Éxito de los proyectos de gobierno está por debajo del promedio mundial: estudio

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El éxito de los proyectos e iniciativas se ha medido durante mucho tiempo por la llamada «triple restricción»: alcance, tiempo y presupuesto.

Sin embargo, este enfoque ya no es suficiente. Centrarse en los resultados que se ofrecen a las empresas, las comunidades y la sociedad requiere no sólo conocimientos técnicos, sino también una visión estratégica alineada con la percepción de valor de las partes interesadas.

Para abordar esta situación, Project Management Institute (PMI), organización especializada en gestión de proyectos, llevó a cabo una investigación sobre el tema. En esta se recopilaron y analizaron 50 años de investigaciones relevantes y se recogieron respuestas de casi 10.000 personas de 139 países. Esta investigación incluyó entrevistas con profesionales de proyectos, líderes de PMO y ejecutivos, y dio como resultado una definición consensuada: los proyectos de éxito aportan un valor que justifica el esfuerzo y el coste invertidos.

Estos hallazgos condujeron a la creación de la Puntuación Neta Global de Éxito de Proyectos (NPSS), una métrica que equilibra éxitos y fracasos, con una puntuación media global de 36.

PMI calculó las tasas de éxito de los proyectos e identificó variaciones significativas entre sectores. Sectores como la industria, la construcción, la sanidad y los servicios financieros, mostraron tasas de éxito superiores a la media mundial del NPSS (36), mientras que los proyectos gubernamentales y de consultoría se quedaron rezagados con puntuaciones significativamente más bajas. 

“Las estrictas regulaciones y la flexibilidad limitada suelen agregar capas de complejidad a los proyectos gubernamentales, lo que dificulta la adaptación según sea necesario. Por otro lado, los proyectos de consultoría a menudo enfrentan desafíos para establecer resultados mensurables y los criterios de éxito pueden ser subjetivos, lo que a veces genera insatisfacción del cliente. Y como se destacó en el informe, la gestión de la percepción es crucial para el éxito del proyecto”, explica Carolina Latorre, directora de Comunidad en PMI en América Latina.

El caso colombiano es un ejemplo contundente de esta baja tasa de éxito, en especial en materia de obras de infraestructura. El país completa más de 1.700 obras inconclusas o consideradas “elefantes blancos”. Según los registros, hay proyectos que llevan más de 24 años sin concluir y, hasta el momento, no hay reportes de una solución a las 1.753 construcciones que están detenidas.

Son un total de 1.753 obras públicas inconclusas desde 1991, según datos de la Auditoría General de la República (AGR) y las contralorías locales; las cuales representan un gasto de más de 6 billones de pesos, con un costo promedio por obra de 6.927 millones de pesos.

Según Pierre Le Manh, CEO y presidente de PMI, adoptar un sistema sólido de medición del rendimiento como el Global Net Project Success Score es esencial para alinear las decisiones y garantizar el éxito empresarial. «Los proyectos que definen criterios de éxito desde el principio, implantan sistemas de medición del rendimiento y supervisan continuamente el rendimiento a lo largo del proyecto, consiguen duplicar la puntuación NPSS».

Equipos comprometidos

El CEO de PMI señaló, además, que el informe identifica «palancas de rendimiento» específicas, como la moral del equipo, que multiplica por 4,2 el éxito; la financiación adecuada, por 3,3; y la gestión eficaz de los recursos, por 3,1. «Un equipo comprometido que se sienta valorado es esencial para una gestión eficaz de los proyectos. De nada sirve invertir únicamente en recursos financieros si los recursos humanos no se dedican al proyecto de forma que atraigan financiación y gestionen los recursos eficazmente».

Impacto social

Entre los temas de rendimiento más relevantes del NPSS, «Sostenibilidad e impacto social» ocupó el primer lugar. «Los proyectos que cumplían estos criterios tenían 2,6 veces más probabilidades de éxito, lo que subraya la necesidad de iniciativas focalizadas en la mejora continua y la adopción de prácticas centradas en el valor», afirma Le Manh.

Otros indicadores, como la satisfacción del cliente, la calidad y la seguridad, también desempeñaron un papel importante. El enfoque tradicional de medir el éxito de un proyecto basándose únicamente en el alcance, el plazo y el presupuesto ha demostrado ser insuficiente. «Ahora hay que centrarse en los resultados generados para las empresas, las comunidades y la sociedad en su conjunto», concluye Le Manh.