Inaugurada la Sala Gabriel García Márquez en la Casa de Nariño

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El presidente Gustavo Petro Urrego inaugura la exposición ‘Contar el cuento’ de García Márquez, junto al hijo del Nobel, Gonzalo García Barcha, y MinCultura.​

“Que cada rincón de la Casa de Nariño cuente una historia de lo que es Colombia, en toda su variedad cultural y regional”. Esta es la orientación que dio el jefe del Estado, Gustavo Petro Urrego, para el diseño y la adecuación interior del palacio presidencial.

Hoy, después de cuatro meses de trabajo en su diseño y preparación, la Presidencia de la República y el Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes hacen entrega, en cabeza del jefe del Estado, de la Sala Gabriel García Márquez, enteramente dedicada al Nobel de Literatura. Al acto inaugural asistió Gonzalo García Barcha, hijo mejor del escritor.

“Es la primera vez que se le dedica a una persona de las artes un espacio dentro del Palacio. Es una pequeña muestra, pero muy completa y con una museografía extraordinaria, muy, muy bonita. Sé que el Presidente es muy admirador de la figura de Gabo y le agradecemos profundamente que contribuya a su legado y a su memoria”, sostuvo Gonzalo García.

Describió así la exposición construida en torno a su padre: “Se trata de una breve biografía, fotografías de Gabo, su entorno en la infancia, en Aracataca. En realidad, es un recorrido por la vida de Gabo, hasta una foto del maestro Guillermo Angulo, tomada en los dos últimos dos años de su vida en la casa de México, en la que vivió hasta sus últimos días”, recalcó.

El espacio está estratégicamente ubicado, en la primera planta de la edificación, contiguo a la Plaza de Armas, para facilitar su acceso a los visitantes ilustres y está incluida en el recorrido guiado que se ofrece para el público que visita el recinto.

Parte de la colección fue prestada por el Museo Nacional, en forma de comodato.

Exposición perma​nente

La exposición, que será permanente, consta de fotos del autor en diferentes momentos de su vida, incluida una de su casa familiar, en Aracataca, donde se aprecian dos retratos de quienes marcaran en buena medida la historia literaria y personal del autor: su abuela y su bisabuela.

La sala cuenta, además, con una línea de tiempo donde se narra la biografía de García Márquez, desde su infancia, en su Magdalena natal; sus años de colegio, en Zipaquirá; su exilio, en México; su trabajo como reportero en medios impresos del país, y el momento en que recibió el máximo galardón literario, en Estocolmo.

“Es una sala en homenaje a quien nosotros consideramos el colombiano más importante que ha dado la historia de este país, que se llama Gabriel García Márquez”, aseguró Juan David Correa, ministro de las Culturas, las Artes y los Saberes.

Correa resaltó: “Que un escritor ocupe ese sitio central en este lugar, yo creo que es un mensaje muy importante para el país; un hombre que abrió de alguna manera esa imaginación del país, visitando las guerras civiles, la guerra de los Mil Días, la masacre de las Bananeras, a través de la literatura, creando un universo que ya es global”. Y agregó: “Creo que es un mensaje también de unión, de Acuerdo Nacional, alrededor de una figura cultural incontestable, y que hoy la cultura ocupe aquí este lugar, en este sitio tan importante para la historia republicana del país, es muy significativo”.

También hay exhibidas veinte ediciones diferentes de Cien años de soledad, su obra insignia, y un retrato del Nobel donado por el artista indígena Carlos Jacanamijoy. Así mismo, es posible escuchar audios y lecturas de la obra, en voz del propio escritor.

El diseño del espacio, de 52 metros, fue realizado por el estudio Tangrama, en cabeza del arquitecto José Roberto Bermúdez. La curaduría, por su parte, estuvo a cargo de la Biblioteca Nacional, con apoyo del historiador Nicolás Pernett.

También está disponible un facsímil con algunos de los artículos de ‘Gabo’ en el diario El Espectador, y copia del primer ejemplar de la icónica revista Alternativa, la primera publicación de amplia difusión de izquierda en el país, que García Márquez lideró junto con Eduardo Santos Calderón, y que contó con la colaboración de periodistas de amplio renombre, como Antonio Caballero, y que marcó una época dorada del periodismo, con textos de una alta calidad tanto en su forma como en su contenido.