Más de 338 mil personas salieron de la condición de pobreza entre 2022 y 2023, de acuerdo con el informe del Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas (Dane), que reveló este viernes el Índice de Pobreza Multidimensional 2023 (IPM).
El IPM tuvo una incidencia de 12,1 %, es decir 0,8 puntos porcentuales menos que en 2022, cuando se ubicó en 12,9 %, según el documento.
Para las cabeceras rurales este indicador quedó en 8,3 % con una disminución de 0,4 puntos frente a 2022 (8,7 %). Para lo centros poblados y rural disperso, la reducción fue de 2,2 puntos, al pasar de 27,3 % en 2022 a 25,1 % en 2023.
La medición de la pobreza multidimensional tiene en cuenta diferentes indicadores, como educación, salud, trabajo, vivienda y acceso a servicios básicos.
Para este informe, el Dane dividió el país en siete regiones: Caribe, Oriental, Central, Pacífico (sin Valle del Cauca), Valle del Cauca, Antioquia y Bogotá.
La variación más significativa se dio en Valle del Cauca, donde el IPM se redujo en 2,5 puntos porcentuales, pasando de 9,7 % en 2022 a 7,2 % en 2023. En la región Caribe pasó de 21,4 % en 2022 a 20,1 % en 2023, con disminución de 1,3 puntos. La región Oriental pasó de 10,7% a 11,1%, con aumento de 0,4 puntos. La región Central pasó de 11,7 % a 11,2 % el año pasado, con una variación de 0,5 puntos. La región Pacífica disminuyó el IPM en -1,3 puntos, al pasar de 20,7 % en 2022 a 19,4 % en 2023,
Bogotá redujo el indicador en 0,2 puntos, ya que pasó de 3,8 % a 3,6 %. Y Antioquia redujo la pobreza multidimensional 1,2 puntos, al pasar de 10,7 % a 9,5 %.
Indicadores de IPM 2023
Uno de los cambios más significativo a nivel nacional se dio en el indicador ‘Sin aseguramiento en salud’, con una disminución de 1,7 puntos porcentuales, al pasar de 8,4 % en 2022 a 6,7 % en 2023.
‘Bajo logro educativo’ tuvo reducción de 1,5 puntos, pasando del 40,9 % en 2022 a 39,4 % en 2023.
En los centros poblados y rural disperso se dieron variaciones significativas en el indicador ‘Sin acceso a fuente de agua mejorada’, que disminuyó 4,0 puntos porcentuales, al pasar de 37,3 % en 2022 a 33,3 % en 2023.
Y el indicador ‘Bajo logro educativo’ se redujo -1,9 puntos, al pasar de 71,8 % en 2022 al 69,9 % en 2023.
Incidencia ajustada
Esta variable mide la proporción de privaciones entre las personas consideradas pobres y los cambios que se dan cuando cambia esta condición.
Así, el DANE estableció que, en el total nacional, la mayor contribución al IPM fueron en su orden: Educación (35,7 %), Trabajo (30,0 %); Niñez y juventud (13,7 %); Condiciones de la vivienda (12,7 %) y Salud (8,0 %).
En las cabeceras fueron Educación (33,9 %); Trabajo (31,3 %); Niñez y juventud (14,4 %); Salud (10,7 %) y condiciones de la vivienda (9,7 %).
En los centros poblados y rural disperso, las mayores contribuciones fueron de Educación (37,6 %); Trabajo (28,6 %); Condiciones de la vivienda (15,9 %); Niñez y juventud (12,9 %), y Salud (5,0 %).