Historias de madres al volante

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Conducir, para ellas, no es solo una fuente de ingreso. Es una forma de independencia, una elección consciente y, muchas veces, una respuesta a circunstancias difíciles. Cada trayecto tiene detrás una rutina milimétrica: entre recorridos, horarios escolares, tareas del hogar y espacios personales.  

Ser madre y conductora es recorrer caminos de doble vía: los de la ciudad y los de la vida cotidiana. Esta tarea combina la responsabilidad de llevar pasajeros con la de sostener un hogar, criar hijos y cuidar de los suyos. Muchas mujeres que hoy conducen con plataformas como Cabify lo hacen no solo para generar ingresos, sino para manejar su tiempo y equilibrar su vida familiar a través de su taxi

En la actualidad, en aplicaciones como Cabify, las mujeres pueden prestar servicios desde sus carros particulares, los tradicionales taxis o para el segmento corporativo, lo que les permite mayor flexibilidad al momento de manejar sus tiempos o rutinas de trabajo. “Desde Cabify trabajamos para que más mujeres encuentren en nuestra aplicación una opción de crecimiento. Al impulsar su participación, fortalecemos una movilidad más segura, empática y representativa para todos.” señala Carolina Albornoz, Gerente de Relaciones Públicas y Sostenibilidad de Cabify Colombia.

En Colombia, este tipo de alternativas resultan especialmente valiosas si se tiene en cuenta que, según la Encuesta Nacional de Calidad de Vida 2023 del Dane, el país alcanzó un histórico aumento de hogares liderados por mujeres: 8,2 millones, lo que representa el 45,4% del total de 18 millones de hogares.

En Cabify se cree en el poder de las historias para visibilizar realidades que inspiran. Esta es una iniciativa que busca dar a conocer las voces de Nancy, Johana, Marta y Edith: cuatro mujeres, cuatro madres, cuatro conductoras taxistas que, a través de su trabajo al volante en nuestra plataforma, sacan adelante a sus familias y contribuyen cada día a una movilidad más segura y eficiente en su ciudad.

Sus testimonios nos invitan a entender los desafíos y logros detrás de cada recorrido. Hoy, no solo son pasajeras de la vida, sino también protagonistas al volante.

Nancy, herencia de una familia al volante

Hace año y medio, Nancy tomó una decisión difícil: empezar de cero tras un divorcio. Lo hizo al volante de un taxi, un camino que, aunque nuevo para ella, venía marcado por una historia familiar poderosa. Creció rodeada de conductores de mulas o camiones de carga (entre ellos su padre), y fue en ese mundo de carretera, donde reina fuerza, que nació su convicción de que las mujeres también pueden tomar el control, sin importar el tamaño del vehículo ni los prejuicios que haya que enfrentar.

Con ese legado en la sangre, subirse al taxi fue mucho más que una salida económica. Fue un acto de valentía y reconstrucción. Lo hizo por ella, pero sobre todo por sus dos hijos. Cada jornada empieza temprano: a las 7 de la mañana los deja en el colegio y, apenas termina, activa su cuenta en Cabify para empezar su ruta. Lo hace con la tranquilidad de estar en una plataforma que muchos de sus compañeros usan, lo que le permite trabajar de forma segura, formal y con respaldo. A las 4:30 p.m. termina su turno, regresa a casa y se transforma en mamá a tiempo completo: tareas, juegos, comida y mucho amor. “Mis hijos se sienten orgullosos de mí”, cuenta con una sonrisa. “Ser mujer en este oficio no es fácil, pero aquí estamos, demostrándolo todos los días”, afirma con firmeza.

Los domingos no se negocian, ese día es exclusivo para estar con sus hijos. Cocinan juntos, ven películas o simplemente descansan. Es su pequeño oasis de amor y conexión. Su hijo mayor sueña con ser piloto, y ella se esfuerza cada día por enseñarle que todo es posible cuando se trabaja con el corazón. Como si fuera una señal del destino, los tres nacimientos de sus hijos tuvieron algo en común: llegar al hospital en taxi.

Leady, la fuerza de una mamá al mando

Es mamá de tres: dos adolescentes de 16 y 13 años, y una pequeña de 5. Su jornada como conductora empieza después de dejar a sus hijas en el colegio, preparar el almuerzo y organizar la casa. Trabaja de 1:00 p.m. a 10:00 p.m., manejando con la mente dividida entre las calles de la ciudad y las necesidades de sus hijos, que la esperan en casa.

Después de la pandemia, se animó a subirse al carro como conductora. Siempre le gustó manejar, y desde los 18 años sabía que algún día lo haría profesionalmente. Lo que empezó como una alternativa para generar ingresos, se convirtió en un espacio de libertad, autonomía y autoestima.

Más allá del volante, Leady ha aprendido a encontrar tiempo para sí misma. Es disciplinada con el deporte, entrena casi a diario, cuida su alimentación y prioriza su bienestar físico y mental. “Me gusta verme y sentirme bien, y hacer ejercicio me ayuda a tener más energía para todo”, cuenta. Esa búsqueda de equilibrio también la ha llevado a fortalecer su salud emocional y a celebrar cómo ha mejorado su calidad de vida.

