La preocupación por el sobreendeudamiento en Colombia crece al mismo ritmo que el desconocimiento de las herramientas legales que podrían representar una salida real para miles de personas atrapadas en obligaciones que ya no pueden cumplir.
Aunque el país cuenta desde hace más de una década con un mecanismo jurídico para afrontar este tipo de situaciones, lo cierto es que sigue siendo desconocido para gran parte de la población.
Se trata de la Ley de Insolvencia para personas naturales no comerciantes, contemplada inicialmente en la Ley 1564 de 2012 y recientemente actualizada mediante la Ley 2445 de 2025.
Esta legislación permite que cualquier ciudadano o pequeño comerciante, sin necesidad de acudir a intermediarios financieros ni endeudarse más, pueda acogerse a un proceso legal en el que negocie sus deudas o, si es necesario, liquide su patrimonio bajo supervisión judicial.
En medio de un panorama económico complejo, la necesidad de visibilizar este tipo de herramientas se hace urgente. Firmas como D’Jurídica S.A.S, con sede en Medellín, vienen trabajando desde 2018 en brindar orientación jurídica a quienes se encuentran en situaciones críticas por el no pago de sus obligaciones.
Bajo la dirección de los abogados Gerson Edu Agudelo Buriticá y Carlos Mario López Roa, expertos en régimen de insolvencia, negociación de deudas y acuerdos conciliatorios, esta firma ha acompañado a cientos de ciudadanos en procesos legales que no solo les han permitido reorganizar sus finanzas, sino también recuperar su tranquilidad y derechos como usuarios del sistema financiero.
La mayoría de personas que llegan a estos procesos lo hacen luego de años de desgaste, con su vida crediticia destruida, bajo presión de embargos o acosados por llamadas constantes de cobranza. Para muchas de ellas, el mayor obstáculo ha sido no saber que existe una salida legal y segura.
Los expertos consultados señalan que una de las barreras más grandes que enfrentan es justamente la desinformación, un vacío que desde el ejercicio jurídico consideran urgente resolver. El régimen de insolvencia no está diseñado para castigar, sino para ofrecer una segunda oportunidad a quienes han caído en mora de buena fe y requieren reorganizar su situación financiera con respaldo institucional.
“En Colombia hay miles de personas atrapadas en un círculo de deudas que ya no pueden pagar. Lo más preocupante es que muchas de ellas ni siquiera saben que existe una herramienta legal que podría cambiar por completo su situación. Nuestro trabajo no solo es representarlas jurídicamente, sino hacerles saber que no están solas y que sí hay una salida legítima y justa para volver a empezar,” explica Gerson Edu Agudelo Buriticá, abogado experto en régimen de insolvencia.
“El proceso de insolvencia no es una fórmula mágica, pero sí es una oportunidad estructurada para negociar deudas bajo términos realistas. Buscamos que las personas recuperen su estabilidad, pero también que aprendan a manejar mejor su economía. Este es un camino legal, con respaldo judicial, y lo que hacemos es acompañarlos paso a paso para que puedan construir una nueva relación con sus finanzas,” agrega Carlos Mario López Roa, abogado especialista en negociación de deudas y acuerdos conciliatorios.
Muchos de quienes hoy cargan con deudas impagables desconocen que existe una alternativa legal, legítima y accesible para reorganizar su situación financiera.
No se trata de evadir responsabilidades ni de “milagros” económicos, sino de un mecanismo jurídico previsto por la ley colombiana que busca, precisamente, dar una segunda oportunidad a quienes enfrentan una crisis económica personal. Lo que para algunos puede parecer el fin de su estabilidad, para otros ha sido el inicio de un proceso de recuperación que les ha devuelto la tranquilidad, el control sobre su economía y la posibilidad de volver a empezar.
La clave está en saber que no todo está perdido y que, con la orientación adecuada, es posible salir del sobreendeudamiento sin exponerse a más presión ni a decisiones desesperadas. La información, en este caso, puede ser el primer paso hacia la solución.