Interoperabilidad en videovigilancia: decisión estratégica para el futuro de la seguridad urbana

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Por: Miguel Castellanos, Gerente de Ventas Regional de Genetec

Bogotá aprobó recientemente el Proyecto de Acuerdo que abre la puerta a la interoperabilidad entre las cámaras de seguridad de conjuntos residenciales y el sistema de videovigilancia del Distrito, marcando así un punto de inflexión en la forma en la que se concibe la seguridad en las ciudades del país.

Es pues necesario leer esta decisión no solo como un avance operativo sino, ante todo, un giro estratégico que redefine la gobernanza de la seguridad, el uso de la tecnología y la confianza ciudadana. 

En un entorno urbano tan dinámico, los delitos no respetan fronteras administrativas ni jurisdicciones privadas. Mientras las autoridades despliegan esfuerzos, cientos de urbanizaciones y conjuntos habitacionales han construido, con sus propios recursos, infraestructuras de videovigilancia robustas pero aisladas. Hasta ahora, esta información era en gran medida desaprovechada ante incidentes que ocurren frente a las cámaras. 

La interoperabilidad cambia ese paradigma. Pero más allá del aumento en cobertura, lo que está realmente en juego es la posibilidad de crear un ecosistema de seguridad colaborativo, donde cada sector, público o privado, aporte evidencia útil y oportuna.  Esta visión exige más que voluntad política: requiere arquitectura tecnológica abierta, gobernanza de datos, y garantías claras de protección de la privacidad y los derechos ciudadanos.

Desde la experiencia de Genetec en proyectos de ciudad segura en América Latina y el mundo, hemos comprobado que la verdadera efectividad de una red de videovigilancia no está en el número de cámaras desplegadas, sino en su capacidad para generar evidencia procesable, bajo estándares forenses, con trazabilidad, integridad y disponibilidad inmediata. Cuando múltiples sistemas se integran, esa evidencia fluye, se enriquece y se vuelve más potente para prevenir, responder e investigar.

Pero la interoperabilidad también plantea desafíos técnicos y éticos. ¿Cómo garantizar la ciberseguridad de los sistemas conectados? ¿Qué criterios se usarán para validar la calidad de la imagen o la conservación de los datos?¿Cómo blindar este modelo frente a usos indebidos o vigilancia excesiva? Estas son preguntas que deben resolverse desde el diseño, y no como reacciones ante fallas o controversias.

La respuesta está en las plataformas de seguridad unificada que permiten conectar sistemas diversos (videovigilancia, control de acceso, analítica de video) sin imponer infraestructuras propietarias. Soluciones que operan bajo principios de interoperabilidad, resiliencia y gobernanza distribuida, pero que también ofrecen transparencia y trazabilidad para todas las partes involucradas.

En una ciudad donde los desafíos de seguridad evolucionan tan rápidamente como la tecnología, la interoperabilidad no es una opción: es una condición para la eficacia y legitimidad de cualquier estrategia de seguridad urbana. El reto ahora está en implementar este modelo con criterios técnicos sólidos, participación de todos los actores y un enfoque que priorice la inteligencia sobre la vigilancia.