En el país, 84 % de las personas reporta padecer desequilibrios intestinales

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En Colombia, en 2024, el 84 % de las personas reportó tener molestias asociadas a problemas digestivos por desequilibrios en su microbioma.

Los cólicos en bebés, que impactan entre el 8 % y el 40 % de los recién nacidos, son una alerta temprana de malestar intestinal que, de no ser tratada oportunamente, aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades como hipertensión, obesidad y diabetes.

Bogotá, julio de 2025 – Los avances científicos de la última década han arrojado nuevas luces sobre la relación entre el intestino y la salud general.

Resulta, por ejemplo, que más del 70 % de las células inmunitarias se encuentran en los intestinos, donde billones de microorganismos beneficiosos (que incluyen bacterias, virus y hongos) ayudan a la absorción de nutrientes y a la protección del cuerpo contra patógenos.

Este órgano, conocido como microbioma intestinal, se comunica con el cerebro, el sistema inmunitario y otros órganos para ayudar a mantener la salud general del organismo.

Pese a ello, un estudio realizado por el Monitor Global de Servicios de Salud IPSOS, reveló que, en Colombia en el 2024, el 84 % de las personas reportaron molestias relacionadas a desequilibrios en su intestino, especialmente entre los 35 y 44 años1.

En ese sentido, y en el marco del Día Mundial del Autocuidado – conmemorado este 24 de julio -, toma relevancia continuar promoviendo la adopción de buenos hábitos, incluyendo el cuidado del sistema digestivo. Para esto, el consumo de probióticos, en cantidades adecuadas, ayuda a prevenir alteraciones digestivas2 3.

El intestino: puerta de entrada para la salud de todo el cuerpo

El microbioma no solo participa en la digestión, sino que también es clave para la salud general del organismo. Por su relación con el sistema inmune, se convierte en una pieza central de la defensa frente a ciertas enfermedades 4. Asimismo, una flora equilibrada fortalece la barrera protectora del sistema digestivo, evitando que sustancias nocivas ingresen al organismo por el torrente sanguíneo.

“El desarrollo de un microbioma saludable es fundamental para mantener la buena salud a lo largo de la vida, y para este proceso, la ingesta de probióticos es clave. Estas bacterias beneficiosas ayudan a mantener el equilibrio en el sistema digestivo, previniendo la proliferación de microorganismos dañinos y reduciendo el riesgo de infecciones. A su vez, es un potencial aliado en el tratamiento de algunas enfermedades 5 6”, indicó el Dr. Álvaro Rojas, director médico de Abbott en Latinoamérica.

Por otra parte, este órgano está estrechamente relacionado con el cerebro y la salud mental, ya que las bacterias que lo habitan producen sustancias químicas esenciales como la serotonina, que influye directamente en el estado de ánimo 7.

Cuidado digestivo en la infancia, etapa clave para una vida adulta saludable

Desde el momento del nacimiento, los bebés comienzan a adquirir los microorganismos que colonizan su sistema digestivo. “Este proceso es de gran importancia y ocurre en tres etapas: inicia con el parto y la nutrición inicial, cuando el contacto directo con la madre permite la incorporación de bacterias benéficas que forman una barrera protectora. Luego, continúa entre los 15 y 30 meses de edad, con la introducción de alimentos sólidos, que diversifican la flora. Y finaliza cuando el ecosistema bacteriano se estabiliza y adquiere una composición similar a la de un adulto8” indicó el Dr. Rojas.

Diversos factores influyen en este desarrollo, siendo uno de ellos el tipo de parto, pues el natural favorece una mejor colonización bacteriana en comparación a la cesárea 9. A esto se suma la alimentación, pues una dieta balanceada y adecuada de acuerdo con las diferentes etapas promueve un microbioma sano. En contraste, factores como el consumo inadecuado de antibióticos puede generar una disbiosis, es decir, un desequilibrio en la flora intestinal que, si se prolonga, puede impactar la salud del niño 10.

Aunque los trastornos digestivos suceden principalmente en la adultez, si el microbioma sufre alteraciones desde la infancia, se aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades como hipertensión, obesidad, diabetes tipo 1 y trastornos inflamatorios o cardiovasculares 11 12 13. De igual forma, un desequilibrio intestinal durante las primeras etapas de la formación se asocia con una mayor predisposición a sufrir de trastornos como la ansiedad y la depresión 14.

Cólicos infantiles: una señal de alerta temprana

Uno de los signos más visibles del malestar estomacal en los bebés son los cólicos, que impactan a entre el 8 % y el 40 % de los recién nacidos 15. Estos suelen aparecer hacia la sexta semana de vida y pueden disminuir alrededor del cuarto mes, se manifiestan a través de llanto intenso y prolongado, y suelen venir acompañados de signos físicos como puños apretados, piernas tensas o enrojecimiento facial.

Aunque suelen asumirse como normales, los cólicos en bebés pueden estar relacionados con una disbiosis intestinal temprana – un desequilibrio en las bacterias intestinales, y estudios indican que quienes los experimentan tienen mayor riesgo de presentar molestias digestivas en el futuro 16. “Por ello, atender estos síntomas desde los primeros meses es clave para sentar las bases de un desarrollo intestinal saludable, ya que, de no corregirse a tiempo, puede haber implicaciones duraderas en la salud”, señaló el Dr. Rojas de Abbott.

Por todo ello, el autocuidado es clave para fortalecer la salud intestinal. Se recomienda adoptar una alimentación balanceada que: incluya fuentes naturales de probióticos como el yogurt, el kéfir o el chucrut17; evitar el consumo excesivo de alimentos ultra procesados, azúcares refinados y carbohidratos; incorporar cereales integrales y alimentos ricos en fibra, que favorecen el crecimiento de bacterias benéficas 18 19 20; y considerar los suplementos probióticos de acuerdo con la orientación de un profesional de la salud cuando sean necesarios