Investigadores de Uniatlántico explican variación y conservación de la biodiversidad departamental

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on el fin de realizar un análisis sobre presencia del registro fósil en el departamento del Atlántico, como fuente de información para determinar la variación y la conservación que ha tenido la biodiversidad a través del tiempo geológico en este territorio, la Universidad del Atlántico, avanza en una investigación que abarca la ciudad de Barranquilla y los municipios de Sabanalarga, Repelón, Manatí, Tubará, Galapa, Juan de Acosta y la zona de Prado Mar, en Puerto Colombia.

Con la investigación, en el Alma Mater, se intenta despertar el interés en estudiantes y profesores, en particular, y en la comunidad científica de las ciencias naturales, en general sobre la importancia del registro fósil para determinar la dinámica biodiversa a través del tiempo geológico en el Departamento.

Para el investigador Evert de Jesús Ortega Vizcaino, el registro fósil que se encuentra en el departamento del Atlántico, es importante para conocer las condiciones de los ecosistemas antes de ser antropizados, por toda la información que tienen sobre los mismos, en virtud de la relación que los otrora vivos animales tuvieron con ellos, resaltando que la investigación  servirá como una línea de tiempo base para determinar la variación y la conservación que ha sufrido la biodiversidad y de esta forma, se podrán identificar las especies vegetales y animales que son de antigua existencia o de reciente existencia.

El conocimiento detallado de las características bioquímicas del registro fósil, pretende evidenciar cómo el registro fósil puede aportar un cúmulo de información para abordar el tema de la variación y la conservación de la biodiversidad a través del tiempo geológico en este Departamento, y para ello, se contará con el registro fósil recolectado por el investigador principal, como también de las evidencias fósiles que se encuentran en el museo paleontológico del corregimiento de La Peña, en el municipio de Sabanalarga, MUPAPA y en el museo de antropología de la Universidad del Atlántico MAUA.

Variables de análisis

Los resultados, serán una herramienta indispensable para el análisis del clima y de los ecosistemas del pasado geológico, si se tiene en cuenta que el estudio de la fauna y la flora fósiles, tanto a nivel microscópico (polen y esporas) como macroscópico (hojas, tallos, flores, frutos, huesos, dientes fragmentos de conchas), es necesario para el entendimiento de los factores que modelaron el origen de la biodiversidad actual y los patrones de distribución geográfica.

Explica el experto, que valiéndose de disciplinas como la paleozoología y la paleobotánica se permiten hacer descubrimientos relativos a la biodiversidad del pasado, que, a su vez, podrían apalancan estrategias para la conservación y la restauración de los ecosistemas actuales, por lo que dichos estudios cobran relevancia en la toma de futuras decisiones.

“La paleontología es la ciencia que se dedica a investigar el registro fósil para reconstruir la historia de la evolución de la vida sobre la Tierra. Los fósiles son importantes porque contienen información de la historia de la vida. Una hoja, una flor, un diente, un hueso, una concha, un árbol fosilizado, etc., es lo que queda de lo que antes fueran organismos vivos y, a través de ellos, mucho es lo que puede aprenderse sobre el recorrido evolutivo terrestre. Además, la investigación sobre los fósiles favorece el conocimiento de la biodiversidad actual en la medida en que revela la historicidad de la misma”, argumenta.

Es pertinente precisar que las investigaciones podrían establecer una relación con la biodiversidad y el medioambiente, que son casi inexistentes, y ante el desconocimiento que se tiene de los hallazgos del registro fósil se hace necesario desarrollar un abordaje sistemático del mismo por su importancia fundamental en la historia natural del departamento del Atlántico, en singular y de la Región Caribe, en general.

Por otra parte, los procesos que sufre la biodiversidad reflejan cambios en diversas escalas geológicas. Estos procesos incluyen el nacimiento, la muerte y el movimiento de los organismos; extinciones locales y recolonizaciones de poblaciones herbivorias; depredación, migraciones estacionales, ajuste de distribuciones de especies por cambio climático y especiación y el registro fósil es clave para aportar información al respecto en relación con el pasado biodiverso y ecosistémico.

Antecedentes sobre registro fósil en Colombia.

En Colombia, las investigaciones más detalladas sobre el registro fósil, correspondientes a la era geológica Pleistocénica, han sido realizadas por los doctores Gonzalo Correal Urrego y Tomás Vander Hammen, en la región de la Sabana de Bogotá, Cundinamarca. Puntualmente, en los sitios El Abra y Tibitó, en 1981. Por tanto, los hallazgos realizados en el gran laboratorio natural del Departamento del Atlántico se constituyen en los descubrimientos más importantes en las dos primeras décadas del siglo XXI en Colombia.

Las investigaciones paleontológicas en el Atlántico y la Costa Caribe son escasos, especialmente en relación con la paleobiodiversidad y la paleobotánica, motivo por el cual nuestros hallazgos aportarán resultados significativos para el avance del conocimiento de la biodiversidad en la región Caribe. Esta investigación contará con todo el rigor científico posible y permitirá llevar a feliz término nuestro interés por conocer y analizar el registro fósil de la fauna y la flora del departamento del Atlántico, que existió en el Pleistoceno.

El registro fósil deriva su gran valor, primero, del hecho de que es escaso y, segundo, porque posee gran parte de la información de la vida de tiempos geológicos pasados. Algunos fósiles son de formas hermosas, pero, sobre todo, cada uno es causa de asombro para el investigador apasionado por ellos, pues son la evidencia tangible de la existencia de nuestros antepasados y atestiguan la antiquísima presencia de la humanidad sobre la tierra. Así mismo, el registro fósil puede ayudarnos a definir el curso de la biodiversidad, cuando analizamos el registro fósil tendemos a experimentar una reacción especial de asombro y curiosidad, o incluso cuando sólo lo observamos.