Causa asombro, desazón y desconcierto que el precio en Bolsa del KWH haya pasado, sin explicación y menos justificación, en momentos en que el nivel agregado de los embalses está en sus máximos históricos, de $342,31 el 26 de noviembre a los $440.08 el 26 de diciembre y ya superó la cota de los $500 el KWH.
Si bien es cierto el precio en Bolsa sólo afecta la energía que compran los distribuidores en el Mercado mayorista, el cual oscila alrededor del 20-25%, porque el resto la compran a través de contratos bilaterales, el precio en Bolsa sirve de “marcador” para la fijación del precio que se negocie en los nuevos contratos bilaterales o para la renovación de los mismos.
Siendo la G(generación) uno de los componentes de la fórmula tarifaria (CU), tales incrementos a la postre terminarán reflejándose en la escalada alcista de las tarifas, lo cual va en contra vía del espíritu y de las buenas intenciones del Pacto por la justicia tarifaria.
Fuente: exministro de Minas y Energía Amylkar Acosta Medina