Una investigación del Politécnico Grancolombiano analiza estrategias de sostenibilidad en los agronegocios para mitigar el cambio climático, la degradación ambiental y fortalecer las economías locales.
Se destacan varias estrategias, como la transformación hacia economías Azul, Circular y Verde; el aprovechamiento de energías renovables (biomasa, solar, eólica e hidroeléctrica); y la promoción de la agricultura regenerativa.
A pesar de los avances en automatización y digitalización, persisten barreras económicas y de formación para los pequeños productores. Se recomienda mejorar la accesibilidad y la capacitación en tecnologías digitales.
Marzo de 2025. ¿Sabía que una de cada 11 personas en el mundo padeció de hambre en el 2023?
Según el informe más reciente de las Naciones Unidas, alrededor de 733 millones de personas en todo el mundo sufrieron hambre y aproximadamente 2.330 millones de personas enfrentaron inseguridad alimentaria moderada o grave durante ese año. Ante esta preocupante realidad, surge la pregunta: ¿son los agronegocios una de las respuestas a esta problemática?
En un mundo donde la sostenibilidad se ha convertido en una urgencia, la investigación “Sostenibilidad en los agronegocios: análisis y reflexiones”, liderada por el docente del Politécnico Grancolombiano, Nicolás Albarracín, ofrece una perspectiva reveladora sobre las estrategias de sostenibilidad que están siendo implementadas en los agronegocios. Este estudio se enmarca en un contexto de creciente preocupación por el cambio climático, la degradación ambiental y la necesidad de fortalecer las economías locales.
¿Hemos avanzado en la sostenibilidad de los agronegocios?
El profesor Albarracín explica que el sector agroindustrial colombiano está en una fase de transición. Mientras algunas empresas ya están adoptando modelos de sostenibilidad, aún enfrentan grandes desafíos en términos de infraestructura, financiamiento y capacitación para su implementación a gran escala. No obstante, los cambios están en marcha y las estrategias sostenibles se están abriendo paso.
transición hacia enfoques como la Economía Azul, Circular y Verde, con un énfasis en la eficiencia de recursos y la reducción del impacto ambiental. Estas estrategias no solo fomentan el desarrollo de tecnologías innovadoras y la creación de empleo, sino que también valorizan recursos naturales estratégicos, como los marinos, y servicios ecosistémicos, posicionándolos como pilares del crecimiento económico sostenible.
Otra estrategia clave es el aprovechamiento de energías renovables. El uso de fuentes limpias de energía, como la reutilización de biomasa, la energía solar, eólica e hidroeléctrica, está en aumento en los procesos agrícolas. Estas fuentes de energía se consideran una clara alternativa para reducir el impacto ambiental y promover una producción más eficiente y sostenible.
La agricultura regenerativa también está ganando terreno, promoviendo la conservación del suelo y la biodiversidad a través de prácticas como la rotación de cultivos, la implementación de sistemas agroecológicos y la recirculación de nutrientes en la agricultura.
Estas prácticas hacen que el sector agroindustrial sea más resistente a los eventos climáticos extremos que ya están a la vista, asegurando la producción de alimentos a largo plazo y reduciendo la degradación de suelos y recursos hídricos.

Entonces, ¿en qué se debe trabajar?
El gran desafío está en la implementación de tecnología, ya que, si bien hay avances en automatización y digitalización en la agricultura, persisten barreras de acceso económico y formación para pequeños productores.
La investigación recomienda trabajar en estrategias que faciliten la integración de tecnologías digitales en la agricultura (sensores, riego automatizado, inteligencia artificial) que permitan la accesibilidad y capacitación de los pequeños y medianos productores para que puedan adoptar estas herramientas sin afectar su rentabilidad.
¿Y el rol de la Responsabilidad Social Empresarial?
El investigador del Politécnico Grancolombiano resalta la importancia de integrar la Responsabilidad Social Empresarial en los agronegocios. Enfatiza su relación con los derechos de los trabajadores, la ética empresarial y la sostenibilidad ambiental, impulsando mejores condiciones laborales, la inclusión de comunidades locales y un desarrollo más equitativo del sector, generando confianza y una conexión más estrecha con las expectativas sociales.
En conclusión, el investigador destaca que la sostenibilidad en los agronegocios es una meta alcanzable y necesaria para el futuro del sector en Colombia. Adoptar modelos económicos innovadores, integrar tecnologías limpias y comprometerse con la responsabilidad social empresarial, son pilares fundamentales para lograr un desarrollo agroindustrial más sostenible y equitativo.
“Se espera una mayor digitalización del agro, un fortalecimiento de la economía circular y una integración más profunda de energías limpias. Sin embargo, será clave la intervención del gobierno y alianzas público-privadas para garantizar que pequeños y medianos productores puedan sumarse a esta transformación sin quedar rezagados”.
La meta está clara: de aquí al 2030, los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) buscan poner fin al hambre y a todas las formas de malnutrición.
Además, se pretende duplicar la productividad agrícola y asegurar la sostenibilidad de los sistemas de producción de alimentos. Ese es el camino a recorrer para el cumplimiento de los ODS y para garantizar un futuro más próspero y equitativo para todos.