Por Alfonso De La Cruz Martínez
Aún sorprende que una mujer pueda llegar a la presidencia de una nación, y la mayoría de los titulares se enfocan en eso, haciendo invisible el camino que ha recorrido, lo que se ha preparado y lo que ha representado en cuanto persona para conquistar esa posición. Y eso no es lo importante a analizar en el caso de Claudia Sheinbaum, presidenta electa de México, quien sin duda su trayectoria como investigadora y científica, a parte de sus títulos, la ubican como la persona más preparada académicamente para enfrentar ese reto, sino también como una militante convencida de lo que el progresismo trae a las sociedades.
López Obrador ha incidido sin duda alguna en su elección, puso todo el aparato estatal a funcionar por seis años para elegir sucesor y lo consiguió. Terminará su mandato con altos índices de popularidad. Su estilo de defensa personal, todos los días, todas las mañanas dando la cara en una rueda de prensa, le ha servido para acercarse a la gente. Siempre las palabras, los discursos, y si es cotidiano, acercan más, que las letras en redes sociales.
Hizo bien AMLO en alejarse del estilo de Chávez y acercarse a experiencias más exitosas como la de Lula. Que por cierto, todos los que se han acercado al estilo del militar populista, difunto presidente de Venezuela, han terminado muy mal. Sino mire a Evo, Correa, Cristina, Néstor y si quiere siga contando.
Sacó a 5 millones de mexicanos de la pobreza extrema. Según datos de la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos, el aumento del salario mínimo, sacó del estancamiento de más de 35 años la economía de los mexicanos más pobres. Se va sin cumplir su promesa de poner en pleno funcionamiento el Estado de Bienestar, pero no hay una cosa que incida más en la relación de un presidente y su pueblo que el sentir que se está mejor y se tiene más, AMLO lo consiguió.
Dar la cara todos los días, a hacer anuncios, a refutar de frente, a aceptar que se equivocan, a pedir disculpas, a dar pésames, a todo lo que se puede hacer en una conferencia de prensa, le sirvió para acercarse a la gente, para ayudar al pueblo a hacerse a un criterio propio de lo que es su presidente y a que los grandes medios tuvieran menos incidencia en la forma como lo perciben.
Pero no recibe la presidenta un país sin líos, México tiene todos los problemas que pueda tener una nación tan compleja como lo son ellos, entre ellos el narco y la inseguridad, la migración descontrolada y una frontera con EEUU imposible de controlar. Sheinbaum Tiene estilo propio, ya lo mostró siendo alcaldesa de la Ciudad de México, pero por su compromiso ideológico no me queda duda que ahondará lo que recibe de AMLO y ojalá los resultados la lleven a tener éxitos.