En tiempos de #MeToo, Sean Baker hace reír a Cannes con una película de sexo y violencia

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El director de cine Sean Baker, junto a los actores Mark Eydelshteyn (c) y Mikey Madison en la proyección de la película "Anora" en el Festival de Cannes, en Francia, el 21 de mayo de 2024 (Valery Hache)

En una época de denuncia de la violencia sexual en el mundo del espectáculo, el estadounidense Sean Baker consiguió hacer reír en Cannes con “Anora”, la historia de una bailarina de strip tease que se enamora del chico equivocado.

La película gira en torno a la comunidad rusa instalada en Coney Island, en las afueras de Nueva York, donde se mezclan mafiosos e inmigrantes recién llegados que simplemente quieren salir adelante.

Anora “Ani” (Mikey Madison) es una chica que ejerce de bailarina strip tease en un club de alterne donde aterriza una noche un joven guapo y borracho, Ivan (Mark Eydelshteyn), hijo de un multimillonario ruso.

El flechazo es mutuo, pero Iván es caprichoso e inmaduro, y cuando convence a Ani de que se case con él en Las Vegas, desencadena la furia de su familia, que manda a un par de gánsters de poca monta para “convencer” a la pareja de tortolitos para que invaliden la boda.

Baker es uno de los directores más en boga del cine independiente estadounidense, especialista en ponerle humor a los ambientes más sórdidos de la sociedad estadounidense, ya sea los pobres que se hacinan en moteles de Florida (“The Florida Project”) como los problemas de un actor del cine porno para encontrar un trabajo decente (“Red Rocket”).

Para “Anora” Baker se inspira de toda la estética del cine de los años 70 que este año recibe homenaje en Cannes, donde compiten entre otros Paul Schrader (“Oh Canada”) y Francis Ford Coppola (“Megalópolis”).

Los personajes en “Anora” se amenazan y se insultan sin que la violencia pase a mayores, incluso cuando la tensión sube enteros en el club de strip tease, o en la mansión de Iván.

En cambio, las meteduras de pata de todo el mundo provocan carcajadas de forma constante.

“Sean no cesa de desestigmatizar la prostitución y de interesarse, en sus películas, en los seres marginales”, explicó Mikey Madison, citada en un comunicado de prensa de la película.

“Aborda a menudo temas muy sombríos, pero sabe sacarles su gravedad e inyectar su sentido del humor”, añadió esta actriz, que ha rodado a las órdenes de otro director con un humor particular, Quentin Tarantino.

El 77º Festival de Cannes entregará su Palma de Oro este sábado.

Yahoo Noticias Agencia AFP