En el marco de la celebración del Día Internacional de la Niña, la igualdad de género se ha convertido en la conversación obligatoria en diferentes escenarios.
Según el Objetivo de Desarrollo Sostenible sobre Igualdad de Género de la ONU, es necesario promover espacios de conversación sobre las brechas entre hombres y mujeres en diferentes ámbitos, contribuyendo a transformar las realidades de las mujeres en Colombia.
Estos espacios tanto en sectores públicos como privados han permitido el desarrollo de nuevas filosofías en múltiples industrias y una mayor conciencia sobre los prejuicios de género. Por ejemplo, según datos de Deloitte (2022), hoy las mujeres representan solo el 33% de las contrataciones en las grandes empresas tecnológicas a nivel global.
La buena noticia es que su participación va en aumento gracias a una alta demanda por estas carreras y la modalidad del teletrabajo, la que permite a muchas trabajar desde cualquier lugar y lograr un equilibrio con la familia y el tiempo libre.
Sin embargo, es claro que aún hay camino por recorrer para lograr un número más equilibrado entre hombres y mujeres, dado que estas últimas y de acuerdo con la Unesco, representan sólo 35% de quienes cursan estudios de STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas; por sus siglas en inglés) y según el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, sólo una de cada diez mujeres estudia en la universidad y menos de 2% elige una de estas carreras, lo que sugiere que el grupo de talentos femeninos con educación en estas ramas es limitado, dificultando la buena práctica de la igualdad.
¿Pero cómo podemos inspirarlas?
Las compañías de tecnología cobran mayor protagonismo cuando de igualdad se trata. Es indispensable que se busquen espacios dentro de las instituciones educativas donde se puedan compartir conocimientos, a través de programas que generen interés en las mujeres. Está probado que ellas tienen un 18% más de probabilidades de interesarse en el área de la informática a lo largo de la secundaria y la universidad si tienen experiencias en computación desde muy jóvenes, según un estudio de Accenture.
Adicionalmente y para disminuir la brecha de género, es necesario comenzar a trabajar en busca de una industria más equitativa. Por ejemplo, en Kibernum se logró que el 21% de los profesionales que se reclutaron en 2022 fueran mujeres. Esta cifra se está incrementando de manera exponencial gracias a un fuerte trabajo de la empresa para visibilizar los beneficios que tiene para una mujer trabajar en esta industria, como por ejemplo el teletrabajo, seguros complementarios de salud, bonos, entre otros.
Por otra parte, y para desmitificar algunas falsas creencias que existen en torno a las carreras STEM y las mujeres, es importante comenzar a ejecutar iniciativas que las motiven desde temprana edad a incursionar en el mundo tecnológico. Por ejemplo, motivarlas a participar en juegos donde la tecnología sea la protagonista; incentivar la lectura que les permita conocer los nuevos avances tecnológicos y buscar espacios de participación en eventos de robótica o programación, pueden hacer la diferencia, ampliar su visión y familiarizar a las niñas en la tecnología para que la puedan percibirlas más cercana y accesible.
La industria IT ofrece un amplio campo laboral pero pese a ello existe un gran déficit de profesionales. “Yo le digo a mi hija de 15 años y a sus amigas que estudien IT, que se saquen el prejuicio de que es solo trabajar en desarrollo. Ahora hay una polifuncionalidad de rol y posibilidad de ser desde una arquitecta de software, desarrollar software o incluso ser especialistas en juegos, lo que ellas quieran y desde cualquier lugar del mundo con buenos sueldos”, agrega Marcelo Solari, CEO de Kibernum.