En segundos, la Dian puede sancionar a una empresa en el país

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Saphety Fotografía, cortesía.

El control tributario deja de depender de visitas físicas: la fiscalización ahora es digital y en tiempo real.

Sovos Saphety advierte que empresas deben blindar sus procesos internos para evitar sanciones inmediatas.

Bogotá, septiembre de 2025 – La Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (Dian) ya no necesita visitas presenciales para detectar incumplimientos tributarios.

Gracias a la interoperabilidad de sus sistemas, las sanciones por inconsistencias en facturación electrónica pueden aplicarse en cuestión de segundos, marcando un cambio sin precedentes en la relación entre el Estado y las empresas en Colombia.

De acuerdo con Sovos Saphety, compañía experta en cumplimiento tributario digital, este escenario representa el nacimiento de un nuevo modelo de control tributario, en el que la fiscalización ocurre en tiempo real, con sanciones inmediatas y un nivel de trazabilidad que obliga a las compañías a blindar sus procesos.

Control tributario en tiempo real

“Estamos frente a un cambio histórico: la DIAN tiene hoy la capacidad tecnológica de sancionar a las empresas en segundos. Esto exige una transformación profunda en la gestión tributaria, porque ya no se trata de corregir después de la sanción, sino de prevenir desde el inicio. Para las empresas en particular, este es un llamado urgente a fortalecer sus sistemas y apoyarse en soluciones seguras y confiables”, afirmó Alejandro Silva, gerente general de Sovos Saphety en Colombia.

La entidad ha fortalecido su infraestructura tecnológica para detectar automáticamente inconsistencias en los documentos electrónicos que recibe. Cada factura transmitida es validada en segundos contra sus bases de datos, lo que permite identificar omisiones, errores de reporte o posibles prácticas de evasión sin necesidad de visitas físicas.

Reto para empresas y comercios

Si bien las grandes compañías suelen contar con infraestructura robusta para manejar estos procesos, las pymes y pequeños comercios enfrentan un riesgo mayor. La falta de capacitación, el uso de proveedores autorizados, pero con soluciones desactualizadas o poco amigables, o procesos internos frágiles pueden dejarlas expuestas a sanciones inmediatas que afectan directamente su liquidez y continuidad operativa.

“Para una empresa, una sanción en tiempo real puede significar desde la suspensión de facturación hasta el cierre temporal del negocio. Por eso es fundamental acompañar este modelo con educación empresarial y acceso a soluciones tecnológicas al alcance de todos”, añadió Karoll Cuadros, gerente de eCommerce de Sovos Saphety.

Relación empresa–Estado

De acuerdo con Sovos Saphety, la fiscalización trae consigo un cambio cultural y tecnológico. El cumplimiento ya no es verificado periódicamente, sino en cada transacción. Esto convierte la gestión tributaria en un factor de competitividad: quienes la asuman estratégicamente evitarán sanciones, optimizarán procesos y fortalecerán su estabilidad financiera.

“El cumplimiento ya no puede verse como un requisito administrativo, sino como una condición de supervivencia en el mercado. Las compañías que no se adapten corren el riesgo de sanciones inmediatas, bloqueos operacionales e incluso pérdida de confianza de clientes y socios”, agregó Silva.

La factura electrónica como motor contra la informalidad

Según la compañía, más allá de los controles digitales, la factura electrónica se ha consolidado como la principal estrategia del Gobierno para combatir la economía informal. Sovos Saphety advierte que el éxito de esta herramienta de formalización dependerá de la capacidad del Estado para cerrar la brecha tecnológica. Hoy, miles de comercios y pymes en zonas intermedias y rurales carecen de conectividad o desconocen cómo implementar la normativa.

“La factura electrónica es, en esencia, un motor de formalización. Pero para que funcione como política de Estado, se necesita cobertura tecnológica, capacitación y acompañamiento a miles de empresas que hoy ven la normativa como una carga y no como una oportunidad. Si esto se logra, Colombia podrá reducir la evasión y abrir la puerta a un crecimiento más equitativo”, señaló Silva.

Oportunidades y desafíos para las empresas

Sovos Saphety identifica tres retos inmediatos que las compañías deben atender en este nuevo escenario:

  1. Fortalecer la gestión tecnológica: trabajar con proveedores robustos que aseguren continuidad, seguridad y cumplimiento normativo.
  2. Capacitar al talento interno: formar equipos capaces de manejar procesos digitales y comprender la normativa en detalle.
  3. Adoptar una visión estratégica del cumplimiento: pasar de verlo como un gasto obligatorio a entenderlo como una inversión en sostenibilidad y competitividad.

Un llamado a la preparación empresarial

Con este panorama, Sovos Saphety enfatiza que las empresas deben entender la facturación electrónica como un componente estratégico del negocio. Adoptar plataformas seguras, revisar procesos internos y contar con acompañamiento experto son pasos esenciales para minimizar riesgos y garantizar continuidad operativa.

“Las reglas del juego han cambiado: hoy no basta con facturar, hay que hacerlo bien y en tiempo real. Las compañías que se anticipen y fortalezcan sus sistemas no solo evitarán sanciones, sino que también obtendrán ventajas competitivas en eficiencia y confianza del mercado”, concluyó Cuadros.