La ministra de Minas y Energía de Colombia, Irene Vélez, renunció el miércoles, después de que dos organismos estatales de control abrieron investigaciones en su contra por presunto tráfico de influencias.
Tanto la Fiscalía General, como la Procuraduría General, que investigan a los funcionarios públicos y puede destituirlos de sus cargos, iniciaron indagaciones preliminares contra Vélez por el posible delito de tráfico de influencias por presiones a un funcionario para sacar del país un hijo menor de edad sin cumplir los requisitos exigidos por la ley.
“Decido apartarme del cargo de ministra para evitar que las investigaciones en mi contra interfieran con la ejecución del programa del Gobierno”, escribió Vélez en una extensa carta. “Estaré siempre presta a responder a las autoridades cuando así lo requieran.
Inmediatamente no se conoció el reemplazo de Vélez, quien estaba en su cargo desde que inició el Gobierno del presidente Gustavo Petro, en agosto del año pasado.
Vélez fue blanco de controversias desde el inicio del Gobierno por su posición en contra de la firma de nuevos contratos petroleros en busca de marchitar la industria extractiva bajo la bandera de la transición energética de Petro, el primer presidente de izquierda del país.
La funcionaria había sobrevivido a un par de reorganizaciones del gabinete de Petro en las que cambió a sus ministros, incluidos los de Hacienda, Agricultura, Educación, Salud, Interior, Transporte, Tecnologías de la Información, Deportes y Cultura.
Petro, un economista de 63 años, tramita una ambiciosa agenda de reformas económicas sociales en el Congreso, algunas de las cuales fracasaron en el periodo legislativo del primer semestre, en medio de un deterioro de la coalición política que lo respaldaba, ante la negativa del mandatario a introducir cambios a los proyectos.
(Reporte de Nelson Bocanegra, Oliver Griffin y Luis Jaime Acosta)
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