La lucha por la sucesión de Merkel se agudiza en la recta final

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Los errores de los dos favoritos a la sucesión de Angela Merkel en la cancillería alemana, el conservador Armin Laschet y la verde Annalena Baerbock, le han dado un nuevo aire al tercero en discordia, el socialdemócrata Olaf Scholz, de cara a unas elecciones de pronóstico reservado.

El orden de las encuestas -a falta de dos meses para los comicios- sigue siendo el mismo que ha habido desde el comienzo de la campaña. Un primer lugar de intención de voto para la Unión Cristianodemócrata y la Unión Socialcristiana (CSU) que respaldan a Laschet, un segundo lugar para Los Verdes de Baerbock y un tercer lugar para el Partido Socialdemócrata (SPD) de Scholz.

Sin embargo, la ventaja de Los Verdes sobre el SPD se ha reducido y, pese a seguir encabezando las encuestas, Laschet despierta dudas hasta el punto que el presidente de la CSU, Markus Söder, le ha advertido recientemente que no se puede llegar en coche-cama a la cancillería y que tiene que asumir el reto de la recta final de la campaña.

La última encuesta publicada, del instituto Emnid, le da a la CDU/CSU un 28 por ciento, a Los Verdes un 19 por ciento, al SPD un 16 por ciento, al Partido Liberal (FDP) un 12 por ciento, a la ultraderechista Alternativa por Alemania (AfD) un 11 por ciento y a La Izquierda un 7 por ciento.

A Baerbock le han pasado factura varios errores de comunicación en su campaña a la hora de defenderla de acusaciones de plagio en un libro recientemente publicado y de haber maquillado algunas estaciones de su hoja de vida

Recientemente Laschet fue blanco de críticas debido a una carcajada que soltó durante una visita a la zona afectada por las inundaciones en su condición de primer ministro de Renania del Norte-Westfalia y que fue captada por las cámaras.

Antes el manejo de la pandemia en su estado federado también había recibido duras críticas, pese a lo cual pudo imponerse a Söder en la lucha por la candidatura conjunta de la CDU/CSU.

Al final seguramente a la CDU/CSU le alcanzará para ser la fuerza parlamentaria más fuerte pero la pregunta que está abierta es con qué ventaja sobre los competidores y con que opciones de coalición.

Söder dice que no se puede perder de vista el peligro de que se puedan crear “mayorías aleatorias” que dejen a la CDU/CSU fuera del Gobierno o que le resten capacidad de maniobra a la hora de negociar un acuerdo de coalición.

Los conservadores suelen hablar de la amenaza de un tripartito formado por el SPD, Los Verdes y La Izquierda, alianza que ya existe en algunos estados federados, entre ellos Berlín, pero que, a nivel federal, es poco viable debido a las diferencias que existen en política exterior.

Otro tripartito que podría ser una amenaza para la CDU/CSU incluiría al Partido Liberal (FDP), en lugar de La Izquierda. Aunque una coalición así existe actualmente en Renania-Palatinado tradicionalmente ha sido vista como poco viable, por las diferencias entre verdes y liberales.

Scholz tiene la ventaja sobre Baerbock de tener experiencia de Gobierno -es ahora ministro de Finanzas y antes fue titular de Trabajo y alcalde-gobernador de Hamburgo- a quien justamente se le suele criticar que nunca ha tenido un cargo en el ejecutivo.

Además, desde el Ministerio de Finanzas, Scholz ha tenido en los últimos meses al agradecido papel de darle fin a la política de austeridad, liberando fondos para hacer frente a las repercusiones de la pandemia, primero, y luego a las consecuencias de las inundaciones.

En algunos comentarios de prensa se señala que la situación actual puede llevar a una remontada de Scholz después de que al comienzo incluso hubo burlas de que el SPD se presentara con un candidato a la cancillería, ante la ventaja que le llevaban en todas las encuestas la CDU/CSU y Los Verdes.

Ahora Scholz al menos se ha convertido en un factor importante en la recta final de la campaña y el SPD puede ser determinante a la hora buscar fórmulas de coalición que en todo caso serán necesarias puesto que todos los partidos están muy lejos de la mayoría absoluta.

Probablemente a nadie le alcanzará con los partidos que en una época fueron sus socios naturales. Ni la CDU/CSU suma suficiente con el FDP y ni el SPD con Los Verdes.

La posibilidad de reeditar una vez más la gran coalición es vista en general con reservas. Todo ello apunta a que las elecciones pueden desembocar en fórmulas inéditas, al manos a nivel federal, como una alianza de conservadores y verdes o alguna solución tripartita.

Rodrigo Zuleta

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