La Alcaldía Distrital de Santa Marta, a través de la Oficina para la Gestión del Riesgo y el Cambio Climático (Ogricc), realiza inspecciones luego de que se generara el desbordamiento del rio Guachaca a causa de una creciente súbita que se reportó por voluntarios miembros del Comité Barrial Samario (Cobasa) hacia la 1:30 de la mañana de este domingo.
Con estas labores se busca inicialmente determinar el número de familias afectadas.
La emergencia se dio en el marco del desarrollo de la primera temporada de lluvias y a causa de las precipitaciones entre moderadas y fuertes que se registraron en la parte alta de la Sierra Nevada de Santa Marta. El incidente no deja pérdidas humanas y hasta el momento se reportan sólo algunas de tipo material, que serán reconocidas con exactitud por el gobierno Distrital, durante el Evaluación de Daños y Análisis de Necesidades (EDAN), que solicitó la alcaldesa Virna Johnson, para el levantamiento de información técnica y objetiva sobre las consecuencias del incidente.
Recientemente, la Ogricc había informado sobre la emisión de la alerta naranja por crecientes súbitas expedida por el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) y junto a los Cobasa que operan en la zona, se monitorearon los puntos críticos y se llevó a cabo la sensibilización respectiva sobre los riesgos asociados a la amenaza de materialización del escenario de riesgo, en las zonas más vulnerables.
De acuerdo con lo manifestado por el director de la Ogricc, Jorge Lizarazo, lo anterior evitó que el grado de afectación fuera mayor y brindó la posibilidad a los habitantes de Guachaca, de permanecer alertas y proteger al menos la mayor parte de sus enseres durante el inicio de la creciente, poner a salvo sus animales y a sus medios de vida. Entre tanto, junto a entidades prestadoras del servicio de emergencia y la red de voluntariado, se seguirán desarrollando acciones de monitoreo y acompañamiento a la comunidad.
Hasta el momento se mantiene la alerta naranja por probabilidad de incrementos súbitos en los ríos Piedras, Manzanares, Guachaca, Mendihuaca, Buritaca, Don Diego y Ancho, así como en sus aportantes/afluentes, que descargan sus aguas al Mar Caribe.