La temporada de huracanes en el Atlántico de 2024 podría seguir siendo extremadamente activa y estaría entre las más intensas registradas debido las temperaturas de la superficie del mar —casi récord— y el fenómeno de La Niña, pronóstico la NOAA.
La Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) actualizó su pronóstico con la posible formación a 17 a 24 tormentas con nombre (con vientos de 39 mph o más), entre 8 a 13 huracanes y de estos 4 a 7 serían de categoría mayor (vientos de 111 mph o más).
Este pronóstico es similar al emitido en mayo y es para toda la temporada de huracanes de seis meses, que inició el 1 de julio y culminará el 30 de noviembre. Incluye las cuatro tormentas con nombre (dos tormentas y dos huracanes) que se han formado hasta la fecha.
“La temporada de huracanes comenzó de manera temprana y violenta con el huracán Beryl, el huracán de categoría 5 más temprano registrado en el Atlántico”, dijo el administrador de la NOAA, Rick Spinrad, Ph.D.
Spinrad alertó que el “pico de la temporada de huracanes está a la vuelta de la esquina, cuando históricamente tienden a ocurrir los impactos más significativos de los huracanes y las tormentas tropicales”.
En una temporada promedio se forman 14 tormentas con nombre, de las cuales siete se convertirán en huracanes y tres en huracanes de categoría mayor en la escala Saffir-Simpson que va al 1 al 5.
Factores
Las condiciones atmosféricas y oceánicas continúan respaldando una temporada de huracanes por encima de lo normal, con un 90% de probabilidad.
Los factores que incidirán son temperaturas de la superficie del mar más cálidas que el promedio en el océano Atlántico tropical y el mar Caribe; menor cizalladura vertical del viento que en condición normal ayuda a frenar la formación de huracanes; vientos alisios del Atlántico tropical más débiles y un monzón de África occidental intensificado.
La NOAA espera que estas condiciones continúen hasta el otoño y dijo que se espera que el aire seco del Sahara que impidió el desarrollo de tormentas tropicales en algunas zonas a mediados del verano, disminuya en agosto.
Explicó que un factor climático que persiste en la cuenca atlántica es la fase cálida continua de la llamada Oscilación Multidecenal Atlántica, que reapareció en 1995 y ha favorecido temporadas de huracanes más activas desde entonces.
Otro factor este año es la posibilidad de que se desarrolle La Niña en los próximos meses y que puede debilitar aún más la cizalladura del viento sobre la cuenca atlántica, lo que permite que las tormentas se desarrollen e intensifiquen.
Impactos de la temporada 2024
La NOAA indicó que la temporada ya ha generado impactos significativos como la tormenta tropical Alberto que se formó el 17 de junio y durante los días siguientes trajo lluvias a partes de Texas y Nuevo México, lo que provocó emergencias por inundaciones repentinas.
Al mes siguiente, el huracán Beryl se convirtió en el ciclón de categoría 5 más temprana registrado en la cuenca del Atlántico.
Beryl causó daños catastróficos y aproximadamente 20 muertes en varias islas del mar Caribe, con un saldo preliminar adicional de aproximadamente 25 personas fallecidas en Texas, Luisiana y Vermont.
“El huracán Beryl rompió varios récords de larga data en la cuenca del Atlántico, y seguimos viendo las características climatológicas de una temporada activa”, dijo Matthew Rosencrans, pronosticador principal de la temporada de huracanes del Centro de Predicción Climática de la NOAA.
Sonia Osorio
Yahoo Noticias El Nuevo Herald