Según el diccionario de la Academia de la Lengua, una manía es una preocupación caprichosa y a veces extravagante por un tema o cosa determinada.
Los seguidores del Fútbol se quejan de la mitomanía de Neimar, al fingir golpes o lesiones. La Egomanía sería la de Armando Maradona. A otros les da por morderse las uñas, rascarse el pelo o hasta ser escrupuloso. Cuando ya es una obsesión, se hace repetitiva, no se puede controlar, lo más indicado es acudir a un profesional de la sicología para tratarla.
En el mundial de Brasil al uruguayo Luis Alberto Suárez lo sancionaron por su obsesión por morder a sus rivales. Después de varias charlas con psicólogos, aparentemente logró controlar su manía.
Estas son algunas de las manías más conocidas:
Aboulomanía. Lo sufren aquellas personas que no se deciden por hacer algo, por ejemplo, a la hora de ordenar un plato de comida o una bebida.
Ablutomanía: Obsesión crónica por bañarse varias veces al día.
Ailuromanía: Entusiasmo intenso por los gatos y sus cuidados.
Antomanía: Interés extraordinario por las flores.
Aritmomanía: Locura por contar todo: escaleras, pasos, pisos y por los números en general.
Automanía: Compulsión hacia la soledad.
Bibliomanía: Interés anormal por adquirir libros.
Cacodemonomanía: Alucinación anormal por la posesión demoníaca.
Cartacoethes. Es un apuro incontrolable por ver mapas donde sea, en cualquier mancha del piso o del techo, o incluso en la comida.
Citomanía: Deseo anormal por alimentarse.
Cleptomanía: Impulso incontrolable por robar desde un esfero, un alimento, sin necesidad.
Coreomanía: Obsesión por danzar o bailar.
Clinomanía. Es el ansia de quedarse en cama, voluntariamente, y no levantarse.
Crematomanía: Deseo obsesivo por el dinero.
Coprolalomanía: Obstinación por decir obscenidades o groserías.
Cinomanía: Entusiasmo intenso por los perros.
Dipsomanía: Deseo irresistible por ingerir bebidas alcohólicas.
Doromanía. Es la obsesión por dar regalos.
Dromomanía: Entusiasmo intenso por viajar.
Egomanía: Situación anormal por quererse uno mismo.
Eleuteromanía: Deseo irresistible por la libertad.
Enosimanía. Afecta sobre todo a las personas escrupulosas. Creen que están haciendo muchas cosas mal y que están ofendiendo a Dios por todo.
Enteomanía: Celo obsesivo por el tema religioso, andar con la Biblia bajo el brazo, opinar todo con versículos.
Entomomanía: Fascinación anormal por los insectos.
Eremiomanía: Deseo irresistible por la calma.
Ergomanía: Ansias por trabajar a toda hora.
Erotomanía: Obsesión incontrolable por el deseo sexual.
Escribomanía: Deseo perturbador por escribir.
Fagomanía: Anhelo irresistible por los alimentos e interés desmedido en comer.
Faneromanía: Impulso incontrolable a escoger en un punto o un crecimiento en su cuerpo.
Farmacomanía: Fascinación crónica con las medicinas.
Florimanía: Interés intenso en las plantas
Fonomanía: Querencia con los ruidos o el sonido.
Fotomanía: Búsqueda irresistible por la luz.
Gamomanía. Es un desorden psicológico en el que el afectado se obsesiona por pedirles a las mujeres que se casen con él.
Gefiromanía: Fascinación irresistible por los puentes.
Glazomanía: Interés obsesivo por hacer listas.
Gimnomanía: Compulsión a la desnudez.
Ginecomanía: En los varones, deseo obsesivo e incontrolable por el sexo.
Glazomanía. Es un interés insistente por hacer listas.
Hedonomanía: Codicia incontrolable por obtener placer.
Heliomanía: Anhelo por el sol.
Hidromanía. Es la seducción incontrolable por el agua
Hipomanía: Embeleso y entusiasmo por los caballos.
Homicidiomanía: Impulso irresistible por cometer homicidio.
Hidromanía: Fascinación incontrolable por el agua.
Hipnomanía: Deseo incontrolable por dormir.
Ictiomanía: Seducción excesiva por los peces.
Katisomanía: Compulsión por sentarse.
Leteomanía: Fascinación obsesiva por los narcóticos.
Logomanía: Obsesión por hablar.
Megalomanía: Obsesión incontrolable hacia la gran auto importancia y por hacer actos extravagantes.
Melomanía: Hechizo excesivo por la música.
Monomanía: Sello obsesivo por un tópico o interés en una idea.
Mitomanía: Impulso irresistible hacia la mentira y la exageración.
Necromanía: Excesivo interés por los muertos.
Nesomanía: Alucinación intensa por las islas.
Noctimanía: Fascinación intensa por la noche.
Ninfomanía: En las mujeres, obcecación incontrolable por el sexo
Oclomanía: Interés intenso con las multitudes.
Oikomanía: Anhelo irresistible por el hogar.
Oinomanía: Fascinación intensa por el vino.
Oniomanía: Compulsión incontrolable por comprar.
Ofidiomanía: Excesivo interés en los ofidios.
Onomatomanía. Es la ceguera por repetir ciertas palabras en tu cabeza.
Ornitomanía: Fascinación anormal por las aves.
Paramanía: Impulso irresistible de derivar alegría en las quejas.
Parusiamanía: Obsesión por la segunda venida de Jesucristo, según la tradición cristiana.
Plutomanía: Deseo incontrolable por obtener gran riqueza.
Piromanía: Compulsión anormal por encender fuego o provocar incendios. Queromanía: Compulsión hacia la alegría.
Satiromanía: Obsesión y deseo incontrolable por el sexo en los varones. Siderodromomanía: Fascinación intensa con los viajes ferroviarios.
Sofomanía: Estimación excesiva por los propios conocimientos o sabiduría. Tasalomanía: Fascinación intensa por el mar.
Tanatomanía: Obsesión anormal por la muerte.
Timbromanía: Entusiasmo anormal por los sellos de correo.
Tomomanía: Interés extraordinario por las cirugías.
Xenomanía: Obsesión intensa por los extranjeros.
Zoomanía: Locura por los animales.
Por Guillermo Romero Salamanca