El Gobierno nacional, a través del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, entregó un balance destacando logros clave en restauración ecológica, transición energética y regulación ambiental.
Según la ministra Susana Muhamad, este año marcó un antes y un después en la política ambiental del país, consolidando a Colombia como un referente global en biodiversidad y sostenibilidad.
Uno de los hitos más importantes fue la organización de la COP16, una cumbre histórica para la biodiversidad. Durante 12 días, Colombia fue sede del evento más importante del mundo en este tema, con más de un millón de visitantes, una Zona Verde de 350.000 m² y la participación de delegaciones de más de 170 países, incluyendo jefes de Estado. Además, se lanzó el movimiento global ‘Paz con la Naturaleza’ que busca promover una relación armónica con el medio ambiente.
Según Muhamad, la COP16 no solo posicionó a Colombia como líder en el debate ambiental global, sino que también incrementó la conciencia sobre la importancia de la biodiversidad en todos los sectores de la sociedad.
En transición energética, el Gobierno otorgó 25 de las 43 licencias ambientales para energías renovables en la historia del país, marcando un récord significativo. Estas licencias incluyen dos parques eólicos, 11 proyectos solares y 12 líneas de transmisión, los cuales aportarán 5,6 GW al sistema energético nacional, avanzando hacia una matriz energética más sostenible.
El año también trajo importantes avances normativos. Se reglamentó la Ley de Plásticos de un Solo Uso, impulsando la salida del mercado de ocho productos y logrando un acuerdo con la industria para promover un uso más responsable del plástico.
Además, se consolidaron reservas forestales campesinas bajo pactos de conservación y se avanzó en la protección de humedales Ramsar en Bogotá, garantizando que las obras del Acueducto cumplieran con la normatividad ambiental. Asimismo, se derogó la resolución 110, que permitía la exploración minera en reservas de Ley Segunda sin control del sector ambiental.
En cuanto al Acuerdo de Escazú, Muhamad resaltó que este instrumento clave para la justicia ambiental entró en plena vigencia, con respaldo de la Corte Constitucional y su depósito en Naciones Unidas.
En este contexto, se fortalecieron 75 veedurías ciudadanas y se estableció una red de derechos humanos para proteger a los líderes ambientales en la Amazonía. Además, se anunció la segunda fase del programa ‘Alerta por mi ambiente’, enfocado en garantizar la transparencia y la democracia ambiental en el país.
La restauración ecológica también fue una prioridad, alcanzando 221.716 hectáreas en proceso de recuperación, gracias a esfuerzos conjuntos del Sistema Nacional Ambiental, cooperantes internacionales y sectores público y privado. Según la ministra, este logro sienta las bases para que 2025 sea declarado el Año de la Restauración Ambiental.
Por otra parte, el Fondo para la Vida y la Biodiversidad cumplió un año de operación, estructurando y viabilizando proyectos ambientales por un valor de 1,3 billones de pesos. Este fondo ha acumulado un total de 3 billones en fases combinadas, consolidándose como una herramienta esencial para el desarrollo de iniciativas sostenibles en el país.
Lo que viene para el 2025
De cara a 2025, el Ministerio de Ambiente enfatizó la necesidad de un esfuerzo colectivo para transformar la agenda ambiental de Colombia.
Entre las metas para el próximo año se encuentran aumentar la contribución de la bioeconomía al PIB, del 0,8% actual al 3% en 2030, lo que podría generar medio millón de empleos. También se priorizará la protección de defensores ambientales, promoviendo su reconocimiento y alejándolos de la estigmatización y las amenazas.
Finalmente, se buscará consolidar la transición hacia una economía productiva en armonía con la naturaleza, promoviendo la paz con el ambiente como eje central del desarrollo sostenible.
(Con información del Ministerio de Ambiente)