“Mis hijas me ven fuerte, empoderada. Saben que soy mamá, pero también soy trabajadora. Y eso las inspira”, dice con orgullo. Conduce con determinación, sabiendo que también está educando desde el ejemplo. Muchos usuarios le confiesan que se sienten más tranquilos al verla llegar. “Me dicen que pueden dormir durante el viaje, que se sienten felices de que yo esté al volante. Eso me llena el corazón”, afirma. Ese nivel de confianza también se apoya en las herramientas de seguridad que ofrece Cabify, como la verificación de trayectos, botón de emergencia y soporte 24/7, que permiten que tanto conductoras como pasajeros se sientan protegidos en todo momento. Tres veces también llegó al hospital en taxi para dar a luz. Hoy, esos recuerdos se mezclan con su presente, una mujer que maneja su vida, su carro y su cuerpo con determinación.

Marta, dos décadas de historia sobre ruedas

Marta empezó joven, tanto a ser mamá como a trabajar. Tuvo tres hijos siendo adolescente, y aunque la vida no fue fácil, siempre fue independiente. Desde hace 20 años recorre Bogotá en taxi, y aunque ha cambiado el paisaje, su entrega y su carácter siguen intactos. El volante ha sido su herramienta de trabajo, pero también su refugio y su forma de salir adelante.

“La tecnología hoy nos da seguridad. Con Cabify por ejemplo yo escojo dónde estar y a qué horas trabajar”, dice con claridad. Prefiere la noche para conducir. Cuando su hija menor era pequeña, la acompañaba en las madrugadas, dormía en el carro o la esperaba en los recorridos. Aunque ya es adulta, ambas recuerdan esa época como una prueba de amor y tenacidad. Marta hace parte de un grupo de taxistas mujeres, una red que se apoya, cuida y celebra.

“Trabajé duro, pero me perdí de muchas cosas. No vi crecer a mis hijos como me habría gustado, pero siempre intenté estar”, dice con una honestidad que conmueve. Esa sinceridad no es una queja, sino un balance sincero de lo que implica ser madre trabajadora en condiciones difíciles.

Los pasajeros la llaman “la psicóloga”, porque dice que suele escuchar atentamente a sus clientes, especialmente cuando tienen problemas. En su carro siempre lleva pañitos para limpiar las lágrimas de los pasajeros cuando se conmueven con lo que cuentan. Y sí, cuando llegó el momento de dar a luz, fue otro taxi el que la llevó al hospital.

Edith, mamá y abuela al volante

A Edith una situación desafortunada la puso frente al volante. Con su esposo habían reunido ahorros de toda la vida para comprar un taxi, juntaron sus ahorros de toda la vida, pidieron un crédito y se lanzaron con esperanza. Días después, su compañero de vida falleció. Edith le tocó recibir las llaves del vehículo que había gestionado su esposo. Ante esta situación se secó las lágrimas y tomó la decisión de manejar ella misma el vehículo para responder por la deuda y mantener a su familia.

Cuando empezó en este oficio, no tenía experiencia en conducción, ni sabía cómo manejar un taxi o mucho menos como navegar en las aplicaciones del celular. Un compañero le recomendó acercarse a Cabify para recibir orientación, y ahí encontró el apoyo que necesitaba para dar sus primeros pasos.

Es madre de tres mujeres y abuela de varios nietos. Su casa está llena de risas, pero también de responsabilidades. Se levanta a las 2 a.m., deja listo el almuerzo, revisa el carro y sale a trabajar a las 4 a.m. sin falta. El frío de la madrugada no la asusta. Tiene claro que su esfuerzo es el motor que mantiene funcionando su hogar.

“Soy cabeza de familia, y mis hijas también lo son. Somos una cadena de mujeres luchadoras”, afirma con orgullo. Hace parte de un grupo de cinco compañeras taxistas, y aunque ella es la mayor, también es el ejemplo a seguir. Todas la admiran por su compromiso, disciplina y entereza.

Muchas pasajeras en Bogotá la prefieren. “Dicen que se sienten más seguras con una mujer. Y es verdad, cuidamos de los demás como cuidamos de los nuestros y si el servicio lo toman por aplicaciones como Cabify pues mucho más seguro”, cuenta. Es empática, atenta y profesional. Con cada trayecto, reafirma que la experiencia también es una forma de empoderamiento.

Aunque el dolor de perder a su esposo sigue presente, Edith no olvida lo que él soñaba. Lo extraña profundamente, pero lo que la mueve es cumplir esa meta que se trazaron juntos. Aún le faltan dos años para terminar de pagar su taxi, pero ya lo siente suyo. “El trabajo me empodera, tener mi propio dinero me hace sentir poderosa”, dice con convicción. Y cuando dio a luz por primera vez, fue en un bus. El mismo ímpetu que la llevó a ese hospital la acompaña hoy cada madrugada, cuando enciende el motor y arranca otro día de lucha con el corazón al volante.

Nancy, Johana, Marta y Edith no solo manejan un volante, sino que con cada kilómetro recorrido, desafían estereotipos, equilibran sueños y responsabilidades, y encuentran en cada trayecto una oportunidad para demostrar su fortaleza. Cabify se ha convertido en una plataforma aliada para muchas madres conductoras, al ofrecerles no solo la posibilidad de manejar con mayor autonomía, sino también un entorno más seguro gracias a Además, al contar con más de 40.000 conductores de taxi registrados, representa una alternativa confiable y accesible dentro del sector, brindando respaldo a quienes día a día salen a trabajar con compromiso y vocación de servicio.