Hoy, la Fundación Ocmaes se enorgullece de celebrar 18 años de compromiso con la educación y el desarrollo social en Colombia.
Desde su creación en 2006 por un grupo de empresarios colombianos, su misión ha sido clara: apoyar a jóvenes con un excelente promedio académico que, por razones económicas, no pueden acceder a la educación superior.
A través del programa de apoyo universitario Ser País, ha logrado que más de 1,000 colombianos que soñaban con un futuro mejor se conviertan en profesionales.
Ofrecer becas 100% no retornables en convenio con universidades de gran prestigio, como la Universidad del Rosario, La Javeriana, Los Andes, La Universidad de La Sabana y la FUCS, entre otras, es un gran privilegio que se materializa en el desempeño profesional de los becarios, quienes reflejan altos niveles de responsabilidad, compromiso y liderazgo social transformador.
Durante su existencia, han beneficiado a más de 1,000 jóvenes, de los cuales 565 ya son profesionales graduados. Este logro es un testimonio del impacto positivo que la educación puede tener en la vida de cada uno de ellos y en el desarrollo del país.
En este contexto, es importante destacar la situación actual de la educación en Colombia. La reciente finalización de programas educativos ha dejado a miles de jóvenes con la preocupación de continuar sus estudios, por otro lado, un grupo importante de muchachos colombianos enfrentan dificultades en la financiación y créditos de sus pagos con las universidades, poniendo en riesgo sus cupos académicos.
“Queremos hacer un positivo paralelo, resaltando la labor de la Fundación Ocmaes a lo largo de estos 18 años. Creemos firmemente que la educación es un pilar fundamental para el desarrollo social y económico de nuestro país, y continuaremos trabajando para brindar oportunidades a aquellos jóvenes que más lo necesitan”, asegura Ana Isabel Mosquera, directora de la entidad.
LA MISIÓN ES CUMPLIR SUEÑOS
Es fundamental resaltar la importancia de invertir en la educación superior, especialmente en un contexto donde muchos jóvenes y sus familias enfrentan dificultades económicas. La falta de apoyo gubernamental en este ámbito genera una gran preocupación, ya que el acceso a la educación superior es crucial para el desarrollo personal y profesional de los estudiantes.
Se invita a la sociedad, empresas y filántropos a unir esfuerzos para transformar la vida de estudiantes y apostar por la educación como motor de cambio. Juntos, como un colectivo comprometido con la responsabilidad social, es posible garantizar la formación de los profesionales del futuro, quienes liderarán una Colombia más productiva, responsable y eficiente.