Energía sostenible en el país: ¿qué se ha logrado y qué proyecciones se tienen?

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 Latinoamérica se encuentra en un punto clave en la transición energética, y cada país de la región está avanzando a su propio ritmo, afrontando desafíos específicos y adoptando soluciones sostenibles en función de sus recursos naturales y contextos sociales: Chile continúa siendo líder en transición energética, especialmente en energía solar, debido a la escasez de recursos hidroeléctricos; mientras que Brasil sigue con un crecimiento solar que ya supera los 30 gigavatios instalados. 

En Colombia, aunque tradicionalmente se ha dependido de la energía hidroeléctrica y térmica, se logró un incremento de su capacidad solar con hasta cerca de 2 gigavatios. Además, el país avanza en términos de transición energética, pues para este año la Asociación de Energías Renovables, Ser Colombia, estimó 66 proyectos para llevarse a cabo, lo que se traduce en 3.040 MW de nueva capacidad, con una inversión de USD $2.200, donde algunas de estas inversiones se dieron en años previos. 

Pese a estos considerables avances en el sector  energético, sigue siendo insuficiente cubrir la demanda creciente de los colombianos. Uno de los principales retos que se enfrentan en los años venideros, es la falta de infraestructura de transmisión, especialmente en zonas con potencial de generación de energía solar como los departamentos de La Guajira y el Cesar; donde las Minigranjas solares se proyectan como una solución frente a las problemáticas energéticas del país.

“Estas plantas de mediano tamaño pueden conectarse a redes de distribución locales, ofreciendo un alternativa estratégica para la generación y consumo local de energía sin necesidad de extensas redes de transmisión”, puntualiza Eduardo Opsina, CEO de Unergy, la startup que conecta inversión digital con proyectos de energía limpia, como Minigranjas solares. 

Por otro lado, Ospina asegura que para fomentar el crecimiento de energías renovables, se necesita una regulación que incentive este tipo de proyectos, los cuales permiten que las comunidades locales se beneficien de su proximidad a estos recursos energéticos. Además, en el frente de  las inversiones, estos proyectos de mediana escala abren oportunidades para inversionistas individuales y fondos locales, lo que contribuye a retener capital en el país.

Precisamente, según el informe ‘Transición energética: las energías renovables como herramienta para la sostenibilidad’ realizado por Dapper, asegura que aún teniendo presente estas iniciativas, Colombia continúa enfrentando una baja producción de energías limpias. “La transición energética está ralentizada por retos económicos, regulatorios y sociales que impactan negativamente al sector. Al ritmo actual, el país tardaría 28 años en alcanzar las metas de energías renovables fijadas para 2030”, mencionó José Linares, cofundador y COO de Dapper, la plataforma de datos de asuntos públicos en Colombia. 

Para 2025 se espera que en términos de innovación, este tipo de energía sostenibles  avance lentamente en tecnología de módulos, pero los cambios más significativos están en los modelos de negocio, como la tokenización de activos, que permite a pequeños inversionistas participar. “Estos modelos impulsan la eficiencia y acceso en energías renovables, proyectando un crecimiento sostenible y distribuido en la región”, finaliza el CEO de Unergy. 

Se proyecta un año prometedor que plantea desafíos y oportunidades para incrementar los proyectos de energías renovables en distintas regiones del país, los cuales son impulsados tanto por el sector privado como por políticas públicas orientadas a la transición energética. A su vez se espera una mayor diversificación de la matriz energética, siendo esencial la creación de regulaciones que permitan avanzar hacia una economía más resiliente, baja en carbono y alineada con los Objetivos de Desarrollo Sostenible(ODS).