La sonda Mariner 9 de la NASA logró hace 50 años ser la primera en orbitar otro planeta: Marte, y lo hizo dos veces al día a lo largo de un año, tomando más de 7.000 fotografías, que sirvieron para crear la primera cartografía detallada de la superficie del planeta rojo.
Esta fue la penúltima sonda del Programa Mariner, que tenía como misión explorar Venus, Mercurio y, sobre todo, Marte, cuya superficie se conoció por primera vez en 1965, gracias a las imágenes enviadas por la Mariner 4, que lo sobrevoló a casi 10.000 kilómetros.
Aquellas primeras fotografías supusieron un decepción para los que pensaban que Marte era el mejor candidato para albergar vida, pues mostraron un mundo muerto, frío y plagado de cráteres, característicos del sur del planeta, una imagen que no cambio mucho con las sucesivas Mariner 6 y 7.
Hubo que esperar a 1971 para que Mariner 9 orbitara por primera vez Marte, enviando gran cantidad de imágenes de la suficiente calidad para crear una cartografía global de su superficie, igualmente inerte, pero jalonada de valles, planicies, montañas y volcanes extinguidos, entre ellos el Monte Olimpo, el más grande conocido del Sistema Solar.
Mariner 9 no habría tenido que ir sola al planeta rojo; junto a la 8 formaba el proyecto Mariner Mars 71, que suponían un nuevo paso en la exploración espacial, pues no fueron diseñadas solo para acercarse a su objetivo, sin para entrar en órbita y permanecer en ella, algo que nunca se había hecho en otro planeta.
Las dos sondas Mariner tenían misiones complementarias y deberían haber llegado a Marte casi a la vez, pero la 8 nunca logró su objetivo, pues un fallo en su lanzamiento dio al traste con ella.
Así, la 9 tuvo que asumir parte las labores previstas por su malograda compañera, en especial la toma de imágenes, que compaginó con sus propios cometidos, más centrados en estudiar los cambios en la atmósfera y la superficie.
El 30 de mayo de 1971 la sonda partió rumbo a Marte, adonde llegó el 13 de noviembre, cuando el encendido del motor principal durante 15 minutos y 23 segundos llevó a la pequeña nave, de algo más de dos metros de altura, a hacer historia al ser la primera en orbitar otro planeta.
Y si el proyecto Marine Mars 71 no arrancó con buen pie, por la pérdida de la sonda 8, la 9 tampoco llegó a Marte en el mejor momento para tomar imágenes, pues en septiembre había comenzado una de las mayores tormentas de arena registradas en aquel planeta, la cual no amainó hasta diciembre, cuando se pudo empezar a mapear la superficie.
Las 7.329 imágenes que tomó de Marte crearon una cartografía del 85 % de la superficie, ofreciendo las primeras vistas detalladas de los volcanes, el valle Marieneris y los casquetes polares, así como de lechos de ríos y antiguos canales. También obtuvo imágenes en alta resolución de satélites Fobos y Deimos
Otros datos proporcionados por la sonda aportaron información global sobre las tormentas de arena, la actividad erosiva del viento y el campo gravitatorio.
En total, envió a la Tierra 54.000 millones de bits de datos científicos, según datos de la NASA, que fueron almacenados en un grabador de cinta digital.
Aunque su misión debía durar unos 90 días, estuvo trabajando casi un año, hasta que en octubre de 1972 fue apagada y, desde entonces, ha permanecido en una órbita que no debería decaer, al menos, en 50 años (que se cumplen ahora) cuando entraría en la atmósfera marciana para desaparecer.
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