridos.

Por Natalia Botero, Head of Talent Acquisition Prodigious LATAM