El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, llamó el miércoles a los gobiernos del mundo a adoptar “soluciones duraderas” contra el hambre, en vísperas de una reunión de ministros de finanzas del G20 en Río de Janeiro.
“El hambre es la más degradante de las privaciones humanas”, dijo Lula al anunciar la creación de la Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza.
“En pleno siglo XXI, nada es más absurdo e inaceptable que la persistencia del hambre y la pobreza”, afirmó el mandatario izquierdista, visiblemente emocionado durante el discurso.
El nuevo mecanismo, que será oficialmente lanzado en noviembre, es una prioridad de la presidencia brasileña del G20, cuyos ministros de finanzas se reúnen este jueves y viernes en Rio. La cita marcará una de las últimas etapas antes de la cumbre de jefes de Estado y de gobierno prevista para el 18 y 19 de noviembre, también en Rio de Janeiro.
La Alianza Global contra el Hambre y la Pobreza buscará medios financieros comunes para luchar contra el hambre y replicar iniciativas que funcionen en ámbitos locales.
Y el desafío es enorme.
Según un informe publicado este miércoles por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el hambre afectó en 2023 a 733 millones de personas, más de un 9% de la población mundial, debido a la persistencia de las guerras y de las dificultades económicas y el cambio climático.
“El hambre no tiene lugar en el siglo XXI. Un mundo con hambre cero (…) no sólo es necesario: con acciones financieras, es alcanzable”, afirmó el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, en un mensaje de video exhibido en Rio durante la presentación del informe.
“Podemos resolver esta crisis”, agregó.
Erradicar la pobreza extrema y el hambre es uno de los Objetivos de Desarrollo Sostenible adoptados por los Estados miembros de la ONU en 2015.
– Impuesto a los multimillonarios –
Después de una primera reunión en Sao Paulo en febrero, los ministros de Finanzas del G20 también deben intentar avanzar en la idea de crear un impuesto para los “superricos”, otra prioridad del gobierno brasileño.
“Los superricos pagan proporcionalmente mucho menos impuestos que la clase trabajadora”, lamentó Lula este miércoles, y pidió “corregir esa anomalía”.
“Brasil ha insistido en el tema de la cooperación internacional para desarrollar estándares mínimos de tributación global, fortaleciendo las iniciativas existentes e incluyendo a los multimillonarios”, dijo el el presidente.
Apoyada por Francia, España, Sudáfrica, Colombia y la Unión Africana, la iniciativa pretende gravar los patrimonios más altos tomando como base el trabajo del experto en desigualdad francés Gabriel Zucman, que en junio realizó un informe a pedido de Brasil.
“Las negociaciones están yendo bastante bien”, aseguró el martes a periodistas Tatiana Rosito, secretaria de Asuntos Internacionales del Ministerio de Hacienda.
Pero “tal como están las cosas, no hay consenso”, estimó un funcionario del Ministerio alemán de Finanzas.
Estados Unidos se opone a las negociaciones internacionales sobre el tema. Los eventuales impuestos de este tipo “sin duda variarán bastante” de un país a otro, según un alto funcionario estadounidense.
Los miembros del G20 también intentarán avanzar en materia de impuestos a las multinacionales, casi tres años después de la firma de un acuerdo por parte de cerca de 140 países.
– Comunicados separados –
Las divisiones internacionales debido a las guerras en Ucrania y en Gaza han tornado las declaraciones conjuntas del G20 un asunto espinoso.
Durante la última reunión de ministros de Finanzas en Sao Paulo en febrero, esos asuntos llevaron a un “impasse”.
Esta vez, la solución ideada por Brasil es emitir tres textos, según las autoridades brasileñas.
Por un lado, habría un documento dedicado exclusivamente a la cooperación internacional en materia tributaria, que incluiría el asunto del impuesto a las grandes fortunas. Por otro, un comunicado final más amplio y, por último, una “declaración” publicada por separado por la presidencia brasileña, la única que haría referencia a las crisis geopolíticas.
Este modelo comenzó a aplicarse el miércoles. La presidencia brasileña del grupo emitió una “declaración” afirmando que algunos miembros del G20 “expresaron sus perspectivas” sobre la situación en Ucrania y en Gaza durante la reunión sobre la Alianza contra el hambre.
“Algunos consideraron que esas cuestiones tienen impacto en la economía global y deben ser tratadas en el G20, mientras que otros no creen que el G20 sea el foro para discutirlas”.
Yahoo Noticias Agencia AFP